Carrillo “In memoriam”
Es frecuente, que cuando fallece una buena persona, especialmente si es de manera trágica, los creyentes se pregunten ¿por qué lo has permitido Dios mío?
Sensu contrario, la plácida muerte de Carrillo, que en justicia debería haber muerto ocho mil veces antes en el garrote vil, nos hace formularnos la misma pregunta. Al poco tiempo de su regreso a España, aunque gozaba secretamente de la alta protección de algún encumbrado amigo, El Àlcázar publicó este terrible testimonio sobre las fechorías de la "Hiena Roja".
Naturalmente D. Santiago no se querelló contra el periódico por difamación, pues todavía existían testigos directos, que aunque ya no podían serlo de cargo por haber prescrito el genocidio de Paracuellos, pondrían en dificultades a sus "encumbrados amigos" y al cometido que estos pensaban asignarle.
Posteriormente, a medida de que el rojerío y la progresía ocultaba y desvirtuaba la reciente historia de España, D. Santiago fue perdiendo el miedo y la vergüenza, comenzó a dar lecciones de "democracia" en conferencias y tertulias, mientras se le prodigaban abrazos y muestras públicas de real aprecio. Si alguien tiene la más mínima duda de la responsabilidad de Carrillo en el genocidio de Paracuellos, que se lea el libro CARRILLO MIENTE; 156 Documentos contra 103 falsedades de Ricardo de la Cierva (Editorial Fénix Serie Máxima 1994) donde con el conocido rigor de este catedrático de historia, establece de forma irrebatible la verdad. Pero es que además, como lo prueba este documento del Álcázar, no sólo ordenó las matanzas, en bastantes casos tomó parte personal y directa en asesinatos y torturas.
Corresponde ahora a Dios hacer justicia, mientras que a todos los españoles nos alcanza la responsabilidad por haber permitido que pasara tanto tiempo antes de que se presentara a su inapelable juicio.DESCARGAR EL DOCUMENTO EN PDFEste repugnante individuo, cobarde como el que más, no pegó ni un tiro en el frente ni tuvo la decencia ni la vergüenza de coger un fusil y luchar como un hombre por sus convicciones. Se limitó a ser un “Fu-Manchú a la española”, mandando torturar monjas, vejando y asesinando a mujeres inocentes y rematando cadáveres que, como tales, ya no podían defenderse. Quiera la “Memoria histérica” de izquierdas ó no, mandó matar premeditadamente y con alevosía y ensañamiento a una cifra de entre 2.000 y 5.000 presos en un genocidio sin precedentes en la Historia de España al más puro estilo stalinista. Desde el exilio mandó matar también incluso a “camaradas” de su propio partido que permanecían en España en la época de Franco por el mero hecho de desconfiar de ellos.
Nos lo han presentado como un héroe de la Transición y un sufrido político que contribuyó a la estabilicacion de la ¿democracia? en España. Lo nombraron doctor “honoris causa” de varias universidades. Mayor Oreja, (lo que algunos llaman “lo mejorcito del P.P.), hizo la payasada de entregarle la peluca con la que se disfrazaba para entrar en España clandestinamente en vida de Franco porque no tenía valor de hacerlo a las claras. Y para colmo le han rendido honores casi de Estado al haber estirado la pata, llegando el ¿Rey? incluso a visitar a su viuda en su propia casa la tarde en la que este asesino dejó de vivir.
Carrillo no fué un héroe, ni un militar, ni un guerrillero, ni un ideólogo, ni un combatiente. Carrillo fué un auténtico genocida asesino y un terrorista de retaguardia que no tuvo valor para dar la cara de nada en toda su vida. Dicen que cuando Tejero entró en el Congreso, tan sólo Suárez, “el Guti” y él se quedaron sentados en sus asientos. Seguramente en su caso, eso se debió a que la porquería que se hizo encima al ver los bigotes del Teniente Coronel con la pistola en la mano le impidió despegar el culo del escaño.
Tiene razón el articulista. Vivió más de lo que hubiera debido vivir y gozó de unos privilegios que nunca debió gozar. Para que luego digan que el tabaco mata…
Dicen, (y la fuente es buena y de primera mano), que la Pasionaria pidió confesión y un sacerdote antes de morirse. A este asesino indultado por la Historia no le ha dado tiempo porque se ha muerto durmiendo la siesta. No me alegro de ello, pero es una muestra más de que Dios existe. Me queda al menos la seguridad de que ahora estará ardiendo en los profundos infiernos con su “padrecito” Stalin. Y sin tabaco…
Carrillo “In memoriam” – Blog de la Comunión Tradicionalista Carlista de Andalucia
«Santiago Carrillo estranguló a su primera mujer»
ROSA BELMONTE / Madrid
En la novela «Con la piel de cordero», el periodista Josele Sánchez documenta un catálogo de atrocidades del dirigente comunista
ABC
Santiago Carrillo junto a La Pasionaria en 1976
En la «Apología», Guillermo de Orange acusa a Felipe II de asesinar a su hijo Carlos y a su mujer, Isabel de Valois. Minucias. En «Con la piel de cordero», el periodista Josele Sánchez cuenta cosas peores de Santiago Carrillo. Hay muchas más víctimas. Con nombres, apellidos y piolets. Se trata de una novela documentada históricamente. «Llevo dos años estudiando a Carrillo. Son hechos demostrables porque si no, ahí están los juzgados. Evidentemente tengo que tener muy documentado lo que afirmo sobre Santiago Carrillo para hacerlo con esa contundencia. Santiago Carrillofue un genocida, un asesino y, además, absolutamente despreciable como ser humano. Y ha pasado a la historia como todo lo contrario», dice Josele Sánchez en conversación telefónica con ABC.
El protagonista de la novela editada por Círculo rojo y que sale a la venta el 19 de diciembre no es Carrillo. Es Marcos Larrazábal, un periodista que debe investigar al dirigente comunista y se va encontrando con los datos que sostiene en esta entrevista Josele Sánchez (Buñol, 1964). «Tenía una primera mujer que se llamaba Asunción, Chon, asturiana, que le acompañó en su huída de España. Primero a Francia y luego la dejó en Uruguay y a sus camaradas, encargados de que no la dejaran regresar a Europa. Pero vuelve y se la encuentra en Francia. Tienen una fuerte discusión en la casa de Dolores Ibarruri. La asesina, la estrangula y la entierra en el chalet de la Pasionaria. La historia estaba en “Así destruyó Carrillo el PCE”. El libro de Líster se publicó quitando esa parte».
Además, Josele Sánchez asegura que Santiago Carrillo fue el máximo responsable del asesinato de Leon Trotski en México. «Es una orden directa de Stalin. Santiago Carrillo es el supervisor de toda la operación. En la novela aparecen todos los detalles históricos. Diego Rivera y Pablo Neruda ofrecieron la cobertura necesaria para que Ramón Mercader asesinara a Trotski, después de un primer intento».
«Ya no se trata solo de lo que ocurrió en Paracuellos. En este libro se habla de una campaña selectiva de exterminio de militantes comunistas que discrepaban de su línea estratégica. Salen 122 nombres en España y 43 en territorio francés. Nombres, apellidos, lugar de ejecución, fecha de ejecución... Y la mayoría de ellos están considerados por el Ministerio de Cultura como asesinados por el franqusimo, como represaliados».
También aparece en la muerte de José Antonio Primo de Rivera. «Se produce una reunión en Valencia el 17 de noviembre del 36, donde intervienen Indalecio Prieto, el fiscal y el juez que tenían que llevar el proceso. Se presenta desde Madrid Santiago Carrillo, consejero de Orden Público, que nada tenía que ver con esa reunión. Llega con la orden clara de Stalin de que José Antonio sea fusilado. Y consigue cumplirla». Según el autor, hay un pacto previo a la Transición para proteger a Santiago Carrillo y blanquearle el pasado. «El único exiliado que no pudo volver a España fue Segundo Serrano Poncela, número dos de Carrillo en Paracuellos. Eso no fue casual».
Por lo demás, «Con la piel de cordero» es una novela con argumento. Con nudo, con desenlace. Y hasta con una historia de amor. Del periodista Larrazábal, no de Carrillo.
«Santiago Carrillo estranguló a su primera mujer» - ABC de Sevilla
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