Garzón abre la primera causa contra el Franquismo por cometer "crímenes contra la humanidad".
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón autorizó, "a la mayor urgencia", la apertura de 19 fosas en toda España en las que estima se encuentran restos de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista (1936-1975). El juez considera que los delitos cometidos en esos años son constitutivos de un delito de detención ilegal sin dar razón de paradero, lo que, según él, encaja en el contexto de 'crímenes contra la humanidad', tal y como estableció el Tribunal Supremo al condenar al ex militar Adolfo Scilingo por las desapariciones en Argentina.
Esta es una de las medidas acordadas por el juez en el auto de 68 folios en el que se declara competente para investigar las denuncias de 22 asociaciones de familiares de desaparecidos, de los que reconoce que su suplicio "ha sido permanente porque no supieron si las víctimas" estaban vivas o muertas, "lo que les convierte asimismo en víctimas".
Garzón enmarca la competencia de la Audiencia Nacional en que los hechos, "nunca investigados" por la Justicia española y que además encajan en el delito contra altos organismos de la nación, que no habría prescrito porque está conexo con el de detención forzada, que permanece en el tiempo, como ocurre con las desapariciones de Publio Cordón y Santiago Corella, "el Nani", cuyos cuerpos no han sido encontrados.
Según el juez, "el alzamiento o insurrección armada" del 18 de julio de 1936 "fue una decisión perfectamente planeada y dirigida a acabar con la forma de Gobierno de España en ese momento, atacando y ordenando la detención e incluso la eliminación física de personas que ostentaban responsabilidad en los altos organismos de la Nación", eliminación de personas que "continuó, en mayor o menor medida", al acabar la guerra.
Como ejemplo de ello, expone, entre otros indicios, unas declaraciones del dictador Francisco Franco a un periodista del 'Chicago Daily Tribune' el 27 de julio de 1936 en las que aseguraba que su batalla era contra un bando que luchaba "contra España" y que seguiría adelante "a cualquier precio" y, al decirle el redactor que para ello tendría que "matar a media España", el general responde: "he dicho que al precio que sea".
Franco, uno de los responsables
Por ello, apunta como responsables de estos hechos a 35 altos cargos del régimen franquista, desde el dictador Francisco Franco a Francisco Regalado, y pide que se aporte el certificado de defunción a efectos de declarar la extinción de responsabilidad penal de todos ellos.
También reclama al Ministerio del Interior que identifique a los máximos dirigentes de Falange desde el 17 julio de 1936 hasta el 3 de diciembre 1951 y, una vez identificados, acordara lo necesario sobre la imputación o extinción de responsabilidad en caso de fallecimiento. Todo, "sin perjuicio de que existan otros responsables no identificados que junto con la estructura dirigente hubieran participado en la ideación y desarrollo de este plan sistemático de exterminio dilatado en el tiempo, y de que puedan existir personas concretas vivas que pudieran haber cometido hechos" particulares que "deban ser objeto de investigación separada en casa caso".
Garzón asegura que investigará "con el máximo respeto para todas las víctimas que padecieron" violación de derechos durante la Guerra Civil y la posguerra, "con independencia de su adscripción política, ideológica, religiosa o de cualquier otra clase". No obstante, el auto señala que "un examen imparcial y sereno de los hechos nos lleva también a afirmar que al igual que los vencedores de la Guerra Civil aplicaron su derecho a los vencidos y desplegaron toda la acción del Estado para la localización, identificación y reparación de las víctimas caídas de la parte vencedora, no aconteció lo mismo respecto de los vencidos que además fueron perseguidos, encarcelados, desaparecidos y torturados".
La investigación -destaca- se limita a "la desaparición forzada de personas" y "no se trata de hacer una revisión en sede judicial de la Guerra Civil" porque ello "supondría la formación de una especie de causa general" que, puntualiza, ya se formó recién acabada la guerra.
Entre las fosas que el juez permite abrir, mediante "los exhortos correspondientes a los juzgados territorialmente competentes", destaca la de Víznar en Granada en la que está enterrado Federico García Lorca y de la que una de las denunciantes ha pedido que se exhume el cuerpo de su abuelo, Dióscoro Galindo.
En total, las fosas a las que afecta esta medida se encuentran, además de en Granada (Víznar y Alfacar), en Córdoba, Toledo (Parrillas), Burgos (Adrada de Haza, Valdenoceda y San Juan del Monte) y León (La Robla, Ponferrada, Balboa, Dehesas, Camponaraya, Magaz de Abajo, Tejedo del Sil y Carucedo ). También se procederá a la apertura de las fosas de La Palma del Condado, Bonares y Niebla (todas en Huelva), Fuerte San Cristóbal y La Serna (Madrid).
Para facilitar la labor de las exhumaciones, el juez ha creado un grupo de siete expertos (cinco propuestos por las partes y dos por el juzgado) para que elaboren un informe con el número total de víctimas, que según las asociaciones suman más de 133.000, y otro grupo de Policía Judicial, con un jefe y 9 funcionaros con competencia en toda España, para colaborar con los expertos. Ambos grupos deberán coordinarse con los juzgados territoriales a los que corresponderá acordar la apertura de las fosas "para fijar el día de la exhumación y, en su caso, levantamiento de cadáver y traslado de restos, que deberá ser comunicado" al juzgado de Garzón.
La Fiscalía recurrirá
Por su parte, la Fiscalía ya anunció también que recurrirá esta decisión, que podría llegar a ser revisada por el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, al entender que la Audiencia Nacional no es competente para investigar estos hechos. Para la Fiscalía, que cree que los delitos han prescrito en virtud de Ley de Amnistía (1977), las exhumaciones ya están contempladas en la Ley de Memoria Histórica y los hechos son, en todo caso, competencia de los juzgados territoriales, ya que el concepto de crímenes contra la humanidad que Garzón esgrime para declararse competente, comenzó a aplicarse desde los juicios de Nuremberg en 1945 y no tiene efectos retroactivos.
Viernes, 17 de octubre de 2008
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
Los trabajos en las fosas, en el plazo de un mes.El abogado Fernando Magán, representante de las asociaciones que presentaron la denuncia que ha promovido el auto de Garzón, estima que las exhumaciones de los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura podrían iniciarse «en un mes». Magán declaró a Servimedia que «no hay prioridad» a la hora de elegir fosa para iniciar el proceso.
Viernes, 17 de octubre de 2008
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
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con trabajos y aflicciones
contra moros".
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El auto de Garzón
JUAN MANUEL DE PRADA
Lunes, 20-10-08
LA causa general contra el franquismo abierta por el juez Garzón nos permite ilustrar un fenómeno muy propio de nuestra época, al que ya nos hemos referido en numerosas ocasiones. Se trata del sometimiento del Derecho a conveniencias coyunturales, de la sustitución de la lógica jurídica por un conglomerado de mecanismos emotivos que apuntalan una determinada concepción ideológica de la realidad. El auto de Garzón está plagado de inconsistencias lógicas que provocan el repudio de cualquier persona mínimamente instruida. Así, por ejemplo, en algún pasaje de dicho auto se reconoce que también los vencidos perpetraron «actos violentos execrables, masacres y violaciones»; pero se justifica que tales actos no sean ahora incluidos en esta causa porque los vencedores ya se encargaron en su día de «hacer justicia». Tal vez esta argumentación cuele en un debate televisivo, entre exabruptos voncingleros y salidas de pata de banco, pero en términos jurídicos se nos antoja inadmisible. En primer lugar, resulta notorio que muchos crímenes execrables perpetrados por los vencidos durante la Guerra Civil han quedado impunes; en segundo lugar, resulta más notorio aún que no se podría dar por buena la justicia impartida por un régimen político al que se está acusando al mismo tiempo de cometer «crímenes contra la humanidad». Se trata de un contrasentido flagrante; o de algo mucho más perverso: pues para que hubiera contrasentido, se requeriría el concurso de dos sentidos encontrados. Aquí sólo hay sinsentido enmascarado de emotividad.
Al tratarse de un auto en el que cada párrafo incluye al menos un «non sequitur» desde el punto de vista jurídico o meramente lógico, entrar a analizar sus inconsecuencias equivale a caer en la trampa de aceptar el «sistema mental» que las ha urdido. Sería tanto, en fin, como entrar a discutir con un visionario si sus visiones y fantasmagorías son del todo o sólo en parte descabelladas, en lugar de diagnosticar el trastorno que las ocasiona. Para mí, el trastorno que anima este auto es de naturaleza megalómana; y lo que esa megalomanía persigue no es otra cosa que declarar inacabada la Guerra Civil, para volver a librarla en los despachos, con resultado diverso, setenta años después. Que era, por cierto, el mismo propósito que animaba a nuestros gobernantes, cuando se sacaron de la chistera el tabarrón de la memoria histórica; sólo que a nuestros gobernantes aquel propósito se les escapó de las manos, puesto que consiguieron, en efecto, que las viejas heridas volviesen a sangrar, pero no que los españoles aceptasen pacíficamente la versión oficial que se pretendía imponer. Puesto que tal versión no se pudo establecer mediante la propaganda política, llega ahora Garzón a otorgarle cobertura jurídica en un rapto de megalomanía. Pero ya se sabe que la megalomanía es un impulso emotivo reñido con la probidad.
Si se hubiese conformado con ganar la Guerra Civil y rectificar la Historia desde su despacho de la Audiencia Nacional, la empresa de Garzón sólo se nos antojaría desquiciada, como aquella votación de los ateneístas en la que decidieron sobre la existencia de Dios. Pero Garzón ha mezclado a los muertos en un zurriburri espantoso, usándolos como coartada y a la vez como escudo protector, de tal modo que cualquiera que ose criticar su auto se convierta ipso facto en una alimaña que niega a los hijos o nietos de quienes fueron fusilados y enterrados en una fosa común la posibilidad de identificar los restos de sus antepasados. Y aquí es donde el auto de Garzón deja de ser descabellado, para hacerse alevoso, pues para favorecer esas identificaciones no hacía falta incoar un simulacro de proceso que sólo satisfará el prurito megalómano del juez y las sórdidas pretensiones de pescadores en río revuelto, que han encontrado en la moda del frenesí exhumatorio una cortina de humo a su resentimiento. Mientras tal frenesí se desata, seguimos sin noticias de aquella fosa común que hace unos meses se halló en Alcalá de Henares, seguramente abastecida con víctimas procedentes de los calabozos del SIM; pero para Garzón estas víctimas -como tantas otras caídas en zona republicana- no existen, porque con ellas ya se hizo justicia. Que es una forma cínica de decirles que se pudran.
http://www.abcdesevilla.es/20081020/...-20081020.html
Que con lo mal que está la situación (2.700.000 desempleados, que serán 3 millones el año que viene), tratan de distraer a la gente con cortinas de humo. Con los problemas tan graves que hay en España, revuelven las tumbas para distraer. De paso que siembran odio y reavivan rencores extinguidos hace muchas décadas.
Patético Garzón. ZP le abandona, no quiere hundirse con él en el ridículo
“El franquismo ya ha sido juzgado por la historia”
La derecha política española se divierte con el encausamiento del cadáver de Franco. El presidente del Gobierno teme que la ley de memoria histórica se vuelva contra él y le quite popularidad
Por muy poderoso que sea un político, si cae en el ridículo pierde toda su fuerza. El presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, hombre inculto pero con un gran olfato para mantener el voto, se ha dado cuenta de que su amigo, el juez Baltasar Garzón, que tan útil ha resultado siempre al socialismo, ha llevado su vedetismo demasiado lejos. La Ley de memoria histórica ya levanta ampollas y, sobre todo, resucitaba el enterrado enfrentamiento entras las dos españas, pero ya lo del juicio al franquismo supone dar un paso más, y la certificación de la muerte de Franco ha convertido la irritación en pitorreo sobre el juez-vedete.
De ahí que ZP se haya desmarcado: “El franquismo ya ha sido juzgado por la historia”, unido al consabido tópico sobre el respeto a las decisiones judiciales, lo que significa que Moncloa se desmarca de la majadería garzoniana. Teme el presidente del Gobierno que el asunto se vuelva contra él, lo que debe ser evitado cuidadosamente.
http://www.hispanidad.com/completo.aspx
Nos reímos con Garzón
Sr. Director:
Ya sé que no esta bien reírse de nadie y mucho menos de un juez, pero yo, don Baltasar, no me río de usted, me río con usted que es distinto y, es que el exigir un cerificado para asegurarse de que Franco está muerto, qué le voy hacer, a mí me parece una “Garzonada” que sin poderlo remediar me ha provocado la risa hasta dolerme la tripa, muchas gracias señor Garzón pues hacía mucho tiempo que no me reía con tantas ganas.
Señor Garzón: He leído en algún sitio que hay un proverbio jurídico que dice “no hace falta comprobar lo obvio.” El que Franco está muerto lo certifica el hecho de que usted pueda hacer lo que está haciendo, si Franco estuviera vivo, ¿tendría usted las agallas suficientes para hacer lo que está haciendo?
Perdóneme don Baltasar si yo pienso que no, si Franco estuviera vivo usted seguiría siendo un juez estrella, pues ese parece ser su destino, su foto es casi seguro que aparecería con frecuencia en las portadas del Arriba, El Alcazar, Pueblo y todos los diarios del Movimiento con titulares más o menos como este. “El juez Garzón dicta orden de caza y captura contra Santiago Carrillo”.
“El juez don Baltasar Garzón fiel a los principios de Movimiento, ha decidido juzgar a Santiago Carrillo por sus crímenes antes y durante nuestra Gloriosa Cruzada Nacional, especialmente por los asesinatos de Paracuellos del Jarama.”
Señor Garzón, tal y como está la justicia, tal y como está la economía, ¿usted cree razonable gastar más de 130 millones de euros en esa ocurrencia suya? ¿No sería mejor gastar ese dinero en ordenadores y un plan informático que agilice la acción de la justicia?
Mire don Baltasar, a los españoles, al menos a los españoles de mi pequeño mundo, nos gustaría que usted se ocupara en despejar la X y, de saber quién dio el chivatazo del bar Faisán, juzgándolo y condenándolo si a ello hubiera lugar.
Juan Escribano Valero
http://www.hispanidad.com/completo.aspx
Completamente deacuerdo, el tipo este estuvo en Afganistán, grabando un capítulo de informe semanal, sobre algo de dicho país.
El tipo solo lo hacia por salir en la tele y por hacerse el héroe puediendo decir: ''yo estuve en Kabul cuatro días''.
La corte de esbirros y servidores que se llevó al país centro asiático tambien tenia su tamaño.Este tipo es un OPORTUNISTA de tomo y lomo, solo quiere medrar.
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
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