Carta al Generalísimo de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Santa Cruz por el mismo hecho:

“Pamplona a 1º de febrero de 1942.

Exmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde,
Generalisimo de los Ejercitos Nacionales y Jefe del Estado Español.
Madrid

Excelentísimo Señor:

Un puñado de españoles bastardos, de esa ralea fatal de ensayistas que tantos daños acarrearon a la Madre Patria, se atreven a levantar cabeza y decir que la guerra, gloriosa e invictamente acaudillada por Vuecencia, no fue una Cruzada.
Para ellos, pues, ni hubo persecución roja, ni incendios de Iglesias, ni asesinato de sacerdotes, ni ultraje de vírgenes, ni sacrificio de millares y millares de españoles por el delito de amar a Dios y a la Patria, ni alianza de rojos con ateos rusos; o si hubo algo de eso, fué en represalia a la tropelías de las derechas españolas, bravuconas y jaques.
Nosotros que tuvimos la suerte de ser soldados Voluntarios de Vuecencia desde el primer día, nosotros y nuestros hermanos muertos en campaña, salimos a ella persuadidos de que íbamos a una guerra santa; y por eso salieron con nosotros nuestros valientes y ejemplares sacerdotes.
La misma idea llevó a Vuecencia a ser el Caudillo de la Fé y el paladín de los santos ideales de España. A dirigir una Cruzada –y nosotros creemos que la más limpia de la Historia- salio Vuecencia; y Dios puso en su espada la gloria de la victoria más esplendorosa.
Pues bien, Excelentísimo Señor, los que para sufragar el alma de nuestros compañeros muertos, para llevarlos siempre insepultos en la nuestra, para vivir y hacer vivir a nuestros hijos el recuerdo de sus gestas gloriosas y de la visión de nuestras cicatrices formamos parte de la Hermandad erigida por la Iglesia de “CABALLEROS VOLUNTARIOS DE LA CRUZ” hemos sentido el latigazo mas duro en nuestro honor al saber la insidia de esos falsos que pusieron, a la sombra de una pretendida intelectualidad, su infame cobardía para quedarse clavados en retaguardia cuando los Cruzados marchábamos acaudillados por Vuecencia, cara a la muerte a rescatar de ateos y traidores a la España de nuestros abuelos, a la España inmortal que redimía vuestra valentía y estrategia.
Estamos ciertos de interpretar la amargura e indignación que siente Vuecencia que no se cansa de decir que la guerra fué Cruzada, hacia esos escritorzuelos derrotistas, estilo Laín Entralgo –Sub-director de la Revista “Escorial”- briosamente desenmascarado por el Diario de esta Capital “ARRIBA ESPAÑA”; y nos atrevemos a pedirle como soldados siempre a sus órdenes para la defensa de los ideales de Dios y España, que mande atajar esa asquerosa insidia, considerando como reo de lesa Patria al que se atreva a decir que no fué Cruzada nuestra guerra; pues el decirlo es babear sarcasmo sobre nuestros dolores y la losa de nuestros muertos".

De Vuecencia seguro servidor, en nombre de la HERMANDAD DE CABALLEROS VOLUNTARIOS DE LA CRUZ.

EL CABALLERO MUTILADO Y PRIOR
Firmado: NACISO RIPA” (Se respeta la grafía original)

Arbil, nº125 El Sentido de la Guerra de España de 1936. Lain Entralgo, revueltas anticomunistas, y testimonios de los “cruzados”