Prueba de ello es el propio nombre Sancho, totalmente éuscaro, igual que algunos otros nombres de los reyes altomedievales de Navarra como Jimeno, Pedro, Alfonso, Teobaldo, Enrique, Juana... que demuestran que el romance siempre fue lengua extranjera en Navarra... y hasta en Álava donde algunos franquistas antivascos dicen que nació el romance castellano.
El mismo topónimo Pamplona es un invento franquista antivasco y no viene de ninguna Pompaelo supuestamente fundada por los romanos. Los romanos nunca lograron someter a los vascones y por eso nunca se ha hablado ninguna lengua romance en Euskal Herria. Todo lo demás son inventos franquistas.
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