Re: ¡Adiós, ZP, adiós!
Estimados camaradas españoles:
Me alegra que se vaya el malvado ZP, pero lamentablemente si se sigue con la democracia liberal vendrá otro peor. Es la hora de hacer algo, para acabar con ese malvado sistema, es la hora de reaccionar; no sé cómo podría hacerse, pero es justo y necesario que se haga otro Alzamiento Nacional. Tal vez sea una oportunidad para cambiar; creo que es hora de que todos los patriotas, sean carlistas, falangistas, franquistas, u otros similares se unan por un fin común: España.
No sé cómo se podría hacer para convencer a la gente, en una sociedad infestada de marxismo cultural y progresismo, pero es el momento de actuar. Desde aquí, apoyo completamente un eventual golpe de Estado patriótico en contra de la pérfida democracia liberal. Hay que derrocar al falso rey y sustituirlo por Don Sixto; esta vez no hay que cometer los mismos errores del pasado, cuando se nombró mal al sucesor. Esta vez sería mejor dirigir un gobierno provisorio con una Junta Militar, estabilizar un gobierno fuerte y finalmente coronar a Don Sixto. Eliminar los partidos políticos para siempre; proscribir por completo al marxismo, restaurar el viejo Tribunal especial para la represión de la masonería y el comunismo, expulsar a todos (sin excepción) los judíos, serían algunas de las medidas...
¡Saludos romanos desde Uruguay!
Última edición por Nicus; 31/07/2011 a las 01:03
Razón: Retiré la petición de expulsión, porque ya se hizo
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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