Re: Ante el 26-J
Bueno, veo que el tema se ha animado, como debe de ser. Lo que yo pienso no es lo que piensan en Falange Española, ni en las "otras" Falanges, mi objetivo, como ya sabéis y que no me canso de repetir aquí y allá (para ir generando clima de discusión entre la gente), es lo que defino como una necesidad en España si se quiere dar un vuelco a la situación actual.
Los que sois franquistas habéis reaccionado acusando a los falangistas de su antipatía, o abierta enemistad, contra Franco, pero hoy en día no se puede ir pensando de ese modo y doy mis razones para decir esto.
1.- El franquismo desapareció con Franco por la sencilla razón de que su régimen fue "personal", no fundamentado en una ideología concreta.
2.- Él mismo previó que después de su desaparición habrían de producirse cambios, entre otras razones porque las generaciones siempre cambian respecto a las anteriores.
3.- Asimismo no acertó en sus cálculos con su sucesor, que le salió "rana", ni con su famoso "atado y bien atado", nudo gordiano que entre la tropa de enanos que vinieron después se encargaron de cortar. Tampoco tuvo mucho tino, salvo como buena intención o mero acto de fe, al afirmar que "España era la reserva espiritual de Occidente", pues a la vista está que una buena parte de su sociedad es el retrete moral de Europa.
4.- Por otra parte, la naturaleza especial y particular de los hechos que dieron lugar al surgimiento de su régimen, no tiene una continuidad posible razonable. Ejemplos de ello son el "neogaullismo" francés o el pretendido "peronismo" argentino que ha sido exprimido hasta la saciedad sin contenido real alguno, hay que suponer que salvo entre cuatro intelectuales. Y es que este es un aspecto que siempre caracteriza a toda figura histórica, porque lo que sostiene a las sociedades son sólo las propias sociedades.
De tal modo, en mi opinión, hay que re-inventar un nuevo modelo de proyecto nacional, que puede contener muchos elementos de antaño pero mirando hacia el futuro. eso exige imaginación y esfuerzo y en estos momentos la sociedad española es pasota, hay que darle las cosas hechas y empaquetadas en bandejas asépticas, aunque después un sector importante, al menos por su número, siga apostando por el viejo polvo gris de la paleontología política (Liberalismo/Marxismo en cualquiera de sus versiones y bajo toda una baraja de siglas de lo más "orinal").
El exigir el voto obligatorio no es algo que me produzca un especial placer, no es que me guste ir a las urnas por narices cuando corresponda, es que es la forma de que la molicie desaparezca, que quienes se tienen que mojar lo vuelvan a hacer, de que la gente joven que todavía no se ha enterado de que "A reunión de pastores, ovejas muertas" (los "pastores" son los partidos en lo que por ahora es "SU" Parlamento, y las ovejas todos los tontos que metemos la cabeza en el agujero del suelo), y que a esos "pastores" hay que reducirlos y darles sus justas dimensiones. Mientras no se haga nada, pasará que el mal seguirá creciendo, porque como dijo Edmund BURKE, "el mal triunfa donde los hombres buenos no hacen nada", es una realidad.
Por si alguien lo prefiere, en lugar de proponer el voto para agrupación alguna, el objetivo sea la ya urgente movilización de los patriotas recordando, cuando las hienas y chacales insulten, aquello de "ladran, luego cabalgamos", el problema es que ladran igualmente de forma histérica pero nadie cabalga, ¿sabéis porqué? pues porque miran lo que está creciendo en Europa y temen ya que aquí también llegue.
Última edición por Valmadian; 24/05/2016 a las 23:24
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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