Sobre el Opus Dei; manifiesta la Tradición :
PADRE JUAN MARÍA DE MONTAGUT PUERTOLLANO ( LAS ESPAÑAS ) :
( Extraído de la revista TRADICIÓN CATÓLICA; de la HERMANDAD SAN PÍO X )
“ Opus Dei, laicismo y democracia :
* Reseña biográfica :
Josemaría Escrivá de Balaguer nace en Barbastro el 9 de Enero de 1902.
De 1918 a 1920 estudia el bachillerato y la Filosofía en el Seminario de Logroño, en régimen de externado.
1920 : Ingresa en la Residencia San Carlos de Zaragoza, antigua Universidad Pontificia, y entonces residencia de clérigos. Los 5 cursos de Teología los seguirá, con los demás compañeros de la residencia, en el Seminario Conciliar.
1924 : Recibe el diaconado.
1925 : El 28 de Marzo recibe la Ordenación Sacerdotal.
1923-1927 : Obtiene la licenciatura en Derecho.
1925 : Durante mes y medio ejerce el ministerio parroquial en Perdiguera, pueblo de su diócesis.
1928 : Concibe la creación del Opus Dei : “ Camino de santificación que se dirige a toda clase de personas, por el ejercicio del trabajo profesional y el cumplimiento de la labor ordinaria y cotidiana. “En Madrid, donde se desplaza con su madre-ya viuda-y hermanos para preparar su doctorado en Derecho, conoce a algunos jóvenes estudiantes a quien confía la idea de esta vocación.
1933 : Se abre el primer Centroen Madrid para acoger, en particular, a estudiantes a quienes se ofrecerán cursos, en horario extrauniversitario, de Derecho y Arquitectura.
1941 : El obispo de Madrid, don Leopoldo Eijo y Garay, concede al Opus Dei su primera aprobación diocesana. El ministerio del Padre Escrivá se extiende durante estos años : predica algunos retiros a sacerdotes, religiosos y seglares, y es apreciado por ciertos obispos.
1943 : este “ Instituto secular “ que es el Opus Dei , y que se presenta como puramente laico, dará lugar en su seno a una Sociedad Sacerdotal ( de la Santa Cruz ), alimentada por antiguos miembros laicos : sacerdotes al servicio del Opus Dei y, eventualmente, dedicados a otras tareas pastorales. Los tres primeros se ordenarán el 25 de Junio de 1944.
1947 : Primera aprobación pontificia del Opus Dei.
1950 : Aprobación definitiva de la Obra como Instituto secular. Este mismo año, Roma aprueba la posibilidad de introducir a sacerdotes diocesanos en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. La finalidad será principalmente la de asegurarles su dirección espiritual.
1953 : Se erige el Colegio Romano de Santa María, centro dedicado a la formación espiritual, teológica y apostólica de las mujeres del Opus Dei.
1957 : Recibe algunos títulos honoríficos : nombrado miembro de la Academia Pontificia de Teología y consultor de la Sagrada Congregación para los Seminarios.
1960 : El Opus Dei abre un Campusuniversitario en Pamplona : entre otros títulos, está habilitado para la enseñanza de todas las disciplinas y grados eclesiásticos ( en la actualidad ha superado en importancia a las grandes universidades pontificias ( jesuitas y dominicos ) españolas. Hoy en día, el Opus Dei cuenta también en Roma con una universidad eclesiástica ( de la Santa Cruz )
1968 : El 24 de Enero, solicita del Ministerio español de Justicia el título nobiliario de Marqués de Peralta, que le es concedido. Lo conservará algunos años, antes de transmitírselo a su hermano.
1975 : Muere repentinamente el 26 de Junio.
1982 : Juan Pablo II eleva el Opus Dei a Prelatura Personal, que recaerá sobre su sucesor : Don Álvaro del Portillo ( El primero de sus sacerdotes )
1992 : El 17 de Mayo, Josemaría Escrivá de Balaguer es beatificado.
2002 : El 6 de Octubre es canonizado.
* Obras :
No escribió ningún tratado de espiritualidad ni de teología. Su obra más extendida ( Más de dos millones de ejemplares en decenas de idiomas ), Camino, recoge sus pensamientos. El resto de obras publicadas lo constituyen la transcripción de sus homilías, sermones y entrevistas.
* El Opus Dei y el Concilio Vaticano II :
En el Decreto introductorio a la causa de beatificación de Monseñor Escrivá, el cardenal Poletti empieza por recordar que : “ el Concilio Vaticano II ha invitado constantemente a todos los fieles, de cualquier condición, a alcanzar la plenitud de la vida cristiana y la perfección de la caridad. Este compromiso hacia la santidad puede considerarse como el elemento más característico de todo el Magisterio conciliar y, en cierto modo, su fin último “( Cita el Motu proprio “ Sanctitatis clarior “. Y añade : “ Monseñor Escrivá de Balaguer, al proclamar-desde la fundación del Opus Dei en 1928-la vocación universal a la santidad, ha sido reconocido unánimemente como precursor del Concilio, precisamente en un punto que constituye el núcleo fundamental de su Magisterio, tan fecundo para la vida de la Iglesia. “
No cabe duda de que Escrivá de Balaguer merece el título de precursor del Concilio Vaticano II. Sin embargo, sería injusto basarlo en el supuesto carisma de una “ llamada universal a la santidad “, porque dicha llamada ( que algunos quieren monopolizar ) siempre ha estado presente en el Magisterio de la Iglesia y en boca de todos los maestros de la vida espiritual. El honor, pues, de preceder al Concilio Vaticano II encuentra su justificación en otros puntos : En las ideas y postulados consagrados por la nueva eclesiología conciliar.
En efecto, el mismo Monseñor Escrivá decía, al finalizar el Concilio Vaticano II : “ Hemos de estar contentos al acabar este Concilio. Hace treinta años, a mí me acusaron algunos de hereje, por predicar cosas de nuestro espíritu, que ahora ha recogido el Concilio de modo solemne, en la constitución dogmática De Ecclesia. Se ve que hemos ido por delante, que habéis rezado mucho. “ Y su sucesor, Monseñor Álvaro del Portillo, hablará del “ extraordinario progreso eclesiológico del Vaticano II “, habiendo él participado activamente en el mismo como Consultor de la Sagrada Congregación para el Concilio, así como en distintas Comisiones Conciliares.
En la estela del Concilio Vaticano II, y más concretamente de la declaración Lumen Gentium.
* El Opus Dei, el Pueblo de Dios, y el valor del laicado :
Para el Opus Dei, la noción de “ laico “ obedece a la definición que da el documento Lumen Gentium en su IVº capítulo, y que es doble :
- Por una parte, obedece “ a su carácter de miembro del Pueblo de Dios, que ( sin pertenecer al ordo o jerarquía ) participa-en virtud del Bautismo y de la Confirmación-en la virtud profética, real y sacerdotal de Cristo. “
- Por otra, “ a su condición de cristiano corriente, que comparte con el común de los hombres la dedicación a las tareas temporales o seculares, en las cuales y a través de las cuáles debe identificarse con Cristo y manifestarlo a los hombres. “
Esta nueva conciencia, en la Iglesia, de la “ mayoría de edad “ que ha alcanzado el laicado, así como de sus deberes y obligaciones, desarrolla una verdadera “ teología del laicado “ que tiene en el Opus Dei su mejor representación y promoción.
Dicha teología se resume así :
El cristiano, por el Bautismo, recibe una consagración que le compromete en una auténtica misión : introducirse en el mundo para santificarlo :
“ Somos instrumentos de Dios para cooperar en la verdadera “ consecratio mundi “; o, más exactamente, en la santificación del mundo “ ab intra “, desde las mismas entrañas de la sociedad civil. “
“ Este pueblo ( De Dios )…prolonga en la tierra, hasta el fin de los tiempos, la acción redentora y santificadora de la Cabeza ( Del Cuerpo Místico ), a través de todos los fieles cristianos, porque todos están llamados, cada uno en sus circunstancias específicas, a realizar la gran tarea de acercar los hombres a Dios. “
Ese introducirse del laico en medio del mundo constituye, por lo tanto, una verdadera misión que Cristo le ha confiado, una función eclesial propia que debe cumplir.
Y en el cristiano consciente de ello, esta misión se convierte en una verdadera vocación.
* La vocación laical del Opus Dei:
Toda vocación requiere un fin, un carisma propio y un apostolado bien determinado.
A ) El fin : El fin consiste en acercar a todos los cristianos, esos millones de cristianos “ corrientes “, a la santidad.
B ) El carisma propio : La santificación del trabajo, por el trabajo y en el trabajo.
“ El trabajo en sí mismo no es una pena, ni una maldición o un castigo: quienes hablan así no han leído bien la Escritura Santa. “
“ Por el contrario, debéis comprender ahora-con una nueva claridad-que Dios os llama a servirle en y desde las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana…En todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día. Sabedlo bien; hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de nosotros descubrir. “
En efecto, Monseñor Escrivá está persuadido de que “ todas las cosas de la tierra son buenas, y no sólo de una manera natural, sino por el orden sobrenatural al que han sido destinadas “ : “ Lo he enseñado constantemente con palabras de la Escritura Santa : El mundo no es malo, porque ha salido de manos de Dios…Somos los hombres los que lo hacemos malo y feo, con nuestros pecados y nuestras infidelidades. “
En consecuencia, y dada esta nueva “ teología de las realidades terrestres “, “ todo trabajo humano, honesto, intelectual o manual…contribuye a ordenar cristianamente las realidades temporales-a manifestar su dimensión divina-y es asumido e integrado en la obra prodigiosa de la Creación y de la redención del mundo : se eleva así el trabajo al orden de la gracia, se santifica, se convierte en obra de Dios, Operatio Dei, Opus Dei. Pues no se puede decir que haya nobles realidades exclusivamente profanas, una vez que el Verbo se ha dignado asumir una naturaleza humana íntegra y consagrar la tierra con su presencia y con el trabajo de sus manos. “
Ahora bien, por la Revelación conocemos el orden divino respecto al gobierno de las cosas creadas : las confió a Adán : “ Posuit eum in paradisium ut operaretur et custodiret “ ( Gen 2, 15; 1, 26ss ) ( : “ Le puso en el paraíso para que lo cultivase y guardase “ ), y por Adán a todos sus descendientes ( constituii eum super opera manuun tuarum, Ps 8,7 : “ lo constituiste sobre las obras de tus manos. “ ) Esta labor contribuía a ennoblecer al hombre en el ejercicio de su inteligencia, y no mortificaba en nada sus fuerzas físicas. Pero, tras el pecado original, se convirtió en una obligación penosa porque iba a unir, con la obligación del gobierno-muy exigente en lo sucesivo y sujeta, además, a los errores de un espíritu humano fácilmente desviado y atraído por las pasiones-la del trabajo servil ( maledicta terra in opus tuum, Gen 3,17 : “ será maldita la tierra en tu trabajo “ ), anunciado por Dios como una pena del pecado.
El trabajo tiene, por lo tanto, en el estado presente del hombre, un doble aspecto : el primitivo, que viene del orden mismo de la creación, y el actual, como castigo para la humanidad hija de Adán. Y la santificación del hombre con respecto al trabajo se dará en la sumisión a esta doble voluntad divina ( non oderis laboriosa opera, et rusticationem creatam ab Altissimo, Eccli 7,16 : “ no aborrezcas la labor por trabajosa, ni la agricultura, que es cosa del Altísimo. “ ) Tenemos el ejemplo de ello en Jesucristo mismo quien, habiendo tomado una naturaleza igual a la nuestra, en todo exceptuando el pecado, quiso ser el hijo de un carpintero y, sin duda, ejercer con el oficio. Con ello santificó esa actividad humana que es el trabajo, pero sin hacer de ella una virtud, sin convertirla en una fuente de santificación en sí misma : porque el valor y el mérito del trabajo es, desde el pecado original, relativo a las virtudes que desarrolla y a los vicios que impide ( cf.Eccli 7,16 ; Ef 4,28; II The 3, 10 ; ….) De hecho, no encontramos en los Evangelios palabras de Jesús donde recomiende el trabajo por sí mismo ( al contrario, más bien condena la solicitud que implica el trabajo-en Mt 6,25 al igual que lo hace el Antiguo Testamento : Eccli 38, 25-39 ).
El Opus Dei, sin embargo, convierte el trabajo “ bien hecho “ en la principal fuente de gracia para el hombre : en algo que santifica y se vuelve sagrado al manifestar su dimensión divina.
Con semejante espiritualidad, es fácil comprender por qué el Opus Dei siempre ha aceptado en su “ familia “ a no-católicos e incluso a no-cristianos.
C ) El apostolado del miembro del Opus Dei :
“ El apostolado, esa ansia que come las entrañas del cristiano corriente, no es algo diverso de la tarea de todos los días : se confunde con ese mismo trabajo, convertido en ocasión de un encuentro personal con Cristo. En esa labor, al esforzarnos codo con codo en los mismos afanes con nuestros compañeros, con nuestros amigos, con nuestros parientes, podremos ayudarles a llegar a Cristo…( San Pedro ), antes de ser apóstol, pescador. Después de apóstol, pescador. La misma profesión que antes, después. “
* El Opus Dei y el sacerdocio de los laicos ( Lumen Gentium )
“ Jesucristo…une íntimamente a los laicos a su vida y misión, dándoles también parte en su función sacerdotal para que ofrezcan un culto espiritual, para la gloria de Dios y salvación de los hombres…En efecto, todas sus obras, oraciones, tareas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo diario, el descanso espiritual y corporal, si se realizan en el espíritu, incluso las molestias de la vida, si se llevan con paciencia, todo ello se convierte en sacrificios espirituales agradables a Dios por Jesucristo, que ellos ofrecen con toda piedad a Dios Padre en la celebración de la Eucaristía…De esta manera, también los laicos…consagran el mundo mismo a Dios. “
De este mismo pensamiento participa la espiritualidad laical del Opus Dei :
“ Todos, por el Bautismo, hemos sido constituidos sacerdotes de nuestra propia existencia, “ para ofrecer víctimas espirituales, que sean agradables a Dios por Jesucristo “, para realizar cada una de nuestras acciones en espíritu de obediencia a la voluntad de Dios, perpetuando así la misión del Dios-Hombre. “
“ La misión de la Iglesia, recibida de Jesucristo, es única, y su cumplimiento se encomienda a todos los miembros del Pueblo de Dios, que, por los sacramentos de iniciación, se hacen partícipes del sacerdocio de Cristo para ofrecer a Dios un sacrificio espiritual y dar testimonio de Jesucristo ante los hombres. “
Esta “ hostia espiritual “, en la espiritualidad del Opus Dei , es el mundo mismo, que debe “ consagrarse a Dios “ ( Lumen Gentium cit. ), y que preparan en parte sus miembros por el esfuerzo diario en su trabajo : “ No me cansaré de repetir, por tanto, que el mundo es santificable; que a los cristianos nos toca especialmente esa tarea, purificándolo de las ocasiones de pecado…, ofreciéndolo al Señor como hostia espiritual, presentada y dignificada con la gracia de Dios y nuestro esfuerzo. “
“ Una sola misión, de contenido universal y, para cumplirla, un solo sacerdocio, el de Cristo, del que participan, aunque de modo diverso, todos los miembros del Pueblo de Dios “ ( Álvaro del Portillo, ibidem )
Pero no por ello se va a negar el sacerdocio sacramental o jerárquico ( o, como usa la expresión actual, ministerial ), que Monseñor Escrivá precisará en distintas ocasiones ser “ esencialmente distinto “ del de los fieles : “ Junto al sacerdocio común de todos los fieles existe, también, por voluntad de Dios, el sacerdocio ministerial. “
Sin embargo, el discurso habitual será el de venir siempre a realzar el sacerdocio de los laicos. El día mismo de su muerte ,en el Colegio Romano de Santa María, dirá a sus hijas : “ Vosotras tenéis un alma sacerdotal, os diré como siempre que vengo aquí. Vuestros hermanos seglares también tienen un alma sacerdotal. Podéis y debéis ayudar con esa alma sacerdotal y, con la gracia del Señor y el sacerdocio ministerial en nosotros, los sacerdotes de la Obra, haremos una labor eficaz…”
Y en este marco, el sacerdocio ministerial viene a ser un “ servicio “ : “ El Orden Sagrado es el sacramento del servicio sobrenatural a los hermanos en la fe. “
En el Opus Dei, este sacramento no cambiará para nada la espiritualidad del miembro que lo recibe : “ Nosotros nos santificamos con nuestro ministerio sacerdotal, que es como nuestra profesión, como nuestro trabajo. “
“ Estos hombres que, libremente, porque les da la gana-y es ésta una razón muy sobrenatural-abrazan el sacerdocio, saben que no hacen ninguna renuncia, en el sentido en el que ordinariamente se emplea esa palabra. Ya se dedicaban-por su vocación al Opus Dei-al servicio de la Iglesia y de todas las almas, con una vocación plena, divina, que les llevaba a santificar el trabajo ordinario. “
La consecuencia es que no habrá ningún amor especial hacia la vida consagrada : la vocación de “ laico “ consciente de su misión ( y, por tanto, miembro del Opus Dei ) ya es “ plena, divina “ y en nada inferior a las demás opciones; más aún, respeta el “ lugar “ de cada uno. Porque, en definitiva, el “ lugar “ del bautizado se encuentra, de hecho, en el mundo; per accidens, ( Y para el servicio de los laicos ) en la vida consagrada…:
“ Nuestra asociación…procura que cada uno haga su apostolado, y se santifique dentro de su propio estado…No sacamos a nadie de su sitio, ni alejamos a nadie de su trabajo o de sus empeños y nobles compromisos de orden temporal. “
* Conclusión : Hacia la unión universal de los pueblos
El Opus Dei, con su espiritualidad y doctrina, ha contribuido y contribuye en el falso proyecto ( que el Papa San Pío X denunció en su carta apostólica Notre Cargue Apostolique, esp.23, 33-34 ) de alcanzar la unidad-ecuménica y democrática-del género humano :
A ) Porque el espíritu del Opus Dei, aunque nacido antes del Concilio, se identifica con éste último en las líneas maestras que, a este respecto, marcó especialmente en su documento Gaudium et Spes:
- Se identifica con la noción de “ Pueblo de Dios “, que abraza la universalidad de los hombres inmersos en la Historia.
- También con la noción de “ laico “, abstracción hecha de la Jerarquía, que implica una vocación nata en todo bautizado, y una “ igualdad radical “ en el seno de la Iglesia. Respecto de la jerarquía, se hablará antes que de “ dignidad “ o “ estado consagrado “, de “ funciones “ y “ ministerios “ propios de ciertos cristianos.
En definitiva,
- Sin negar el carácter jerárquico de la Iglesia, el Opus Dei sacraliza el estado de “ laico “ ( que nada tendrá que envidiar a las almas consagradas, puro “ signo escatológico “ ).
- Sin desacralizar el sacerdocio ministerial, se va a sacralizar el sacerdocio de los fieles.
B ) Porque su carisma, la “ santificación en el trabajo “, consiste precisamente en establecer el Reino de Dios por la gestión de lo temporal : “ Los laicos deben, pues, dedicarse con empeño a que los bienes creados por el trabajo humano…se desarrollen según el plan del Creador y la iluminación de su Verbo al servicio de todos los hombres sin excepción...y lleven a su manera al progreso universal en la libertad humana y cristiana. Así Cristo…iluminará cada vez más a toda la sociedad humana con su luz salvadora. “
C ) Porque la praxis en el seno del Opus Dei está impregnada de una falsa noción de las libertades del hombre, y de su necesaria consecuencia : a nivel personal una práctica religiosa individual ( Que renuncia a los actos de fe y piedad públicos ), y a nivel social, La no-confesionalidad de los Estados ( secundando y colaborando con los partidos demócrata-cristianos ).
* Corolario :
Don Félix Sardá y Salvany, en su obra El liberalismo es pecado , clasifica a los “ católico-liberales “ ( hijos del liberalismo condenado desde el siglo XIX por la Santa Sede : cf. Syllabus de Pío IX, Carta sobre “ Le Sillon “ de San Pío X ) en liberales-teóricos y liberales-prácticos. El Opus Dei, de inspiración y fin modernistas, tiene para su gobierno a liberales del primer signo; y, bajo el mando de éstos, a una mayoría de buena voluntad y más bien conservadora que, formando el grueso de esta “ Obra “, ha dado para la Iglesia los modelos perfectos de liberales-prácticos :
“ Los liberales prácticos son la mayoría del grupo, que creen a pie juntillas todo lo que les dicen sus maestros, o que sin creerlo, siguen siendo dóciles a quien los lleva, y siempre ajustados a su compás. Nada saben de principios ni de sistemas, y hasta quizá los detestarían si conocieran toda su deformidad; sin embargo, son las manos que obran, así como los teóricos son las cabezas que dirigen. Sin ellos no saldría el Liberalismo del recinto de las academias; ellos son los que le dan vida y movimiento exterior. Pagan el periódico liberal; votan al candidato liberal; apoyan las situaciones liberales, y vitorean a sus personajes y celebran sus fechas y aniversarios. Son la materia prima del Liberalismo, dispuesta a recibir cualquier forma y a servir siempre para cualquier barbaridad. Muchos de ellos…asistían a novenas y daban carrera eclesiástica a sus hijos, y compraban fincas de la desamortización; hoy día rezan tal vez el Rosario y votan al diputado partidario de la libertad de cultos. Hanse formado una como cierta ley de vivir con el siglo, y creen ( o quieren creer ) que se va bien así. ¿ Les exime esto de responsabilidad y culpa delante de Dios ? No, por cierto. “
Y es así como el Opus Dei ha logrado anular y esterilizar a numerosas almas que, de otro modo, habrían sido valientes combatientes del Reinado Social de Cristo.
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