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Tema: Reino de Cerdeña y Córcega

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  1. #1
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Tradiciones españolas en el Reyno de Cerdeña y Córcega:



    Pascua 2012 en Cerdeña para descubrir las procesiones de la Semana Santa en Cerdeña
    Iglesias (Cerdeña) - Italia

    image.jpg


    Hoy exploramos los pueblos de la provincia de Cagliari, del Medio Campidano y de la provincia de Carbonia Iglesias donde la Semana Santa es muy vivida y las tradiciones medievales de estas procesiones han llegado tan lejos casi sin cambios.

    Cagliari

    En Cagliari, las procesiones de la Semana Santa se llevan a cabo basándose en el modelo de los antiguos ritos españoles del ámbito catalán. Estas procesiones se realizan desde el siglo XVI, por varias cofradías que tienen lugar entre los barrios de Villanova y Stampace.
    Las Procesiones de los Santi Misteri IS MISTERIUS de Villanova, con los Simulacri scolpiti del LONIS se realizarán el 6 de Abril del 2012 y como dicta la tradición, pasarán por los distritos de Villanova y Stampace y por sus iglesias. Las cofradías en túnica blanca con capucha y las mujeres vestidas de riguroso color negro son el elemento folclorístico
    Una procesión particular seguida todos los años por miles de fieles, curiosos, turistas y apasionados de los ritos medievales que tocará las siete estaciones y las siete iglesias. La Iglesia de San Giovanni, la Iglesia de las Monache Cappuccine, la Iglesia de Sant'Antonio, la Iglesia Santa Rosalia - San Salvatore Da Horta, la Iglesia de San Vincenzo de Paoli, LA Iglesia de San Domenico – cripta y finalmente la Iglesia de San Giacomo.
    En su lugar el sábado se realizará el rito de S'iscravamentu, mientras que el domingo se hará el s'Incontru dominical.

    Domusnovas CI

    Si paramos en Domusnovas, en la provincia de Carbonia e Iglesias en la Cerdeña Sur Occidental,donde las Procesiones de la Semana Santa son todavía sentidas y recordadas y estas ceremonias religiosas siguen modelos que se remontan al siglo XIV-XV.
    Las Procesiones de la Semana Santa de Domusnovas introducen la figura (que será presente en otros pueblos) del "Baballottis", figura cubierta de capucha que antiguamente se hacía como símbolo de penitencia e iniciando con la procesión "Sa Mamma chi circara su Fillu" o la procesión de María que busca por las calles a su hijo. El Viernes Santo es el día más intenso de las celebraciones. Los "Baballottis" con las "matraccas" hasta la tarde, seguido por las procesiones seguidas por los demás participantes.

    Iglesias CI

    Iglesias, una de las ciudades más españolas de Cerdeña, Villa de Iglesias la Spagna y su dominio se hizo eco en muchos aspectos de la ciudad.
    Desde la arquitectura y las costumbres, las tradiciones, la gente y los ritos de la Semana Santa son la máxima expresión de este legado. Las Procesiones inician con el martes Santo cuando se realiza la Procesión de los Misterios. Desde la Iglesia de San Michele sale la Cruce de la fraternidad seguida de 7 fieles que la portan en su espalda con el hábito de Babalottis y está es una de las procesiones más interesantes.
    El jueves tiene lugar la Procesión de la Addolorata, el Viernes, la Procesión del Monte y por la tarde la Procesión del Descenso y todavía más,ya que el Domingo por la mañana tiene lugar la procesión de "S'Incontru" para terminar con los ritos el Martes sucesivo a la Pascua con la Procesión de "S’Inserru”.

    Villacidro MD

    También en Villacidro, los Ritos de la Semana Santa todavia se dejan sentir y el pueblo, ahora la capital de la provincia del Medio Campidano, junto con Sanluri, es un buen paso donde ver estas procesiones.
    La primera aparición es el Domingo de Ramos, donde los ramos se entrelazan y se convierten casi en adornos. La procesión principal es el Viernes Santo, a las 7,00 de la mañana cuando se realizala Via Crucis, portada en la espalda de "su momoti" un hombre vestido de negro como símbolo de penitencia.En la tarde del Viernes Santo transcurre también el "su scravamentu" y las procesiones concluyen el sabado y el domingo cuando se realizan las últimas procesiones.Villacidro es una localidad perfecta también para transcurrir la Pascua. Tradicionalmente en el campo, alrededor de la localidad de Sa Spendula, donde se encuentran las cascadas compuestas por tres saltos, el torrente Coxinas y el Río Seddanus. Gabriele D'Annunzio elogiò esta localidad por sus aguas durante su estancia en el país. Las procesiones de la Semana Santa son una ocasión para descubrir Cerdeña fuera de temporada. Entre las ciudades medievales, iglesias románicas y gótico – catalánas , y sus vestimentas.

    http://es.sardegne.com/blog/5963-pas...n-cerdena.html
    Última edición por Michael; 12/11/2013 a las 17:18
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  2. #2
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Imprescindible este libro de Francisco Elías de Tejada (como todos los suyos):


    Michael dio el Víctor.

  3. #3
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Cita Iniciado por Hyeronimus Ver mensaje
    Imprescindible este libro de Francisco Elías de Tejada (como todos los suyos):



    Trataré de comprarlo.
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  4. #4
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Migración del Reyno de Cerdeña y Córcega a los Reinos de Indias:


    Corsos en Puerto Rico


    Cruce de culturas e imperios en la indómita isla


    Esta isla del Mediterráneo occidental colonizada hacia el año 560 aC por los foceanos pasa después bajo poder de Cartago (s. IV) y de Roma, que tarda casi un siglo en imponer su autoridad (259/163) y la convierte en zona de destierro debido al rigor del terreno y de la población. Conquistada sucesivamente por los vándalos, por Belisario (general del imperio bizantino) y por los sarracenos, son los papas quienes obtienen en el siglo XI la soberanía de la isla, para cederla a Pisa en 1098.


    Tras numerosas derrotas, los genoveses logran apoderarse de Córcega en 1284 y luego se enfrentan a un levantamiento local apoyado por el reino de Aragón. A partir de 1453, Génova le confía la administración al Banco de San Giorgio, encargado de reprimir numerosos levantamientos. De 1553 a 1556, Sampiero d'Ornano (Sampiero Corso) se apodera de la isla con ayuda de Francia, pero la corona gala reconoce en el Tratado de Cateau-Cambresis (1559) la posesión genovesa. Tras las múltiples revueltas de 1729, 1731 y 1736, Pasquale Paoli domina hacia 1755 todo el interior de la isla. En las revueltas de 1736 fue cuando se eligió el canto "Dio vi salve Regina", en honor de la Virgen, como himno nacional propio. Confinados a las costas, los genoveses renuncian finalmente a amansar a los corsos y le venden a Francia los derechos sobre la isla por la Convención de Compiegne (1764) y el Tratado de Versalles (1768). La población resiste pero las tropas de Paoli sufren una derrota definitiva en Pontenuovo en 1769. Tras décadas de benigna administración francesa, Paoli vuelve a la isla como nuevo gobernador designado por la Revolución. Los corsos simbolizaron su estado de sumisión en la imagen de una cabeza de moro con un pañuelo blanco sobre los ojos y una argolla en la oreja izquierda, en señal de esclavitud.


    Durante largos años quedó como símbolo de protesta y privación de libertad. En 1762, Pasquale Paoli, que se considera como el primer emancipador al lanzar su proclama en busca de libertad o muerte, adoptó esa misma imágen, quitándole el pañuelo de los ojos y remontándolo en la frente, lanzando el lema de "AHORA CÓRCEGA ESTÁ VIENDO".




    Para esos tiempos, se acuñaron monedas, se estamparon y se imprimieron papeles oficiales con este emblema. Hoy figura en todos los escudos de las ciudades corsas, edificios gubernamentales, etc. Es reconocido por toda Europa como el símbolo que representa a Córcega.Debido a dificultades con los anticlericales jacobinos y con la misma Convención, apela a la ayuda de los ingleses, que desembarcan en 1794 pero tienen que evacuar la isla en 1796, fin del reino anglo-corso. Cuna del poderoso Napoleón, Córcega se mantiene mucho tiempo como bastión bonapartista. Tras la caída del líder, el partido nacionalista no es mas importante que los progenoveses, los profranceses o incluso los proespañoles.


    En 1815, por Real Cédula de Gracia, dictada por Fernando VII se permitió a los países amigos de España y catolicos establecer comercio con Puerto Rico y se autorizó la entrada a esos extranjeros, además se permitió a las autoridades de Puerto Rico a repartir tierras a los inmigrantes recién llegados.


    Es en ese momento en que comienza una gran emigración corsa hacia la América Española y Puerto Rico y Venezuela serian los paises con mayor cantidad inmigrantes de dicho país.


    A continuación algunos apellidos y 2 listados de corsos llegados a nuestra tierra.


    Abati, Adrini, Agostinelli, Agostini, Agrinzoni, Alberti, Alberty, Alfonsi,Altieri, Ambrosiani, Amy, Anciani, Aninani, Angeli, Angelieri, Anglesi,Annoni, Ampani, Ansaldi, Anselmi, Antonelli, Antonetti, Antongeorgi, Antoni, Antonni, Antonmarchi, Antonmattei, Antonsanti, Anziani, Arena, Arenas, Arnaldi.

    Bachetti, Bahamundi, Baldassari, Banuchi, Bartoli, Bartolini, Bartolomei,Bastiani, Battini, Battista, Battiste, Battistini, Bertini, Belgodere,Beneditti, *Benedetty, Beneti, Benvenuti, Benvenutti, Berardini, Bereni,Berlingeri, Bernardini, Berti, Bertolacci, Berveraggi, Belini, Bertolacci,Biaggi, Biaggin, Bianchi, Bianco, Blasini, Boagna, Boanna, Bocchecramp, Bocchecrampe, Boerio, Bollei, Bonaparte, Bonelli, Bonini, Borelli, Borgo,Boschetti, Bourdony, Bracete, Bracetti, *Bracetty, Brandi, Braschi,Briganti, Brigganti, Brignoni, Brisotelli, Brizzi, Buscagnani, Busatti.

    Cachani, Calixty, Calvani, Campi, Capaceti, Capaccetti, Capdali, Cappa, Cappaceti, Carattini, Cardi, Carrenatty, Caroli, Carratini, Carrucini, Casabianca, Casale, Casalta, Casanova, Caselia, Casta, Cattinchi, Catoni, Cattani, Ceruchi, Ceruppini, Cervoni, Cesari, Chervoni, Chararamonti, Chicaloy, Christina, Cianchini, Cisco, Clementi, Colombani, Colombo, Corsi, Corsino, Cosimi, Costa, Coste, Coti, Cotty, Crescioni, Cresone, Cuchi, Cuchi.

    Damiani, Dancci, Danezi, Defendini, Degentili, Deluca, Dessi, Dionisi, Dominicy, Domingo, Dominicci, Dominici, Dona, Dragoni.

    Emanuelli, Emmanuelli.

    Fabianni, Fabiani, Fanelli, Fantauzzi, Farinacci, Favele, Fazzi, Feliberti,Feliberty, Felici, Ferendin, Fernandinni, Fernandini, Ferrari, Ficaye,Figarella, Filiberty, Filipetti, Filipi, Fineta, Finochetti, Firpi,Forastieri, Fornani, Forney, Franceschi, Francsechini, Franchi, Francioi, Francesquini, Franqui, Franquiche, Franquiz, Franzuni, Fraticelli, Frutani.

    Gaffori, Galeti, Galetti, Garroni, Garrossi, Gaudin, Geli, Gentili, Germoni,Ghiglioti, Ghigliotty, Ghiluchi, Gianoni, Gierbolini, Gigante, Giloty, Gilormini, Gioseppi, Giorgetti, Giorgi, Giordani, Giovanetti, Giovanni, Giraldi, Giribaldi, Giseppi, Giuliani, Guiseppi, Giusti, Giustiniano, Gordi, Graciani, Graziani, Grazini, Gregori, Gregory, Grillasca, Grimaldi, Guadelli, Guiliani, Guillermety, Guinaldi, Guidicelli.

    Inserni, Juliani, Jusino.

    Lagomarsini, Lamberty, Lanticay, Latalladi, Latoni, Lazzaro, Lazzarini,Leandri, Lecca, Leonetti, Leoni, Ligurelli, Lizardi, Lorensi, Lora, Lotti,Luca, Lucca, Lucerni, Luchese, Luchetti, Luchini, Lucioni, Lugaro, Luiggi, Luigi, Lusinchi.

    Maestracci, Malatesta, Marcoloni, Marchessi, Marchetti, Marcucci, Marengo,Marelisi, Marfisi, Manani, Mansiani, Martinelli, Martini, Masey, Masini, Massa, Massari, Massini, Matheu, Maira, Matta, Mattei, Mattheu, Mechelli, Mignucci, Miguinni, Milanta, Modesti, Modesto, Molinari, Molinelli, Molini,Montaggioni, Morachini, Morazzani, Morciglia, Morey, Morganti, Mory, Morini, Morsiglia, Motta, Mulinelli, Municci, Muratti,

    Napoleoni, Natali, Navaroli, Navarro, Negroni, Neri, Nery, Nicolai,Nicorelli, Nicrosi, Nigaglioni, Nunci.

    Octaviani, Olivares, Olivari, Olivieri, Olimeta, Olmo, Orabano, Orengo, Orlandi, Orsini, Ottaviani.

    Padovani, Paduani, Paganacci, Paganelli, Pagani, Paganucci, Palmerie,Palmieri, Parsi, Pascualini, Pasquinacci, Pasquinucci, Passalacqua, Pelatti,Pellicer, Pellicia, Pellicieri, Penchi, Peretti, Perfitti, Peri, Perichi, Pertilli, Peri, Perichi, Philipi, Piacendini, Piacentivi, Piatini, Piazza, Piazzentini, Piccione, Picoletti, Pichardini, Picorelly, Pieraldi, Pierangeli, Pierantoni, Piereschi, Pieretti, Pierluisi, Pierluissi,Pietrantoni, Pietri, Pievi, Piletti, Pilicci, Pina, Piovanetti, Pirretri, Pizzini, Poggi, Polidori, Ponte, Porrata, Prosperi, Pulzoni.

    Questa, Quilichini, Quilinchini.

    Rafaelli, Raffucci, Ramolino, Rampolla, Rapale, Rencini, Renuchi, Ricci, Ricomini, Rinaldi, Ristorella, Roca, Rocca, Romanacce, Romani, Romany, Rosaly, Rossi, Rosso, Rubiani.

    Sacarello, Saladini, Salicetti, Sanfiorenzo, Sanguinetti, Santelli, Santi, Santini, Santoni, Santori, Santucci, Sari, Savelli, Schettini, Selles, Semidei, Semidey, Senati, Serra, Sersingalia, Silvagnoli, Silvani, Silvestre, Silvestri, Silvestrini, Silvestry, Simonetti, Simonini, Simonpietry, Sinance, Singaglia, Sirgalla, Sisco, Sorentino, Sorrentini, Spada, Spinola, Stefani, Sierra, Susini, Susoni.

    Taddei, Taffanelli, Tardy, Tolinche, Tomasi, Tomassini, Tomassinni, Tomey,Torre, Tosca, Totti, Trani, Tricoche, Tripari, Tristani, Troche, Tuli.

    Vadi, Valentin, Vecchini, Venturini, Vescavacci, Viale, Viali, Vianche,Vicenty, Viggiani, Vilanova, Vilarini, Vincenty, Vissepo, Vitali, Vivaldi,Vivoni, Vizco.

    Zerbi.

    Nota: Muchos corsos al llegar a Puerto Rico terminaron cambiandose sus apellidos, y se mezclan con los españoles o son adaptados Ejemplo: Negroni/Negrón Casabianca/Casablanca


    http://www.proyectosalonhogar.com/Br...uerto_rico.htm
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 15:08
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    Antonio Aparisi

  5. #5
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Desde la Isla de la Belleza a la Isla del encanto : Corsos en Puerto Rico




    Sr. Santiago MARI ROCA, usted es el Presidente de la asociación de los Corsos de Puerto Rico. Podría usted en pocas palabras, relatar la historia de este éxodo, y las razones por la cuales Puerto Rico ha sido escogido?
    Los historiadores y estudiosos de la emigración corsa están de acuerdo en que el mayor número de corsos salió de la Isla de la Belleza durante el transcurso del siglo XIX, aunque algunos otros habían emigrado ya a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Varias razones de índole política y económica explican esta primera emigración. Por un lado, el proceso de afrancesamiento de Córcega por parte de Napoleón Bonaparte hizo que muchos de los partidarios de Pascal Paoli tuvieran que exiliarse. En el exilio, un nutrido grupo se dedicó al comercio entre las islas caribeñas, incluyendo las colonias francesas, además a Saint Thomas y Puerto Rico. Esta actividad comercial y la ganancia que produjo fueron un gran atractivo para que otros corsos se unieran en esta emigración pionera.
    Por otro lado, la Real Cédula de Gracia de 1815 atrajo a muchos emigrantes a Puerto Rico. Esta Cédula –con sus condiciones favorables a los extranjeros deseosos de establecerse en las colonias españolas de América– “no solamente pone al inmigrante corso a Puerto Rico en condición de casi paridad con los hijos de la tierra, sino que en cierta medida ofrece incentivos que los otros no tienen y que en cierto modo promueve la migración hacia Puerto Rico […].” (Del libro "Los corsos-americanos"). El resultado de esta Cédula fue crear una comunidad de corsos a lo largo de la costa sur de Puerto Rico, que a la vez se convirtió en punto de partida para otros corsos que deseaban continuar hacia otros puntos de América. De hecho, frecuentemente los emigrantes corsos llegaban a Saint Thomas, pasaban por Puerto Rico –donde se reunían un tiempo con sus familiares– y luego zarpaban hacia la Tierra Firme o a otras islas del Caribe. El atractivo de la Cédula de Gracia duró hasta 1836, cuando fue derogada por el gobierno español al acabarse las tierras realengas y baldías. Pero esto no detuvo la emigración corsa, que más bien continuó en aumento, en parte porque ya había una comunidad corsa establecida en Puerto Rico. .
    Mi familia, por ejemplo, no llegó hasta 1880. Vinieron tres hermanos, siendo adolescentes, a trabajar en fincas de otros corsos ya radicados en Puerto Rico. Los tres echaron raíces aquí pero mantuvieron lazos estrechos con la familia en la Corse. Nosotros todavía conservamos propiedades allá, entre éstas una casa en el Haute Corse, que fue construída en 1550.
    Su comunidad se ha quedado muy unida. Ha podido sin embargo seguir la tradiciones corsas en una cultura hispano-caribeño?
    La realidad es que las generaciones actuales de descendientes corsos conservan muy pocas tradiciones de sus antepasados. Lo que sí conservan muy bien es el carácter emprendedor y sobre todo la personalidad luchadora. Cuando nos reunimos, nos contamos historias, los unos a los otros, y es muy curioso cómo el comportamiento de nuestros padres es muy similar, aunque nunca se hayan conocido o que vivan en ciudades diferentes.
    Como gran especialista de la Isla de la Belleza, que nota le daría a Puerto Rico y a su pueblo, que también supo exaltar el orgullo de sus orígenes?
    Yo le daría un “10” o diría que hemos sido “sobresalientes” a la hora de preservar nuestra cultura y en valorar nuestros orígenes con mucho orgullo.
    Santiago Mari Roca ha contestado con la ayuda del Dr. Enrique Vivoni Farage.

    http://www.consulfrance-miami.org/spip.php?article2993
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 15:11
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  6. #6
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  7. #7
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Recordar es vivir en Córcega


    Por: CÓRCEGA / Por Santiago Mari Roca

    image.jpg


    Nuestro lector viajero, descendiente de corsos, cuenta cómo se reencontró con su pasado en esta hermosa isla mediterránea




    En julio viajamos a la Isla de Córcega, tierra de mis antepasados y los de muchos puertorriqueños. Había visitado la isla con mi abuelo hace 35 años, añoraba poder regresar, pero siempre surgía algún inconveniente que evitaba que pudiera hacer este sueño realidad.


    Este verano, aprovechando la celebración de los 30 años de haberme graduado de abogado, decidí regalarme este viaje. Partimos de San Juan el 4 de julio hacia Frankfurt en el vuelo de Condor Air. Excelente la experiencia a bordo de dicha aerolínea. De Frankfurt volamos a París, donde pasamos unos días, y desde la Ciudad Luz, por Air France hasta la ciudad de Bastía, la más grande de la parte norte de la isla.


    Me embargó la emoción al bajar del avión. Vinieron a mi mente múltiples recuerdos de aquella visita del 1977 junto a mi abuelo. Recogimos el carro que habíamos reservado e inmediatamente nos dirigimos al centro de Bastía para realizar una visita obligada para todo puertorriqueño que llegue a ese lugar y es la casa de la hoy difunta doña Anita López Antonmarchi, una yaucana de origen corso que contrajo matrimonio con don Domingo Dominicci a principios del siglo XX y emigró con su esposo a Bastía donde fijó su hogar y procreó dos hijos, Clarita y Paul.


    Hoy le sobrevive únicamente su hijo Paul. Doña Anita fue la embajadora puertorriqueña en Córcega por más de 80 años. Todos los puertorriqueños de origen boricua tenían como tradición visitar el hogar de esta dama. Allí fui recibido por su hijo Paul, quien heredó los dotes de buen anfitrión de su señora madre. Nos recibió con un suculento almuerzo.


    Es sorprendente que Paul, a pesar de haber estado solamente en Puerto Rico una vez, hace casi 40 años, habla el español perfectamente y con las expresiones idiomáticas propias del boricua. Luego de realizar esta visita obligada, paseamos por la hermosa ciudad de Bastía cuya fundación data del 1380. Esta hermosa ciudad portuaria, fue la capital de Córcega hasta el 1791. Fue fundada por genoveses y a pesar de que es actualmente parte de Francia, conserva esa identidad genovesa. Uno de los detalles interesantes de la ciudad es el intenso tráfico de ferries provenientes de diversas ciudades tanto de Francia como de Italia. Prácticamente llegan unos 12 barcos al día cargados de turistas.


    Después de pasear por la ciudad, partimos hacia Luri, el pueblo de mi familia. Para llegar hasta allá hay que tomar una ruta por toda la costa noreste de la isla, desde donde se pueden ver panoramas espectaculares hacia las islas de Capraia, Elba y Montecristo.


    Vistas espectaculares


    Luego de darnos un chapuzón seguimos nuestro viaje hasta Luri a donde llegamos y nos dirigimos inmediatamente a la Maison De Mari en la aldea de Poggio. Fue un momento verdaderamente emocionante llegar a la casa, construida en 1552, de la cual partió mi bisabuelo hacia Puerto Rico en 1880, cuando solamente tenía 16 años. Es una sensación difícil de describir. Ya había estado allí hacía 35 años, pero el poder volver es una de las experiencias más gratificantes que he vivido.


    Luego de pasar un rato allí y de conversar con los amistosos vecinos del lugar, regresamos a Bastía. Al día siguiente, luego de dar un paseo por la ciudad, llegamos a la hermosa ciudad de Bonifacio, justo en el extremo sur de la isla. Tomamos una carretera que va por toda la costa este de la isla hasta Bonifacio.


    Es una de las travesías por carretera más hermosas que se pueda realizar. Son muchos los parajes con vistas espectaculares y los pueblos como Porto Vecchio y Aleria que conservan ruinas de gran valor que datan del imperio romano.


    Finalmente llegamos a Bonifacio, que sencillamente no tiene comparación con nada antes visto, al menos por mí. Se trata de una ciudadela edificada en el tope de una montaña y a su vez al borde de unos acantilados de miles de pies de altura. Desde esta ciudad, se puede divisar a corta distancia la isla italiana de Cerdeña, separadas ambas islas por el estrecho de Bonifacio.


    Hay entre ambas un intenso tráfico de ferries y de cruceros al igual que es el puerto de parada de lujosos yates. La ciudadela fue construida en el siglo IX. Caminar por sus callejuelas rememora al Viejo San Juan, aunque hay que entender que esta ciudad ya era antiquísima al momento en que se funda nuestra ciudad capital.




    Deliciosa Gastronomía


    Allí pudimos probar parte de la gastronomía corsa que incluye mucho mariscos, al igual que vegetales tales como la berenjena. La cocina corsa se parece mucho a la de la región de la toscana de Italia con toques de la gastronomía francesa.


    Recomiendo al viajero que vaya a visitar Bonifacio, que trate de pernoctar aquí. Antes de seguir camino hasta Saint Florent, que es una ciudad hermosa en la costa oeste del Cabo Corso.


    Fundada por los genoveses, en el 1440, tiene una marina muy frecuentada por botes de recreo. El frente portuario está lleno de tiendas tipo boutique y restaurantes. El camino de Saint Florent de vuelta a Bastía, bordeando todo el Cabo Corso está habitado por una serie de aldeas, todas al borde del acantilado, una más pintoresca que la anterior.


    Lo más que nos impresionó, además de la belleza del paisaje, es la hospitalidad de los habitantes de esta isla. Siempre que mencionábamos que éramos corsos de Puerto Rico, era motivo de emoción para ellos pues conocen muy bien de la gran cantidad de emigrantes corsos que se establecieron en nuestra isla. Ellos están bien al tanto de la influencia de estos inmigrantes en nuestra isla.


    Se calcula que alrededor de un 10% de nuestra población tiene sangre corsa en sus venas, especialmente en el suroeste de Puerto Rico. En Yauco por ejemplo, es difícil encontrar alguien que no tenga un apellido de origen corso. Estos llegaron a Puerto Rico luego de la aprobación de la Cédula de Gracia por el régimen español en el año 1815 aunque hay evidencia de que antes de esa fecha ya habían llegado algunos corsos a Puerto Rico.


    La comunidad corsa en Puerto Rico siempre se ha distinguido por mantener cohesión entre sus integrantes. Son bastantes los corsos que aun mantienen lazos familiares en la isla de Córcega, como lo es mi familia. Los corsos incluso tienen una asociación que sirve de ente aglutinador y a la vez de enlace con la isla de Córcega. Es la Asociación de Corsos de Puerto Rico fundada en 1984 y de la cual tengo el orgullo de decir que varios integrantes de mi familia la han presidido y uno de sus fundadores fue mi Tío David Mari Borrero, q.e.p.d.


    Así, luego de varios días en los que decidimos descansar y dedicarnos a disfrutar de las playas y los hermosos paisajes de la isla, llegó el día de regreso a Puerto Rico en el cual volamos de vuelta a París para entonces de allí tomar una conexión que nos conectara con el vuelo de Condor Air de Frankfurt a Puerto Rico. Como dice un anuncio, “que sonido tan triste cuando se acaba”, pero queda la satisfacción de haber logrado hacer este sueño realidad a la vez que queda el deseo de volver pronto.


    http://m.elnuevodia.com/recordaresvi...a-1357095.html
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 15:10
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    Antonio Aparisi

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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Emigración Corsa a Venezuela (y América) / Corsican immigration to Venezuela


    Emigración Corsa a Venezuela (y América)


    De Wikipedia, enciclopedia libre


    Los Corsos que venían del norte de Córcega (Cap Corse) empezaron a llegar a Venezuela en el primer tercio del siglo 19 (1800) y se establecieron principalmente en los pueblos costeños de Carúpano y Rio Caribe. Conocidos localmente como Los Corsos, cumplieron un papel central en el desarrollo de la industria de cacao en Venezuela.


    Alrededor de los años 1950 muchas familias corsas dejaron la península de Paria y se establecieron en Caracas, y han estado activos en política, comercio, medicina y artes.


    Fondo histórico


    Con el declive de la agricultura en la isla de Córcega en el siglo 19, y que mejores cuidados de salud resultó en un exceso of hombres en la familia, muchos Corsos sintieron la necesidad de mudarse a ciudades más grandes o dejar la isla in busca de mejor vida. Una serie de sequías llevó a que la población de la isla disminuyera marcadamente.


    Vea también (copia los vínculos en tu explorador de Internet)
    Córcega Córcega - Wikipedia, la enciclopedia libre
    Venezuela Venezuela - Wikipedia, la enciclopedia libre
    En la Ruta de los Corsos Resea de la llegada de los corsos a la zona de Paria
    La fundación de La Asociación Cultural Corsos De Venezuela (2006) Pagina nueva 1


    --------------------------------------------------------------------------------


    Emigración Corsa a Venezuela (y América) / Corsican immigration to Venezuela - Forums de généalogie - GeneaNet
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    De navíos,ron y chocolate reconstruye la inmigración corsa a Venezuela



    El filme, de Malena Roncayolo, hace un recorrido por el aporte económico, social y cultural que hicieron las nativas y los nativos de las isla de Córcega



    image.jpg
    la cinta De navíos, ron y chocolate, proyecto de la directora Malena Roncayolo que narra la historia de la inmigración de las ciudadanas y los ciudadanos corsos -nativos de la isla de Córcega, Francia- a tierras venezolanas.


    Luego de un proceso largo de investigaciones, la creadora presenta este trabajo histórico que se desarrolla durante el siglo XIX y hace un recorrido por el aporte económico, social y cultural de estos personajes foráneos a nuestra patria.


    Relatos “extraordinarios y apasionantes” sobre las memorias de los habitantes corsos en suelo criollo se muestran a lo largo de la película, mediante dramatizaciones y testimonios grabados tanto en Venezuela como en Francia.


    Sus raíces corsas la adentraron en esta exploración en la que consiguió documentos, fotografías, libros y hasta familias que la ayudaron a obtener información sobre el pasado de sus ancestros y la importancia de su labor en el oriente del país.


    RIQUEZAS CRIOLLAS


    En entrevista con el Correo del Orinoco, la directora venezolana comentó que insistió en llevar a la pantalla grande el proyecto porque éste encierra un valor histórico de mucho interés, sobretodo al mostrar un país que se mantuvo con la explotación de otros recursos distintos al petróleo.


    Refirió que durante su pesquisa se topó con sucesos desconocidos que se referían más al quehacer del ciudadano común de la época que a los relacionados con las guerras de independencia y la vida militar de la nación.


    “Es allí, en esa cotidianidad, que descubro la injerencia de los corsos en suelo venezolano y la manera cómo trabajaron en la producción de cacao, caña de azúcar, añil, madera y demás riquezas que habían en estas tierras y que se exportaban a Europa, muy especialmente a Francia”, detalló la también productora.


    Seducida por estos relatos continuó con sus búsqueda, hasta descubrir que los habitantes europeos también trabajaron en la explotación de metales preciosos como el oro. “Los corsos venían al país porque se les hablaba de una tierra prodigiosa, de El Dorado, y no era mentira que estaba aquí”, expresó la cineasta, quien sostuvo: “ Todavía sigue estando aquí, sólo que cambio de color y ahora es negro”, por el petróleo.


    Al respecto, recalcó que cuando una región tiene prosperidad económica el inmigrante se acerca “sin duda alguna” y fue, precisamente esto, lo que atrajo a estos habitantes europeos a nuestra “tierra de gracia”.


    MATERIAL DE SOBRA


    La guionista destacó que el material recopilado es tanto, que aún cuenta con grabaciones que podrían utilizarse para la elaboración de un seriado, proyecto que, a su juicio, sería interesante de realizar en un futuro.


    “No podría efectuarlo en estos momentos porque no cuento con el financiamiento, tampoco lo he pedido (…); además estoy trabajando en otra propuesta relacionada con la comedia”, subrayó.


    Los estados Anzoátegui, Sucre, Monagas, Miranda, Aragua, así como la isla de Córcega, Marsella y París, Francia, sirvieron de locación para grabar De navíos, ron y chocolate, material que encierra el valor, aventuras y vivencias de los corsas en su trayecto a Venezuela.


    “Con mi investigación descubrí que este pueblo, además de sus ganas de trabajar, trajo a nuestro país su pensamiento, sus libros y sus ideales”, dijo.


    Entre tres y cuatro años le tomó a Roncayolo producir este audiovisual al que califica como “un descubrimiento personal”, ya que le permitió explorar a sus antepasados.


    La directora aprovechó la oportunidad para extender una agradecimiento a todas las familias y ciudadanos corsas que tuvieron una participación especial en su proyecto como actrices y actores; así como a las fundaciones Villa del Cine, Teresa Carreño y Rajatabla, quienes le facilitaron vestuario y utilería para recrearse en esa época colonial.


    La película, financiada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y la Asociación Cultural Corsos de Venezuela (ACCV), participó en fecha reciente en el Festival de Cine Francés en Caracas, en el Festival Latinoamericano de Marsella (Francia) y en el Festival del Mediterráneo en Córcega (Francia).


    FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA


    Dirección y producción: Malena Roncayolo.


    Productor Ejecutivo: Thaelman Urgelles.


    Productor asociado: Martin Prosperi


    Guión: Malena Roncayolo y Ángel Rivero.


    Cámara y Fotografía: Cheo González.


    Música: Waldemar D´Lima.


    Edición: Malena Roncayolo, Wilmer Martus, Henry Luna.


    Fotografía Adicional: Damien Croce, Jorge Luis Almeida, Claire Vallecalle, Víctor Pérez, Daniel Troben.


    Producción de Arte: Anabel Acosta.


    Sonido de Campo: Daniel Zahalka.


    Mezcla de sonido: AGP Producciones.


    Efectos visuales: Hernán Arvelo, Alejandro Gil, Sergio Ghiraldelli, Felipe Torres, William James.


    Locución: Lilo Schmid, Ali Rondón, Suzanne Martinet.


    T/ Patricia Pineda
    F/ Loel Henríquez
    Caracas


    http://www.correodelorinoco.gob.ve/c...a-a-venezuela/
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 15:28
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    La influencia corsa en Venezuela


    Categoría: Especiales

    image.jpg


    ¿Sabe usted de dónde vienen los corsos? Los corsos son originarios de Córcega, una pequeña isla del Mediterráneo, con 8.681 kms2, que se disputaron genoveses y franceses hasta que fue cedida a Francia en 1768. De allí que los corsos participan de dos culturas: de la italiana y la francesa.


    A Venezuela llegó, procedente de las islas del Caribe, un contingente de inmigrantes corsos durante la segunda mitad del siglo XIX, que se instalaron en tierras del estado Sucre, particularmente en la zona de Carúpano, donde se dedicaron a la producción agrícola de caña de azúcar (para la producción de azúcar y ron) y de cacao (para exportar sus granos a Francia), y posteriormente al comercio. Así sucedió con varias familias corsas, como los Benedetti, los Fabbiani, Los Maíz, Los Vallenilla, los Franceschi, los Prosperi, y otras más.


    Eran familias que se casaban entre ellas, formando una suerte de endogamia, que repercutió sobre sus aportes a la sociedad receptora. Dejaron huella en la producción y en el comercio regional, pero no en la alimentación, porque sus usos alimentarios se quedaron restringidos al seno familiar de las familias corsas. Además, los corsos de la isla mediterránea manifiestan más bien una influencia genovesa, a la hora de alimentarse, que propiamente francesa. Quizás una de las pocas sea el bullavé, una sopa de pescado emparentada con la bouillabaise de Marsella.


    La influencia que dejaron en el ámbito alimentario vino más bien por el lado del comercio, por los productos que comercializaban en sus establecimientos comerciales. La Casa Benedetti, creada en Río Caribe en 1908, introdujo en la región muchos artículos europeos, mayormente víveres comestibles o licores.


    Después, al trasladarse a Caracas en 1917, la Casa Benedetti introdujo, inclusive a Caracas, muchos productos alimenticios como las compotas infantiles marca Gerber, los enlatados de jamón Spam, los encurtidos Morton, las especias Mc Cormick, el papel aluminio Reynolds. Luego establecieron la primera fábrica de hielo en cubitos (Superhielo Benedetti) y el primer supermercado moderno en Caracas (supermercado La Central) y comenzaron a embotellar vinos con mosto importado, en 1944, y la producción de whisky en el país utilizando mezclas importadas.


    http://cocinayvino.net/gastronomia/e...venezuela.html
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    A la memoria de mis abuelos, Jesús Emilio Grisanti y Lucrecia Luciani Franceschi de Grisanti
    Venezuela y la imigración corsa
    Luis Xavier Grisanti






    Desde hace mucho tiempo estaba pendiente un reconocimiento al singular aporte de los laboriosos inmigrantes de la isla de Córcega al progreso económico, social y cultural de Venezuela durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX, pese a que existen documentos y testimonios orales de nuestros padres y abuelos acerca de la tenacidad de espíritu, reciedumbre de carácter y mística de trabajo que trajeron los primeros pobladores que se instalaron principalmente en Carúpano y Río Caribe, hoy Estado Sucre, y en Ciudad Bolívar y Upata, después de la Independencia de Venezuela.


    Los inmigrantes corsos, combinando lo mejor de su fuerte raigambre francesa y de sus ancestrales costumbres mediterráneas e ítalo-romanas, fundaron fincas productoras de cacao y caña de azúcar y casas de comercio en el Oriente venezolano, y de café en los Andes (hoy Estados Mérida, Táchira y Trujillo) y el norte del Estado Monagas. La agricultura del café y del cacao, desde la Colonia, fue la principal actividad económica del país hasta que, en 1926, el petróleo pasó a ser el mayor producto de exportación y la primera fuente de ingresos fiscales y de divisas de Venezuela.


    La presencia de colonos corsos en los territorios franceses de Martinica, Saint Thomas y Guadalupe hizo que por extensión se instauraran vínculos comerciales con la costa de Paria, ya divisada por su belleza natural y por su potencial agrícola por Alexander Von Humboldt y Aimé Bonpland y por el explorador francés J.J. Dauxion Lavaysse en su obra Viaje a las islas de Trinidad, Tobago, Margarita y a diversas partes de Venezuela en la América Meridional.


    En los hoy Estados Anzoátegui, Bolívar y Guárico (antiguas Provincias de Nueva Andalucía, Guayana y Venezuela), y en Los Llanos del sur, se establecieron familias corsas que contribuyeron de manera determinante al desarrollo de la ganadería, la minería del oro, la sarrapia y el balatá en la Guayana venezolana.


    Al igual que en el Zulia, Carabobo, Lara, Yaracuy y Miranda, así como en el hoy Estado Vargas, los pioneros corsos se radicaron para trabajar sin descanso, invertir, producir y exportar, mientras educaban a sus hijos en los valores de libertad, fraternidad e igualdad de la Revolución Francesa.


    Los corsos y sus hijos fundaron casas de comercio de renombre en aquella Venezuela rural que todavía no había sido arrasada por el rentismo petrolero. De la producción agropecuaria pasaron a la actividad pre-industrial, y fueron pioneros en la industrialización de Venezuela.


    Los primeros esfuerzos agroindustriales fueron realizados por los emprendedores de Córcega, con el emblemático Ron Carúpano de la Destillerie Française, fundada en 1902, merecedor de la Medalla de Oro en la Esposizione Internazionale delle Industrie e del Lavoro de Torino en 1911. Dos décadas antes, varias marcas del ron carupanero, entre ellas el Ron Viejo Giamarchi, habían obtenido premios en la Exposición de París de 1889. De su vocación exportadora, quedaron los premios otorgados en Francia e Italia, así como el reconocimiento internacional al cacao y el café venezolanos por su exquisito sabor y elevada calidad.


    Los historiadores estiman que desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, el cacao que se exportó desde Carúpano representó entre el 73% y el 93% del valor total de las colocaciones internacionales embardadas en el entonces principal puerto del Oriente venezolano. Francia pasó a ser el principal destino de las exportaciones de cacao de Venezuela desde 1860 hasta mediados de 1930.


    La inmigración corsa jugó un papel relevante en la recuperación económica de Venezuela después de la Independencia, cuando el valor de la producción agrícola y pecuaria pasó de Bs. 25 millones en 1832 (a precios de 1936) a Bs. 87 millones en 1858, el año anterior al estallido de la Guerra Federal. La Guerra Larga, como se le denominó entonces, provocó una notable merma en la actividad productiva y el valor de la producción agropecuaria cayó un 45%, a Bs. 48 millones en 1863, año cuando triunfaron los federalistas frente a los conservadores.


    Al término de la sangrienta confrontación –que dejó un saldo de 40.000 muertos-, se inició una nueva reactivación de la actividad económica del país y el valor de la producción agrícola y pecuaria alcanzó el nivel histórico más alto del siglo XIX: Bs. 203 millones en 1899.


    Aquel año, el sector agropecuario representaba el 63% del producto interno bruto de Venezuela, el comercio y las finanzas 17%, el gobierno 14% y el transporte 5%. Este hecho coincidió precisamente con el arribo del grueso de los inmigrantes de Córcega a las regiones agropecuarias del Oriente venezolano, las estribaciones centro-occidentales, el Alto y Bajo Llano y el eje productivo y comercial andino-zuliano.


    Hacia 1891, el sistema agroexportador pariano vivía su mayor esplendor. Sólo en el campo del cultivo e industrialización de la caña de azúcar, sin contar la producción de cacao y café, se registraban para aquel año 1.469 plantaciones de caña, 571 trapiches y 217 alambiques.


    Gracias al empuje modernizador de los inmigrantes corsos se inauguró en Carúpano, en 1878, el Cable Francés, el cual conectaba a Venezuela con Martinica y llegaba hasta el puerto de Le Havre al norte de Francia. El primer cable submarino de Venezuela permitió instalar una red nacional de telégrafos. Se construyó e inauguró, el 18 de mayo de 1884, el telégrafo y un tranvía a caballo, transformado años más tarde en eléctrico.


    En 1896 se edificó un moderno acueducto en este importante puerto del entonces Gran Estado Bermúdez, además de una red telefónica y un sistema de luz eléctrica en 1899. En 1895 se fundó la Cámara de Comercio de Carúpano; pero antes, en 1877, se había establecido la Sociedad Económica Industrial, cuyo primer director fue el eminente jurista, hijo de corsos, Dr. Aníbal Dominici.


    Los corsos y sus descendientes fueron activos promotores de la cultura y las artes. Los pioneros y sus hijos edificaron el Teatro Carúpano en 1896, y fundaron la Círculo Francés (Cercle Français) en 1880 y la Sociedad Colombina en 1892, así como a ellos se debió la elevación del Colegio Nacional de Guayana al rango de instituto universitario en 1883, en tiempos del general Antonio Guzmán Blanco.

    La producción agropecuaria sufre nuevas recaídas y recuperaciones durante las primeras tres décadas del siglo XX. Durante la turbulenta dictadura de Cipriano Castro (1899-1908), el valor de la producción agrícola y pecuaria se contrae de Bs. 203 millones en 1899 a Bs. 98 millones en 1902 (-52%), el año del bloqueo económico de las grandes potencias europeas por la cesación de pagos de la deuda externa decretada por el caudillo tachirense. En 1908, alegando oposición a su régimen, el general Castro expulsó masivamente a los productores y comerciantes corsos establecidos en Carúpano y sus inmediaciones.


    Durante la primera década del gobierno del general Juan Vicente Gómez (1908-1935), la actividad agropecuaria se reaviva y alcanza un valor de Bs. 270 millones en 1918. La agricultura y la cría continuaron reactivándose durante los años 20 del siglo pasado, hasta alcanzar un valor máximo de Bs. 484 millones en 1930. Las exportaciones agrícolas, principalmente café, cacao, ganado, maderas y cueros, disminuyeron de Bs. 91,4 millones en 1929 a Bs. 64 millones en 1933 (-30%), después del colapso de la Bolsa de Nueva York aquel año, el cual desencadenó una fuerte contracción de la economía mundial.


    El advenimiento avasallante del petróleo en la vida nacional, el devastador ciclón que arrasó las cosechas y haciendas en 1933 y la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX, causaron un irreversible declive de la producción agropecuaria e pre-industrial del país, clausurándose cuatro siglos de actividad agroexportadora en el devenir histórico de Venezuela. En 1926 el producto interno bruto petrolero (Bs. 3.531 millones) rebasa por primera vez y para siempre el producto nacional agrícola y pecuario (Bs. 2.871 millones, a precios de 1984).


    Venezuela sufrió desde el primer gran boom petrolero de los años 20, la hoy denominada Enfermedad Holandesa. Fue el economista merideño Alberto Adriani (1898-1936), quien primero advirtió sobre los peligros de la excesiva dependencia minero-petrolera. Un descendiente de corsos, el humanista, escritor y hombre de Estado venezolano Arturo Uslar Pietri, colaborador de Adriani, acuñó la tantas veces repetida y pocas veces seguida frase Sembrar el petróleo, en 1936, cuando al iniciarse la transición democrática del país bajo el liderazgo del presidente Eleazar López Contreras, el 74% de los venezolanos (3.542.022) hacía vida y se ganaba el pan de cada día en las zonas rurales del país.


    Adriani describió en sus angustiosos escritos desde su ciudad natal, Zea, a principios de los años 30, cómo el auge de un recurso natural da lugar a una sobrevaluación de la moneda local que abarata los productos importados y encarece la oferta exportadora agrícola e industrial, desplazando y atrofiando la actividad agropecuaria y manufacturera a favor de bienes y servicios no transables como la construcción y la especulación inmobiliaria y financiera, con el consecuente empobrecimiento de las zonas rurales y el enriquecimiento ficticio de las ciudades.


    El documental de Malena Roncayolo, bajo la producción del cineasta Thaelman Urgelles, retrata la prosperidad agropecuaria que comienza a perderse con el surgimiento de la sociedad urbana de consumo en el país. Si en 1920 el 84% de la población venezolana obtenía su sustento y ahorraba para educar a sus hijos en zonas rurales, para 1959 los habitantes urbanos venezolanos superaron por primera vez a sus compatriotas rurales, hasta alcanzar una proporción de 82% en 1997.


    DE NAVIOS, RON Y CHOCOLATE es el testimonio de una Venezuela que pudo ser floreciente sin el petróleo. Es un balance positivo de la Venezuela pre-petrolera, que todavía no había perdido el rumbo que más tarde extravió. El reventón de los prolíficos pozos Zumaque en 1914 y Barrosos en 1922 dejó atrás aquella nación agropecuaria austeramente próspera.


    La representación cinematográfica de la travesía vital euro-americana es una demostración de la capacidad que tuvieron los inmigrantes de bella isla de Córcega –y de otras latitudes, italianos, españoles y canarios, portugueses, alemanes, polacos, libaneses, judíos, etc., para sobreponerse a las guerras civiles y al caudillismo empobrecedor del siglo XIX y principios del XX.


    Con el virtual abandono de la actividad agropecuaria, comenzó a reinar una mentalidad rentística que abarcó a todos los estratos de la sociedad venezolana, dando al traste con el desarrollo socio-económico equilibrado y diversificado que pudo haber tenido la economía nacional si las intermitentes bonanzas de los hidrocarburos se hubiesen invertido mejor en sembrar el petróleo, y más aún, en sembrar ciudadanos bien educados en lo académico y mejor formados en la moral y la ética.


    No hay duda de que hubo en el orden social, infraestructural e institucional una importante siembra del petróleo a partir de la democratización del país en 1936, pero con la cuadruplicación de los precios del hidrocarburo en 1973-74, se exacerbaron las consecuencias perniciosas de la Enfermedad Holandesa, de la cual el país no se ha curado hasta el presente.


    Enhorabuena arriba este documental educativo para llenar un vacío y dejar una huella indeleble en las nuevas generaciones, en abono de la amistad y de los lazos socio-económicos y culturales entre Córcega, Francia y Venezuela.


    BIBLIOGRAFÍA:


    Arraiz Lucca, Rafael, Venezuela: 1830 a nuestros días, Editorial Alfa, Caracas, 2007.


    Benedetti, Simón, Causas de la bancarrota del cacao de Carúpano, Boletín de la Asociación Venezolana de Productores de Cacao, No. 5, Caracas, 1936.


    Baptista, Asdrúbal, Bases cuantitativas de la economía venezolana 1830-2002, Fundación Empresas Polar, Caracas, 2006.


    Calvani, Luis Francisco, Los corsos y Venezuela, El Universal, Caracas, 19 de diciembre de 1951.


    Carrera Damas, Petróleo, modernidad y democracia, Fundación Rómulo Betancourt, Caracas, 2006.


    Consalvi, Simón Alberto, El precio de la historia y otros textos políticos, en especial el capítulo Juan Vicente Gómez y el petróleo, según Brian S. McBeth, Comala.com, Caracas, 2003.


    Cunill Grau, Pedro, Geohistoria de la sensibilidad en Venezuela, Fundación Empresas Polar, Caracas, 2007.


    Cunill Grau, Pedro, Historia de la Geografía de Venezuela, Consejo Nacional de Universidades y Ministerio de Educación Superior, Caracas, 2009.


    Dauxion Lavaysse, J.J., Viaje a las islas de Trinidad, Tobago, Margarita y a diversas partes de Venezuela en la América Meridional, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1997.

    Febres Luces, Nicomedes, Editor, Un álbum de país, vida y obra de Bernardo Díaz Báez, Caracas, 2007.


    Franceschi Vincentelli, Vicente, Testamento, Registro de Carúpano, 1868, documento aportado por el historiador Carlos Tavera Marcano.


    Fundación Francisco Herrera Luque, Las inmigraciones a Venezuela en el siglo XX, aportes para su estudio, varios autores, Ramón J. Velásquez, Inmigraciones a Venezuela, Banco Mercantil, Caracas, 2004.


    Fundación Venezuela Positiva, Tierra nuestra: 1498-2009, varios autores, Heraclio Atencio Bello, Editor, Caracas, 2009.


    Gambus Paravisini, Mary, Listado de las familias corsas de Venezuela, inédito, 2011.


    Grisanti, Angel, Historia de Río Caribe y Chacaracuar, Tipografía Principios, Caracas, 1968.


    Grisanti Luciani, Héctor, Breve Historia del periodismo en Río Caribe, Gráficas Reus, Caracas, 2003.


    Grisanti, Luis Xavier, Alberto Adriani (1898-1936), Biblioteca Biográfica Venezolana No. 94, Director: Simón Alberto Consalvi, El Nacional y Bancaribe, Caracas, 2009.


    Harwich-Vallenilla, Nikita, La red comercial corsa y el desarrollo de la producción de cacao en el Oriente venezolano, Cátedra Andrés Bello, Universidad de Cambridge, Inglaterra, 1991-1992.


    Humboldt, Alexander Von, La ruta de Humboldt, selección de textos de la obra Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente; edición: Benjamín Villegas; presentación: Pietro Filesi y Gustavo Gómez Franco; prefacio y prólogo: Arturo Uslar Pietri, Germán Arciniegas y Jorge Arias de Greiff; fotografía: Diego Miguel Garcés y Nelson Garrido, Smurfit Cartón de Venezuela y de Colombia, Villegas Editores, Bogotá, 1994.


    Imprenta Nacional, Venezuela y la Compañía Francesa de Cables Telegráficos, Caracas, 1905; en Viso, Carlos, El nacionalismo de Cipriano Castro y la expulsión de los corsos de Carúpano en 1908.


    Michelangeli, Fabián, editor y coordinador general, Paria, donde nace Venezuela. ExxonMobil de Venezuela, Mark Ward, Presidente. Caracas, 2003.


    Pino Iturrieta, Elías, La república y los empresarios, El Universal, pg. 4-7, Caracas, 27 de marzo de 2011.


    Rangel, Domingo Alberto, Alberto Adriani y la Venezuela que no pudo ser, Mérida Editores, Mérida, 2004.


    Rojas, Arístides, Crónica de Caracas, Los Libros de El Nacional, Caracas, 2005.


    Santelli, Francisco D., El por qué del desprestigio de nuestro cacao, Boletín de la Cámara de Comercio de Caracas, No. 217, Caracas, 1931.


    Tavera Acosta, Bartolomé, Historia de Carúpano, Ministerio de Educación, Caracas, 1969.


    Uslar Pietri, Arturo, Medio milenio de Venezuela, ediciones Lagoven, filial de PDVSA, Caracas, 1986.


    Viso, Carlos, La epopeya del Ron Carúpano, doscientos años en la historia de Paria, Destilería Carúpano, C.A., Aquiles M. Morrison M, Consejero, Editorial ExLibris, Caracas, 2004.


    Viso, Carlos, El nacionalismo de Cipriano Castro y la expulsión de los corsos de Carúpano en 1908, en Tierra firme.


    http://www.analitica.com/va/arte/oya/4185256.asp
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 15:43
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    La bandera y el símbolo de los Cuatro Moros


    image.jpg


    El símbolo de los Cuatro Moros apareció por primera vez en un documento oficial del 1281, según lo que está guardado en los archivos y en los museos: son sellos de plomo pertenecientes a la cancillería aragonesa, puestos sobre textos de la época del rey Pedro III llamado "el Grande".
    Se cree que este símbolo fue concedido a nuestra isla sólo en el año 1379, después que el Reino de Aragón junto a Castilla y Cerdeña fueron añadidos a la Confederación de la Corona de Aragón. En documentos que remontan al 1590 aparece como blasón del Reino de Cerdeña: un escudo con una cruz roja sobre el campo blanco y las cabezas de cuatro moros vendadas en la frente. Con el pasar de los siglos, ha sufrido unas modificaciones, pero al final se ha quedado igual.
    Sobre las orígenes se ha deibatido mucho y aún se sigue debatiendo. Algunos estudiosos piensan que nació en 1096, cuando el rey Pedro I de Aragón derrotó a los Sarracenos (pueblos árabes) en la batalla de Alcoraz. Según cuenta una leyenda, durante la sangrienta batalla apareció un caballero vestido de blanco con una cruz roja en el pecho, que parece hizo huir aterrorizados a los Sarracenos: sólo más tarde se entendió que ese caballero era San Jorge, quien dejó en el campo de batalla las cabezas cortadas de los cuatro reyes Sarracenos derrotados.
    En el siglo XVIII, el símbolo enseñaba a los Cuatro Moros con las vendas sobre los ojos, y así se quedó hasta que la ley regional número 10 del 15 de Abril de 1999, estableció que los Cuatro Moros deben tener la venda sobre la frente con la cara hacia la derecha y nunca jamás hacia la izquierda.


    La bandera y el símbolo de los Cuatro Moros


    http://mes.sardegne.com/cerdena-info...tro-moros.html
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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    EL TERCIO DE CERDEÑA (1564-1568)


    La historia del Tercio que el maestre de campo Gonzalo de Bracamonte gobernaría entre
    1564 y 1568, en Córcega, la Goleta, Malta, Cerdeña, Nápoles y Flandes, donde sería disuel -
    to, es un ejemplo de las unidades militares que servían la España de esta época, atendiendo
    las necesidades de la política internacional que el rey Felipe II venía dictando, adaptándose
    a circunstancias y escenarios cambiantes, en un momento de trasvase de preeminencia: el
    mediterráneo o el norte de Europa.


    En 1559 la paz de Cateau-Cambresis había puesto fin a las tentativas francesas de arrebatar
    el control de Córcega de las manos de Génova. Sin embargo, Sampietro Corso [o Sant Pedro
    Corzo en las relaciones españolas de la época] un natural de la isla que se había puesto al
    lado de los ocupantes franceses durante la invasión, continuaba siendo una amenaza para
    los genoveses, después de que —como represalia de su participación en la ocupación fran-
    cesa—, le habían sido expropiadas sus tierras, estando ya sin nada que perder. Amén de la
    actividad que desarrollaba en la isla a modo de guerrilla, conociendo el interés de Turquía
    en el control del Mediterráneo, viajó en 1563 a Estambul, donde solicitó una ayuda en for -
    ma de galeras al Solimán, que le fue negada. Conocedor Felipe II de esta embajada, y de los
    problemas que una isla en manos de otro que no fuera su aliada Génova [fuera Francia, los
    turcos, o un nacionalista sostenido por poderes extranjeros] le podía originar, decidió inter-
    venir directamente, enviando para ello tropas; entre ellas una unidad que, con el paso del
    tiempo y con los movimientos geográficos propios de aquellos tiempos, llegaría a adoptar el
    nombre de Tercio de Cerdeña.


    LA GÉNESIS DEL TERCIO. DE VÉLEZ DE LA GOMERA A CÓRCEGA
    En agosto de 1564, se tienen noticias de Córcega, estando «alterada la mayor parte della
    por Sant Pedro Corso que hace todo lo último por apartarla de poder de los ginoveses y en-
    tregar algún puerto ó plaza fuerte al turco y tener otros fines». Se decidió entonces enviar
    a Lorenzo Suárez de Figueroa que con 1500 italianos levantados en Cremona acudiera a la
    isla en apoyo de los aliados y que procurasen «impedir y estorbar al dicho Sant Pedro Corso
    que no pueda hacer ningún efeto de los que pretende, antes se allane y aquiete la tierra».


    Mientras tanto, se estaba llevando a cabo la empresa del Peñón de Vélez de la Gomera, diri-
    gida por García de Toledo, para arrebatar a los turcos esta base naval enclavada en el actual
    Marruecos, frontera la otra parte del mar, de las costas del reino de Granada. Finalizada exi-
    tosamente la jornada a primeros de septiembre, la artillería de sitio y las tropas empleadas
    en ella debieron repartirse, a excepción de entre 350 y 400 soldados que quedaron de guar-
    nición. Vista la necesidad de auxiliar a Córcega, se decidió enviar cierto número de tropas a
    la isla. Parte de la armada del Peñón volvió a España, bajo el gobierno de don García de To-
    ledo, que quedó encargado de liquidar los adeudos de las tropas, y asimismo, de organizar
    su envío a Córcega.
    En la [entonces] isla de Santa Pola, al S. de Alicante, se tomó muestra general a finales de
    mes, donde se reformaron los capitanes nuevos, y se procedió a pagar la soldada de la em-
    presa del Peñón. En noviembre de 1564 [probablemente el día 24] se tomó muestra en Por-
    to Ferraio (isla de Elba) de la gente que había de ir a Córcega. Conocemos la noticia por los
    problemas derivados de la exclusión de ella de la compañía [pero no de sus soldados] del
    capitán Juan Díaz de Orca, que quedó reformado: “visto que no era de los capitanes que V.
    M. habia mandado nombrar, habiendo sido menester desminuir el numero dellos por
    haber desminuido también el de los soldados, como tengo scripto á V. M., que me paresció
    resumir su compañía en las otras que van á Córcega”, y para el cual solicitaba don García
    de Toledo una recompensa, por el dinero que había gastado en levantar su compañía.


    Inmediatamente después de esta muestra, se enviaron las compañías en las galeras necesa-
    rias para ello, modificando García de Toledo las instrucciones dadas por el rey ante el aviso
    de la estancia frente a Sicilia de 32 galeras del turco Dragut, por ser demasiadas las tropas
    que había de llevar a la isla en tan solo veinte galeras, y conociendo la falta de vituallas en
    Córcega. Así pues, don García de Toledo resolvió que «me ha parescido dejar el tercio de
    aquel reino [Sicilia], el de los soldados nuevos, habiendo hecho volver en él todos los que en
    Málaga y en el Peñón se habían puesto debajo de otros capitanes, las cuatro compañías del
    Piamonte [Lombardía] y la de D. Pedro González».


    Toda esta gente había de ser gobernada por el marqués de Pescara, pero excusando este su
    presencia allí, se determinó que marchara Gonzalo de Bracamonte, el cual acudió a la isla
    con título de maestre de campo, a finales de diciembre de 1564, o primeros de 1565, infor -
    mando a Felipe II del estado de la gente que allí se hallaba, de “cuan enferma y mal tratada
    estaba, y a cuan poco número se había reducido”. Además, Sampietro seguía con su táctica
    guerrillera: «la forma que Sant Pedro Corso tiene en gobernarse, acogiéndose a las monta-
    ñas y sustentando en su devoción muchos pueblos con fin de tener alborotada y desasose-
    gada la isla todo el tiempo que pudiere». Se pretendía, no obstante, acabar con brevedad la
    empresa de Córcega; es decir, la reducción del sublevado.


    Felipe II le informaba en marzo de 1565 del envío de 4.000 hombres más para refuerzo de
    los existentes, ante la amenaza de la armada del turco, —«que viene este año en daño de la
    cristiandad y con fin de ponerse sobre la Goleta ó Malta»—, con el propósito de que lo de
    Córcega «se allane y concluya con toda brevedad y se apriete á Sant Pedro Corzo en todo lo
    que se pudiere, siendo el dicho Sant Pedro Corzo un foragido y andar por las montañas».
    Pero el rey tenía claras las prioridades; por eso, añade que si «la armada del turco se da pri-
    sa podia ser que, antes que esa empresa se acabe, la dicha gente fuese menester para meter
    sobre nuestras galeras ó otra cosa». Tales temores se confirmaron y fue preciso dejar a don
    Gonzalo de Bracamonte subordinado a don García de Toledo, capitán general de la mar y
    encargado de la defensa frente a la amenaza turca, «porque lo que conviene es atender al
    remedio de lo de la armada, que es lo principal y mas substancial». Respecto a la gente que
    se hallaba en la isla, informaba Bracamonte que eran “pocos los útiles por las
    enfermedades que han tenido, y haberse muchos de ellos ido á Lombardía con la otra
    gente” pero que “con ser ya el tiempo bueno se cree que reforzarán y llegarán por lo menos
    á mill y ducientos”.
    Se puede inferir que se aguardaba que los que habían abandonado la isla durante el
    invierno para pasarlo en Lombardía, se reincorporasen ahora a sus compañías. Amén de
    estos españoles, había en la isla tropas italianas [1500 hombres] al mando de Figueroa.


    De los cuatro mil hombres que se debían enviar, dos mil vendrían de los que se habían de
    levantar en España, y otros dos mil, de los que el Gobernador del Estado de Milán, Gabriel
    de la Cueva, había de enviar desde el Milanesado, sustituyendo a estos en su papel de
    soldados de las guarniciones de Lombardía por otros dos mil que habían de venir
    igualmente desde España, teniendo así cierto equilibrio entre relación de soldados viejos y
    bisoños.
    En marzo se tienen avisos de la Armada del turco, que informaba de inmediato García de
    Toledo al rey: “El camino que el armada llevaba , aunque era el derecho para Malta , es
    también el que ha de llevar para la Goleta, así que por el discurso de la navegación no
    puedo presumir que sea mas para una parte que para otra”.


    En abril de 1565, no obstante el rey informaba del transporte de los cuatro mil soldados
    desde España a Córcega, García de Toledo planificaba traer a los españoles que en la isla
    estaban a Nápoles, preparándose para defender La Goleta [puerto de Túnez] y Malta [en
    manos de los caballeros de la orden de Malta]: “para que las diez y seis galeras que allí
    quedaron [Génova] tomasen la infantería española que hay en Córcega y la lleven sin
    perder tiempo á Mesina,”.


    Efectivamente, solucionado o no el asunto de Sampietro Corso, la prioridad era el turco, y
    quedando en la isla los 1500 italianos a cargo de Figueroa, los españoles de Bracamonte
    aguardan las galeras de Génova para marchar a Sicilia, extremo meridional de las
    posesiones italianas: “que no salga de Córcega D. Lorencio de Figueroa con la gente de su
    cargo , sino que ayude y asista con ella á la empresa de aquella isla”.[1]
    El 28 de mayo, la armada turca llegaba a Malta.


    EL TERCIO DE DON GONZALO. EL SOCORRO DE MALTA.
    Se cuenta con los 1200 hombres que se tienen en Córcega, como parte del cuerpo de los
    más de diez mil españoles que participarán en la empresa. Sin embargo, a pesar de las
    instrucciones dadas, las tropas no partían de Génova hasta principios de junio, llegando el
    día 6 a Sicilia: “Hasta ayer no llegaron aquí las galeras de Juan Andrea y las demás que son
    hasta veinte y seis, con las cuatro compañías de Lombardía y las que estaban en Córcega,
    que los unos y los otros no pasan de 1800 hombres”. Aunque días después informaba que
    eran en realidad dos mil.
    Al tiempo el rey daba instrucciones [11 de junio] para que se enviaran comisarios para
    tomar muestra, realizándose la misma el 10 de agosto de 1565:


    Relación de la gente que pareció en la muestra que se tomó en Zaragoza [Siracusa] a las
    cuatro compañías de el tercio de D.Gonzalo de Bracamonte, y a las nueve que últimamente
    vinieron de España que están a su cargo


    El Tercio de D.Gonzalo de Bracamonte
    Pedro González 165
    Isidro Pacheco 141
    Lope de Figueroa 162
    Juan Osorio de Ulloa 147


    Las nueve compañías que últimamente vinieron de España.
    Juan de Alagon 428
    Ruy Franco de Buitron 215
    Toribio Zimbron 192
    Francisco Hernández de Ávila 247
    Diego de Mendoza 169
    Carrillo de Melo 179
    Juan Maldonado 194
    Periche de Cabrera 197
    Pedro Ramírez de Arellano 194


    Más quinientos de las tres compañías que vinieron de Messina con don García de Toledo,
    que son de D.Marcos de Toledo, Osorio de Angulo y Beltrán de la Peña de el Tercio de D.
    Gonzalo sin las arriba dichas.


    Si añadimos estos últimos 500 hombres a la suma, tenemos un total de 3190 hombres.
    Efectivamente, las compañías del Tercio de Bracamonte, que eran las traídas desde
    Córcega, se habían recrecido con 2015 hombres traídos desde España [entre otros, por las
    galeras de Álvaro de Bazán] los cuales correspondían a aquella previsión inicial de 4.000
    hombres que habían de acudir a Córcega, y que evidentemente, no pusieron pie en aquella
    isla. Tenemos un total de 17 compañías.


    Si sumamos los 500 hombres que escoltaban a García de Toledo, a los 615 hombres del
    Tercio de don Gonzalo, y los comparamos con los 1200 hombres que se refiera había en
    Córcega, queda una duda ¿dónde están los del Tercio de Sicilia?
    En una muestra realizada en La Goleta, por el contador Pedro Ortiz de Río tenemos que:
    Las tres compañías que trujo el Sr. D. Sancho de Leiva que estaban en Córcega tienen 276
    soldados de servicio y 24 plazas muertas para los oficiales arriba contenidos, que
    serán con ellos 300 plazas.
    Imaginamos que estas correspondían a parte del Tercio de Sicilia que en aquella isla estuvo
    alojado.


    En todo caso, Sancho de Leiva, capitán general de las galeras de Nápoles, no estuvo en
    Córcega durante la empresa contra Sampietro Corzo, sino que estuvo encargado de proveer
    galeras en Nápoles y Cataluña, donde recogió a parte de la infantería española, para hacer
    lo propio con la de Lombardía en Saona para marchar igualmente a Sicilia donde llegaría en
    agosto. Allí se reunirían todas las tropas que habían de acudir al socorro de Malta.


    Tras una salida de las galeras desde Siracusa el 22 de agosto abortada por un temporal, el 4
    de septiembre vuelven a salir a la mar, cuando una nueva tormenta hace que la flota de 50
    galeras se separe, pero finalmente, se consigue el día 6 desembarcar en las playas de
    Mellieha, a 12 millas al norte de la Armada turca, sin estorbo de los enemigos, quedando
    las tropas a cargo de Álvaro de Sande y las galeras a cargo de García de Toledo.
    El 7 de septiembre informaba don García de Toledo a Su Majestad del evento que acabaría
    suponiendo el levantamiento del asedio al que sometían los turcos las fortalezas de la bahía
    de la Valeta: Sant Angelo, y San Miguel, habiendo sido tomado San Telmo en junio.
    Quedaron las tropas en tierra [entre ellas el Tercio de don Gonzalo] con bizcocho para mes
    y medio, mientras que las galeras regresaban a Messina a revituallarse [de bizcocho,
    pólvora y mecha] y recoger otros cuatro mil soldados.
    Pasando de regreso a Sicilia García de Toledo por delante de La Valeta con sus galeras,
    comenzaron los turcos a preparar la retirada. El día 10, los españoles alojados a 8 millas de
    la ciudad de Naxxar [Malta la vieja] comienzan a caminar hacia la misma, teniendo
    conocimiento de la marcha de los turcos.
    El único contacto entre unos y otros fue ese mismo día diez, donde con el capitán Gonzalo
    de Salinas en cabeza a cargo de una manga de arcabuceros acosó, los escuadrones de los
    Tercios dieron caza a un escuadrón de tres o cuatro mil turcos que iba poniendo fuego a
    algunas casas al tiempo que se retiraban para embarcarse en sus galeras en la bahía de San
    Pablo, muriendo en este alcance 900 o 1000 turcos, y entre seis u ocho coseletes
    españoles, que murieron rendidos tras caminar siete millas más persiguiendo a los turcos,
    amén de las que ocho que habían caminado. Aparte de estos soldados agotados, murieron
    otros españoles por el combate: “De los nuestros no son cuatro los muertos de heridas”,
    según relataba Sancho de Londoño, maestre de campo del Tercio de Lombardía. La
    mayoría de los turcos, no obstante, pudo El mismo día 10 de septiembre, quedaban los
    turcos embarcados para marchar a Constantinopla.




    DE TERCIO DE CÓRCEGA A TERCIO DE CERDEÑA.
    El 19 de octubre de 1565, informaba García de Toledo al rey: «Envío á D. Gonzalo de Braca-
    monte con su tercio en Cerdeña en las galeras del duque de Florencia, y va pagado hasta el
    dia que parte, y avituallado hasta Cerdeña».
    Pero ya a mediados de enero de 1566, de nuevo debían apercibirse las tropas distribuidas
    por los estados italianos, “teniendo los avisos que se tienen de la venida de la armada del
    turco mas gruesa que el año pasado”, dando orden de que se acopiasen provisiones “al
    virey de Cerdeña para los del tercio de D. Gonzalo de Bracamonte que están allí”. El
    descanso invernal era para las tropas, pero la campaña de verano comenzaba a prepararse
    pronto.


    Acerca de la denominación del Tercio, no habiendo llegado a Cerdeña hasta el otoño de
    1565, y habiendo pasado hasta entonces más tiempo en Córcega, don García de Toledo
    escribía: “y el tercio de Córcega enviaré á Cerdeña para que invierne allí como V. M. lo tenia
    designado el año pasado”. Recibía antes la denominación de Tercio de don Gonzalo
    Bracamonte que la regional, pero evidentemente, no podía ser Tercio de Cerdeña sin haber
    puesto pie en esta isla.


    Efectivamente, comenzaba el año de 1566 como el de 1565, la prioridad era el turco, y la
    armada prevista para ese año, que podía poner en un brete a cualquier parte del
    mediterráneo occidental.


    La previsión inicial era poner una fuerte defensa en La Goleta [que se entendía había de ser
    el objetivo del turco ese año] acudir a Malta con una fuerza de unos mil hombres, y dejar
    un remanente de fuerzas en Sicilia para acudir allí donde hiciera falta, sin dejar sin defensa
    el resto de estados:
    “En Cerdeña se pornán 1,400 italianos, y de allí se sacará el tercio que enviastes de D.
    Gonzalo de Bracamonte, que con las tres compañías que tomo y trujo de Ñapóles don
    Alvaro de Bazao, se entiende que terna número de 1,800 soldados.”
    En La Goleta, amén de los cinco mil españoles, habría cuatro mil italianos y tres mil
    alemanes, que guarnicionarían el nuevo fuerte que había de construirse.


    En marzo, se determinó se enviasen a Malta tres mil españoles viejos de los presidios de
    Italia y tres mil alemanes que levantaba el conde Paris de Lodron. Realmente marcharían
    cuatro mil quinientos españoles [aunque en algún texto se indica cinco mil] entre los
    cuales encontraríamos 10 banderas del Tercio de Cerdeña.
    A La Goleta se enviaba el Tercio de Nápoles [menos de tres mil hombres] y dos mil
    españoles más de varias unidades.
    En julio parecía claro que no habría ataque: “pues el armada del turco da lugar para ello
    con no dar muestra de venir allí ni en otra parte de las de acá”, por lo que se procedía a
    realojar a los distintos tercios en sus estados, aprovechando para acometer una
    reorganización “por excusar de gasto lo de acá , como porque los tercios estén cumplidos y
    se excusen tantos capitanes y oficiales”.
    Respecto a las instrucciones dadas por el rey en relación al Tercio de Cerdeña, cuyas tropas
    habían de ser repartidas en los de Lombardía y Nápoles, don García de Toledo ejecutaba
    según su parecer “no habiéndose de dar mas que al duque de Alburquerque la gente que
    habrá menester para henchir el número que creo serán hasta setecientos ó ochocientos
    hombres, y no habiendo de quedar en este tercio mas de dos mil que ya los hay, sobrará
    buen golpe de gente al maestre de campo D. Gonzalo de Bracamonte” y respecto al
    alojamiento del Tercio, proponía don García de Toledo dos variantes: “que se entremeta la
    gente de su cargo en otras partes, ó si manda como será forzoso que vuelvan á alojar en
    Cerdeña”.
    El 25 de julio informaba Sancho de Londoño, maestre de campo del Tercio de Lombardía,
    desde Malta: “quedan las diez compañías del cargo de D. Gonzalo de Bracamonte, y las
    cinco de Sicilia que están á cargo de D. Pedro de Padilla, y las diez que son á mi cargo, en
    todas habrá cuatro mil y quinientos soldados de servicio”.






    En agosto de 1566 ya se tenían noticias de la alteración de Flandes, la furia iconoclasta, y se
    preveía que Felipe II acudiera a Flandes vía Italia, contando con la escolta que habían de
    hacerle estos soldados viejos, viaje que no haría su majestad sino el Duque de Alba,
    inaugurando el Camino Español.
    Se procedió no obstante, a reorganizar y realojar las tropas, según el principio de que
    habían de quedar tres mil españoles en Nápoles y otros tantos en Lombardía:
    “será conviniente que también saquéis la infantería spañola que está en Malta y la Goleta y
    la enviéis á Nápoles y Lombardía con la mayor brevedad que se pueda, repartiendo entrel
    un tercio y el otro los soldados spañoles que han estado y residido en Cerdeña á cargo de D.
    Gonzalo de Bracamonte y los que llevó D. Alvaro de Bazan”.
    Proponía entonces el rey una reforma de los Tercios de Cerdeña y Sicilia, que no tuvo lugar
    por desinterés de los responsables de las unidades receptoras de las tropas.


    En agosto llegaban a Sicilia las tropas que habían estado en Malta y La Goleta, tomándose
    muestra el día 30.
    El 2 de septiembre, don García de Toledo informaba del envío al duque de Alburquerque
    [don Gabriel de la Cueva, gobernador de Milán] de “cinco compañías de las del tercio de D.
    Gonzalo dé Bracamonte […] y porque creo que será D. Gabriel forzado á reformarlos, me
    pesa en el ánima porque son muy buenos capitanes, y ansí lo son los demás que quedan de
    aquel tercio de D. Gonzalo”.
    Entonces, el Tercio de Cerdeña se vio disminuido en cinco banderas, pasando a servir los
    soldados de estas en el Tercio de Lombardía.
    Asimismo, informaba de que “otras seis [compañías] van á Cerdeña porque el duque de
    Alcalá me escribió que no habia menester mas soldados”.
    La falta de necesidad de gente en los Tercios de Nápoles y Lombardía, y la poca disposición
    de esos estados de asumir más costes, salvaron al Tercio de Cerdeña de la reformación,
    pues de otra manera, se hubieran diluido entre ambos, como proponía el rey.
    El 18 de septiembre, ya habían marchado las tropas del Tercio de Cerdeña en galeras “Las
    de Juan Andrea y Florencia fueron á llevar la infantería de Cerdeña y Lombardía, porque,
    como escrebí á V.M., el duque de Alcalá [virrey de Nápoles] no habia querido que se le
    rehiciese su tercio”.


    A estas alturas del año, en la reordenación del aparato militar para la planificación del año
    próximo, la prioridad era ya Flandes.
    El rey ordenaba que todas las tropas habían de ser enviadas a Lombardía, donde
    aguardarían su llegada, y servirían de escolta para su pasaje a Flandes, siendo sustituidas
    las tropas de guardia de esos reinos por compañías levantadas en España. Habían de ir en
    galeras hasta Génova, donde desembarcarían y caminarían hasta Milán.
    No obstante quedaban las cinco compañías que se habían enviado a Cerdeña, y don García
    de Toledo en 25 de octubre pedía instrucciones al respecto: “suplico á V. M. me mande
    avisar qué se ha de hacer de la gente que fué á Cerdeña”.
    A lo que el rey respondía el 27 de noviembre: “por la infantería que está en Cerdeña
    enviaréis para que se junte con la demás y no esté dividida”, aunque su idea era “que se
    hubieran incorporado y metido en las compañías y número ordinario que había de quedar
    como os lo escribimos”. Que se hubiera reformado, dividiéndose en los Tercios de Nápoles
    y Lombardía.


    De Italia al Ejército de Flandes
    En 1567 se inician los preparativos necesarios para disponer ese verano de las tropas
    españolas en Flandes. El duque de Alba partía de Cartagena bordeando la costa
    mediterránea en las galeras de Andrea Doria, junto con 17 banderas de españoles bisoños
    que habían de quedar en los presidios italianos, de las cuales, cuatro caminarían junto al
    Tercio de Cerdeña.
    Los Tercios se reunieron en los estados de Lombardía, marchando el 20 de junio,
    inaugurando el llamado Camino Español, llegando a Namur el 20 de agosto. El Tercio de
    Cerdeña estaba formado por 10 compañías, con un total de 1728 hombres, según
    Bernardino de Mendoza, cifra obtenido de la muestra que se realizó en Aste el 2 de junio.
    Al Tercio de Cerdeña se le señaló el alojamiento en y alrededores de la villa de Enghien, a
    una jornada de camino desde Bruselas, a la cual se preveía debería acudirse con causa de
    algún tumulto o por realizar defensa de la misma.
    Se inició entonces una represión apresándose y ajusticiándose muchos de los personajes
    principales que se entendió habían sido cabecillas de la rebelión, pero no fue hasta la
    primavera de 1568 cuando se iniciaron movimientos bélicos propiamente dichos. En Abril
    se rompen las hostilidades, pero el Tercio de Cerdeña no es movilizado de inmediato.
    Gonzalo de Bracamonte recibe el orden de desplazar a las 8 de las compañías del Tercio a
    su cargo alojadas entonces en Bolduque, para reuniéndolas con las otras dos que
    guarnicionaban Oudenaarde, para ponerse a las órdenes del conde de Mega, y romper a los
    rebeldes alojados en Boxmeer, mas a medio camino, los rebeldes desalojan Boxmeer, y
    entran en Grave, con lo que don Gonzalo se dirige a esta villa.
    Teniendo noticia del previsible cerco al que le han de someter las tropas reales, los rebeldes
    desalojan la villa, entrando en ellas dos compañías del Tercio de Cerdeña, y alojándose el
    resto en los contornos de la misma, quedando entonces situados en la posición idónea para
    ser seleccionados en una marcha al norte.


    La batalla de Heiligerlee
    Conocedor el duque de Alba de la ocupación del castillo de Wedde [propiedad patrimonial
    del conde] y del campeo que en tierras de Frisia hacían 6.000 infantes a cargo de Ludovico
    de Nassau, hermano del príncipe de Orange, es enviado Johann de Ligne, conde de
    Arembergh, al mando de 5 banderas de alemanes bajos de su regimiento, auxiliado por las
    10 compañías del Tercio de Cerdeña a cargo de Gonzalo de Bracamonte, que embarcados
    en Ámsterdam con 6 piezas de artillería se unieron con el conde a su llegada a Frisia.
    El Conde de Mega o Megen, acompañado por el castellano Andrés de Salazar, con 4
    compañías de su coronelía, y las 3 de caballos ligeros [lanzas o celadas, españolas, italianas
    o albanesas] alojadas en Bolduque, partieron tras de él, habiéndose de reunir en tierras de
    Groninga.


    El 22 de mayo la arcabucería del Tercio de Cerdeña traba escaramuza con los rebeldes,
    haciendo que estos se retirasen a Dam [Appingedam] donde tenían su alojamiento. Las
    murallas de la villa que habían sido demolidas en 1536 por orden de Carlos V no hacían de
    este lugar el idóneo para el planteamiento de defensa alguna, por la cual cosa, los rebeldes
    abandonaron Dam caminando hacia el este, encontrando alojamiento fuerte en la abadía
    de Heyligerlle [monasterio de monjas agustinas] lugar elevado sobre la campiña
    circundante.


    El 23 de mayo las tropas de Arembergh y Bracamonte, caminan aprisa tras los enemigos,
    recibiendo aviso durante la mañana que el conde de Mega ha de llegar esa misma noche,
    no obstante, no aguardan la llegada de los rebeldes y siguen en su acoso a los rebeldes.
    Al llegar por el camino que conducía a la abadía, ven dispuestos a los enemigos en dos
    escuadrones, uno de unos 1600 infantes, y el otro de unos 900, guarnicionados ambos con
    mangas de arcabuceros, a un lado la caballería, y al otro, sobre una pequeña loma contigua
    a un bosque, una manga de arcabuceros mayor.
    Los arcabuceros españoles que iban en vanguardia por el camino, llegaron al puesto que
    ocupaba esta manga de arcabuceros, y con las seis piezas de campaña que llevaban,
    comenzaron a batirles, haciendo desalojarles el puesto, retirándose hacia sus escuadrones.
    Sin aguardar los arcabuceros españoles que se formase su escuadrón a las espaldas
    [formación que es la fuerza de un ejército, desde donde se alimenta el combate que se hace
    con la arcabucería, y donde se pueden recoger los soldados si son rotos por el enemigo]
    comienzan a perseguir a los arcabuceros del enemigo, y asimismo doscientos coseletes
    [piqueros con armadura] que salieron a la deshilada [sin mantener ninguna formación].
    Estos hombres serían rotos por las mangas de arcabuceros y los propios escuadrones del
    enemigo, que manteniendo su formación, detrás de un terreno privilegiado.
    Bernardino de Mendoza atribuye al terreno lleno de fosos y lodazales por la acción
    extractora de la turba la mala actuación de los soldados; pero este mal terreno no impidió a
    los rebeldes matar a los que les atacaban, así que puede entenderse que fue el ataque
    desordenado y no el terreno, el que hizo perder la batalla a las tropas españolas.
    El conde Arembergh había trabado batalla a su vez con la poca caballería que llevaba,
    alguna tropilla formada por caballeros particulares, contra la caballería del enemigo
    gobernada por Adolfo de Nassau. Ambos murieron en el choque, atribuyéndose al conde la
    muerte del tercer hermano de los Orange.
    Vista la rota de la vanguardia española por las banderas del regimiento de alemanes de
    Arembergh, cinco [que salvaron el pellejo] se rindieron rápidamente, negociando no servir
    al rey de España por seis meses.


    Los españoles, que no habían formado escuadrón, viendo la huida de la vanguardia y el
    resto de los alemanes que huían, comenzaron a huir seguidos por los rebeldes, teniendo la
    suerte de encontrarse las tres compañías de caballos que venían con el conde Mega a cargo
    del castellano Andrés de Salazar, y oyendo las cornetas de la caballería, temerosos de la
    llegada de un refuerzo, se retiraron los rebeldes a su puesto en la batalla, salvándose
    entonces los que escapaban.
    El resto de la rota de Heiligerllee, fue recogida por el regimiento del conde de Mega, que
    caminaba tras Salazar. Tras pasar la noche en Zuidbroek, se retiraron tras lar murallas de
    Groninga, guardada por cuatro banderas de alemanes del coronel Schamburg. Murieron
    unos 450 españoles en la batalla, entre ellos, los 200 coseletes que se adelantaron tan
    temerariamente, perdiéndose las seis piezas de artillería. Entraron en Groninga algo más
    de 1000 españoles, cuando la muestra del Tercio de Cerdeña hecha en julio de 1567 era de
    1728 hombres.


    En Groninga quedaron estas tropas cercadas por los rebeldes, habiendo el duque de Alba
    en persona al mando del Ejército a acudir al rescate de los sitiados, produciéndose el 14 de
    julio una batalla en la que las tropas de don Gonzalo saldrían de los murallas de la villa para
    unirse al ejército de socorro, rompiendo a los rebeldes, e iniciándose una persecución de
    los mismos que culminaría en la victoria de Jemmingen, donde el enemigo sería
    arrinconado contra el río Ems, y masacrado el día 21 de julio de 1568.


    Del Tercio de Cerdeña, Bernardino de Mendoza únicamente destacó al capitán Pedro
    González de Mendoza, que formó parte de la arcabucería que tomó la vanguardia.
    Al regreso de Jemmingen, situada en la Frisia Oriental alemana, las tropas de Alba pasaron
    por delante de la villeta de Heiligerlee, de infausta memoria para los derrotados soldados
    del Tercio de Cerdeña. Se había extendido el rumor de que algunos de los soldados huidos
    en la batalla tenida lugar en mayo, habían buscado refugio en los alrededores, y los
    habitantes del lugar los habían asesinado o entregado a los de Nassau. Como venganza, los
    mochileros y algunos soldados del Tercio, que caminaban de retaguardia, pusieron fuego a
    las casas, según Mendoza de manera tan metódica “que si se les hubiera dado algun
    mandato particular para hacer aquel daño […] no lo ejecutaran tan puntualmente”.
    Al duque de Alba le había quedado una espina clavada por el comportamiento que él había
    juzgado cobarde en la batalla de Heiligerlee, y aprovechando el desorden – aunque él era
    partidario de la disciplina en todo caso – procedió a disolver la unidad, repartiendo los
    soldados en las compañías de los demás tercios, siendo por tanto el de Cerdeña el primero
    en ser reformado en el Ejército de Flandes, dejando únicamente en pie la bandera del
    capitán Martin Díaz de Armendariz, de 400 arcabuceros, el cual se hallaba en Italia en
    aquel tiempo.
    El duque de Alba informaba de esta manera al rey: “Escribí á V. M. como habia reformado
    el tercio de Cerdeña. Yo lo hice por no tener aquella estatua en pié que pudiesen decir que
    españoles habían huido sin orden, y aguardé á tomar ocasión de ciertas granjas que
    tomaron en Frisia , por cumplir al servicio de V. M. castigar el un delicto y el otro, hice
    meter los soldados entre los otros tercios”.
    No obstante esto, disculpaba el duque de Alba a su maestre de campo: A D. Gonzalo de
    Bracamente y á D. Pero González su hermano, que como capitán de arcabuceros estuvo
    con la artillería hasta la postre y peleó muy bien y á otros oficiales les he hecho agravio, y
    conviene que V. M. les haga merced, y se lo recompense en otra cosa”. Ese mismo año, se
    le concedía a don Gonzalo el mando del recién creado Tercio de Flandes.


    © CARLOS VALENZUELA.


    http://www.tercios.org/R_D/R_D_cerdena.html
    Última edición por Michael; 17/11/2013 a las 16:09
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    Antonio Aparisi

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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    Tercio Viejo de Cerdeña


    El Tercio Viejo de Cerdeña es uno de los tercios viejos aparecido después que los tres primeros. Se lo considera "viejo" por ser uno de los más antiguos (fue creado en 1536) tras la creación de los tercios en las ordenanzas de Carlos I de España de 1534 y 1536.


    Como su nombre indica, el tercio estaba repartido por Cerdeña en compañías en las siguientes localidades:


    Cagliari
    Nuoro
    Sassari
    Sin embargo, no solo estuvo en el ámbito italiano, hacia 1565, se dirige a Flandes por el Camino español, bajo el mando del duque de Alba para repeler la rebelión de los protestantes holandeses.


    Disolución
    Durante la invasión de Frisia, el Tercio Viejo de Cerdeña sufre una derrota en la batalla de Heiligerlee. Desbaratado el tercio, los soldados huyeron del campo de batalla y buscaron refugio en casas y aldeas, donde los habitantes de ellas, los asesinaron a sangre fría.


    Poco después, el ejército del rey, reconquista Heiligerlee, y los supervivientes de aquel macabro día decidieron dar un escarmiento a aquellos habitantes que mataron a sus camaradas y compañeros: quemaron aldeas y mataron a sus habitantes, los capitanes del tercio no movieron un solo dedo para frenar todo aquello, creían que estaban haciendo justicia vengándose.


    El duque de Alba se alarmó al ver las columnas de humo de aquellas aldeas y casas incendiadas y envió al barrachel, que funcionaba como jefe de la policía militar del tercio, para que ejecutara a todo soldado que había producido los incendios. Tantos eran los soldados implicados, que cuando el barrachel le dio las noticias, el duque de Alba decidió disolver el tercio.


    Dos días después, el duque de Alba reunió atodo el ejército y vieron cómo el Tercio Viejo de Cerdeña se disolvía. Los alféreces tuvieron que romper las astas de las banderas que representaban las compañías, los capitanes cortaron sus bandas de capitán y los sargentos sus partesanas o alabardas; se dice que los soldados lloraban de pena y de vergüenza al ver cómo se disolvía uno de los tercios que en más combates había participado.


    Tercio Viejo de Cerdeña - Wikipedia, la enciclopedia libre
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    Antonio Aparisi

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    Re: Reino de Cerdeña y Córcega

    I sardi hanno vinto la battaglia di Lepanto


    nicola zotti




    Il 7 ottobre 1571 nello specchio di mare antistante la città di Lepanto nel golfo di Corinto, venne combattuta una delle più decisive battaglie della storia, tra la flotta dei turchi ottomani e quella della “Lega Santa”, una coalizione di stati cristiani promossa dal papa Pio V.


    I turchi ottomani furono sconfitti, e con le galee della loro flotta affondarono anche i progetti di illimitata espansione che essi avevano coltivato per secoli ed avevano portato ad un passo dal realizzare concretamente.


    Invece, persa la flotta e con essa la possibilità di dominare il mare, proiettando a piacimento la propria minaccia in tutto il Mediterraneo, dovettero accontentarsi, ancora per qualche secolo, di effettuare sporadici aggressioni esclusivamente per via di terra. Attacchi “telefonati”, che vennero regolarmente respinti, seppure con qualche apprensione.


    Prima di rivelare che cosa c’entrino i sardi con questo importante avvenimento storico, è necessario fare un passo indietro di qualche centinaio di anni.


    Nel 1297 papa Bonifacio VIII aveva assegnato la Sardegna alla dinastia aragonese di Spagna.


    Fino a quel momento, e per i trecento anni precedenti, la Sardegna si era autogovernata sulla base del sistema dei “giudicati”: l’isola era divisa in quattro governatorati autonomi – Arborea, Cagliari Lugodoro e Gallura – che erano riusciti, seppure tra mille difficoltà, a preservare la propria indipendenza dalle voraci attenzioni delle repubbliche marinare Genova e Pisa.


    Ma contro re Giacomo II d’Aragona ogni tentativo di resistenza fu inutile. I tre secoli di dominazione spagnola non furono un periodo felice per l’isola: trascurata, sfruttata e soggetta a continue carestie.


    Tra le servitù a cui la Sardegna fu sottoposta, una particolarmente importante per gli spagnoli era quella militare. La Spagna era diventata la principale potenza europea ed era impegnata in continue guerre contro i suoi nemici, con un inesauribile bisogno di truppe. Durante i primi decenni del XVI secolo aveva quindi effettuato una radicale riorganizzazione su base territoriale delle proprie armate, costituendo centri di reclutamento e di addestramento stabili in ogni regione del proprio impero: Sardegna compresa, dove venne formato il “Tercio de Cerdeña”, con sedi a Cagliari e a Tempio Pausania.


    La guida della “Lega Santa” fu affidata al giovanissimo don Giovanni d’Austria: appena venticinquenne aveva già però una certa esperienza di questioni militari e si dimostrò saggio e all’altezza del difficile compito di tenere assieme i litigiosi alleati.


    Dove dimostrò ancora maggiore lungimiranza, fu nella scelta della propria guardia personale, la forza d’élite che voleva avere con sé sulla propria ammiraglia, la Réal: i 400 archibugieri del Tercio de Cerdeña. E furono proprio questi che impressero la svolta decisiva alla battaglia, prima respingendo numerosi attacchi dei turchi e quindi abbordando e conquistando la loro nave ammiraglia, la Sultana.


    i sardi hanno vinto la battaglia di Lepanto
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    Antonio Aparisi

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