Re: Otra memoria histórica
Valmadian:
Esta fue mi opinión en el Rincón de Don Rodrigo:
¡Qué malvados son esos comunistas! La verdad que me siguen sorprendiendo con sus maldades; cuando pienso que ya está, que es suficiente, que ya son muy malos, descubro que ellos hacen cosas aún peores.
Por lo que he leído son horribles las cosas que hicieron los comunistas en España durante la II República y también (aunque en menor medida)las cosas que hicieron los tupamaros durante la guerrilla subversiva de los 60-70 en Uruguay. Siempre veo el paralelismo entre esos hechos. Y lo peor, es que ahora todo esa maldad marxista ha vuelto, disfrazada de progresismo.
¡Saludos desde Uruguay!
Manuel Villegas Ruiz:
Mi opinión es que parece que hay pocos historiadores verdaderos amantes de la verdad imparcial que se atreven a investigar y dar a conocer sus informes y conclusiones.
Mientras nos encontremos en esta situación, las izquierdas harán todo lo posible por implantar su pensamiento como único aceptable y los demás no veremos relegados y postergados por falta de arrojo y deseo de hacer prevalecer la Verdad.
Es cierto, lo mismo que pasa en España con la II República y la Guerra Civil, es lo que sucede en Uruguay con la guerrilla subversiva tupamara de las décadas del 60 y 70 del siglo pasado y el golpe de Estado del '73. En España los rojos robaban, mataban, profanaban y violaban, y después ¡resulta que Franco fue el "malo"! En Uruguay los tupamaros robaban, mataban, profanaban y violaban, y después ¡resulta que Bordaberry fue el "malo"! Y aquí están los profesores del IPA, licenciados de la educación, impartiendo siempre la versión oficial: la de los tupas "héroes" y milicos "malos", y aquí está la Universidad Oficial de la República, jactándose de su "defensa" a la democracia, impartiendo e imponiendo la versión oficial; como estudiante universitario ya he tenido algunos choques contra los adoctrinadores de la versión oficial. Yo no les creo algo de lo que ellos dicen sobre la historia, no les creo su versión oficial, totalmente manipulada hacia su lado; ellos niegan la supuesta "teoría de los dos demonios", sub-argumentando que lo que existió fue un llamado "terrorismo de Estado" (lo mismo que dicen que hizo el Generalísimo ahí en España); pero eso es MENTIRA. No hubo un plan sistemático de los militares para torturar gente, hubieron excesos sí, pero quienes comenzaron la guerra y atentaron contra las instituciones democráticas fueron los comunistas, que querían convertir mi país en una segunda Cuba. Se habla sólo de los desaparecidos y las víctimas comunistas, pero nunca de la otra cara, nunca hay memoria para las víctimas de la subversión terrorista; nunca hay memoria para los caídos en defensa de la Patria.
A Montevideo yo la llamo "Bolchelandia" o "Zurdópolis", porque casi todos son comunistas, casi todos odian a las FF.AA. y a la Iglesia Católica. Además en la Universidad tienen una visión materialista dialéctica de la historia, donde la misma no es más que el enfrentamiento entre dominantes y dominados; y yo NO creo en eso, yo soy cristiano y tengo una visión providencialista de la historia, pues sé que Dios es el protagonista de la historia, que actúa a través de la Divina Providencia, y a través de sus elegidos, los hacedores de la historia: los santos, los mártires, los héroes, los sabios, y no las masas vulgares, que lo único que hacen es desmantelar la historia y no las condiciones de existencia y los medios de producción como decía Marx, que convertía al hombre en un mero engranaje de un mecanicismo social. Para mí los hombres somos hijos de Dios y es ÉL el Soberano, Él es el Regidor, el Gobernante, y nosotros somos sus instrumentos. ¡NO al materialismo ateo! Y ¡SÍ a la verdadera memoria histórica! Porque yo tengo la esperanza de que al final se sabrá la toda la verdad.
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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