¿Ve usted, señor Forseti, por qué le he dicho antes, sin haber leído nada de esto que leo ahora, que su España y la mía son irreconciliables?. Si usted quiere esta España que predica, como le dije antes, siempre me tendrá Vd. a mi al otro lado de la trinchera en la que Vd. se encuentre. ¿Cómo puede Vd. pensar que va a convencer a un católico diciendo que la tolerancia con el pecado de sodomía pueda ser para Vd. algo que pueda llegar a imaginarse como un escenario perfecto para España?.
Amén de que para mi, el tal Adam Smith ese, no me parece ser mas que un degenerado que ha hecho creer a una pandilla de descreídos, a los que cuesta creer en el Dios verdadero pero les es fácil creer a pies juntillas en una sarta de mentiras tales como las que él predicaba, que un pecado como el egoísmo pueda llegar de algún modo a convertirse en una "virtud"... no se bien por qué arte de birlibirloque y que éste pueda ser el mejor camino para conseguir el bien común. Hay que ser estúpido o cómplice de la maldad, para creer ésto. Yo como comprenderá no me lo creo, a pesar de haberlo tenido que estudiar en la facultad. Y sí le digo que detesto el liberalismo, tanto o mas como también detesto el marxismo (el cual no es mas que su hijo putativo y la respuesta inevitable a los múltiples abusos nacidos de la ideología liberal-capitalista).
Para mi, como bien dice Jose Antonio, mi doctrina no es ninguna de esas. Entre otras cosas, y sin ánimo de enmendar las palabras de este gran hombre y este ferviente católico español, me gustaría añadir además que, actualmente y a la luz de los hechos, el socialismo no ha sido, ni es mas, que la culminación de la concentración de capital y poder a la que conduce el liberal-capitalismo, solo que realizado a golpe de decreto y de campo de concentración.El Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica, porque a los obreros, con trágico sarcasmo, se les decía: "Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones; ahora bien: como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres, si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas; pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal". Y así veríais cómo en los países donde se ha llegado a tener Parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separamos unos cientos de metros de los barrios lujosos para encontramos con tugurios infectos donde vivían hacinados los obreros y sus familias, en un límite de decoro casi infrahumano. Y os encontraríais trabajadores de los campos que de sol a sol se doblaban sobre la tierra, abrasadas las costillas, y que ganaban en todo el año, gracias al libre juego de la economía liberal, setenta u ochenta jornales de tres pesetas.
Por eso tuvo que nacer, y fue justo su nacimiento (nosotros no recatamos ninguna verdad), el socialismo. Los obreros tuvieron que defenderse contra aquel sistema, que sólo les daba promesas de derechos, pero no se cuidaba de proporcionarles una vida justa.
Ahora, que el socialismo, que fue una reacción legítima contra aquella esclavitud liberal, vino a descarriarse, porque dio, primero, en la interpretación materialista de la vida y de la Historia; segundo, en un sentido de represalia; tercero, en una proclamación del dogma de la lucha de clases.
(Extracto del discurso pronunciado por Jose Antonio Primo de Rivera en el Teatro de la Comedia de Madrid, el día 29 de octubre de 1933)
El liberalismo no es el respeto por la propiedad privada ni por la libertad de mercado, ya que éstas ya existían mucho antes de la aparición de esta doctrina. El liberalismo es justamente lo contrario de todo ésto (y no voy aquí también a citar a Chesterton, porque los que me conocen ya saben de sobra qué clase de cita tocaría en esta ocasión y no quiero repetirme ni ser pesado...).
Pero, si desea saber Vd. cual es mi credo, léase algunas de las encíclicas escritas sobre esa materia por los papas, empezando por León XIII, Pío XI o Pío XII, en adelante... (le recomiendo vivamente la lectura detallada y meditada de la Rerum Novarum y la Quadragesimo Anno). O que se de Vd. una vueltecita por el "Compendio de la DSI" que hasta incluso está disponible en internet, en la mismísima web del Vaticano.
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
Y espero que tras leerla no le pase a Vd. como dicen les pasó a un grupo de señoras bienpensantes de las cuales cuentas que (..y lo escuché en uno de esos magníficos programas televisivos que realiza cada semana Juan Manuel de Prada), tras publicarse la primera de esas encíclicas que le propongo leerse, todos los viernes se reunían desde entonces a interceder por la "conversión" de S.S. el Papa, como si el bueno de León XIII hubiera extraviado, tras la publicación de su encíclica, su camino. Comprenderá Vd., que para mi, si finalmente llega a leerse lo que le propongo, me me resulte imposible abrazar el liberalismo. Y me será imposible, Sr. Forseti, sencillamente porque, para un católico, EL LIBERALISMO ES UN PECADO, y yo ya tengo demasiados de los que poder lamentarme y confesarme luego... para añadir también otro nuevo y además tan estúpido como éste.
Y le voy a pedir, sin tener ninguna autoridad para hacerlo que no venga Vd. aquí a predicar mas un credo que ha hecho tantísimo daño al cristianismo y que, además, solo ha servido para desamortizar y quemar conventos en su nombre y que tanto le ha alisado el terreno al comunismo (el que, por cierto... también ha hecho siempre lo mismo). ¡¡Váyase Vd. con su música liberal a otra parte!!. En el foro del PP o del PSOE, seguro que estarán encantados de leerle. Aquí, al menos en lo que a mi respecta, sus palabras no lo son y mucho menos cuando me habla Vd. de rollos étnicos referidos a su idea de Nacional-Liberalismo (detestable combinación) que solo me pueden recordar a los crímenes horrendos que en nombre de ideologías similares, en la historia reciente, también se han cometido (un exclusivismo étnico, por cierto también bastante amparado en el falso credo evolucionista y de un darwinismo social que me ha parecido ser siempre de origen satánico). Como ya le he dicho en otra ocasión, no me gustan nada sus teorías...
Y por si acaso intenta Vd. contestarme diciendo que el liberlismo puede casarse bien con el cristianismo católico, permítame despedirme con una cita de alguien tan poco sospechoso de heterodoxia como lo fue el profesor Wilhelmsen, quien escribió en el siglo XIX un pensamiento que comparto letra a letra:
Un saludos"...El desfile intolerable de damas liberales y de sus maridos que, vestidos de levita y chistera, iban a misa todos los domingos y ultrajaban el sentido de justicia de los desposeídos" ayudó "a la propaganda comunista, que se empeñaba en identificar el liberalismo con el cristianismo". "Era un cristianismo muy cómodo". "El liberalismo ya había borrado lo religioso de la vida pública". "La fe se retiró de los rincones del alma no tocados por la vida pública. La religión se redujo a la beatería, un fenómeno típicamente liberal. Muchas familias, cuyo bienestar dependía del robo de los bienes de la Iglesia, no faltaban nunca a sus devociones en la iglesia, domingo tras domingo. Como la conciencia liberal quería engañarse a sí misma, no es de extrañar que el comunismo, por haberse dado cuenta de esta mala fe, fuera capaz de engañar a las masas. ¡Si esto es el cristianismo, entonces, abajo el cristianismo! Es una lástima tener que decir que aquí el comunismo tenía razón" (Federico D. Wilhelmsem. El problema de occidente y los cristianos. 1964)
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