Todo esto que hacen nuestros progres tiene una dilatada tradición. Podríamos remontarnos a los cultos paganos de carácter civil que animó Juliano el Apóstata, pero más reciente nos quedará reparar en la serie de pantomimas ritualísticas que se desarrollaron durante la Revolución francesa. Permítamente una cita, de un libro que recomiendo.
"Las fiestas nacionales y los "cultos" revolucionarios forman parte de este plan preconcebido de destrucción de la religión cristiana. En este aspecto los fructidorianos no innovan, desde luego, pero amplían y acentúan la política empleada por el Directorio desde sus comienzos. El Estado republicano del Directorio se atribuye inmediatamente una misión moral. Se ha hecho la Revolución, se ha establecido la República. Ahora hay que educar a los ciudadanos y el nuevo régimen se emplea a fondo en esa tarea. Las fiestas y los cultos forman parte de su empeño. La oficina de las fiestas nacionales depende de la Dirección Central de la Instrucción Pública, que, a su vez, es una de las Direcciones del Ministerio del Interior. Las fiestas dependen de la educación, que depende de la policía. El historiador Mathiez comenta: "El estado se hace cargo de las almas".
El resultado es la estatalización de las fiestas y de los cultos. Bajo la Convención había modelos, pero escasa o ninguna reglamentación. De ahora en adelante todo está reglamentado. El Ministerio del Interior envía a las administraciones centrales de los departamentos unas circulares extremadamente concretas fijando hasta los menores detalles del ceremonial. Hay dos ministros que se muestran especialmente prolijos: Bénézech y F. de Neufchateau. Son de destacar también las repetidas intervenciones de dos directores. La Revillière-Lépeaux y Merlin de Douai. El primero es el patrocinador oficial del culto filantrópico y el segundo el instaurador del culto decadario."
Cristianismo y revolución, de Jean de Viguerie. Puede leerse en edición digital:
Cristianismo y revolución: cinco ... - Búsqueda de libros de Google
Y así como los casos documentados por Jean de Viguerie, pensemos en otra de esas religiones estatales de la Revolución francesa: la Teantropofilia de Chemin-Dupontés. En cuanto a este culto idolátrico de regusto tan masónico -el de Chemin-Dupontés-, véase esta imagen, más propia de la arqueología de los disparates pseudo-religiosos:
"Contenant l'exposition de leurs dogmes, de leur morale et de leurs pratiques religieuses, avec une instruction sur l'organisation et la célébration du culte. 2e édit. (60pp.) - Suivi de : Instruction élémentaire sur la morale religieuse, par demandes et réponses... (48pp.) - et suivi de : Année religieuse des théophilantropes ou adorateurs de Dieu et amis des hommes; recueil de discours, lectures, hymnes et cantiques..., 2 parties de 214 & 180pp., ill. de 4 planches de musique gravées se dépl., Paris, au bureau de l'abeille politique, an V-1797, en 1 vol. in 16. pl. basane mouchetée époque, dos lisse orné, nbr. rousseurs. (ex-libris gravé "Ex-bibliotheca de Cardenas") Recueil de textes rares. Rituel du culte théophilantropique, ou culte public de la religion naturelle, par un des fondateurs de la théophilantropie, qui devint ensuite un des hauts dignitaires de la franc-maçonnerie écossaise." La negrita es nuestra.
El culto teofilantrópico ya existía antes de Fructidor. Este es el "Manual de los teofilántropos", obra del referido Chemin-Dupontès, de septiembre de 1796. La primera ceremonia de esta pseudo-religión se celebró el 26 nivoso del año V (que corresponde al 15 de enero de 1797: repárese en el cambio nominal del Calendario que practicaron los revolucionarios, también es elocuente). Después del Golpe de Estado, en otoño de 1797, este falso culto ve engrosar las filas de sus secuaces, incluyéndose muchos sacerdotes católicos que habían caído en la apostasía.
Estos camaradas de Zerolo se creen innovadores, transgresores y rupturistas, como si inventaran algo nuevo, pero como dijera Salomón: "Nada hay nuevo bajo el sol"... Hijos son -aquellos franceses y estos socialistas aborígenes- de la misma maldita Serpiente Antigua, la misma que María Santísima aplastará bajo su pie (puse a la cabecera de este post una imagen de la Virgen María pisando a la serpiente, como profetiza el Génesis):
Ipsa conteret!
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