No sé si sabrás que la peor consecuencia del Vaticano II para España no fue la libertad religiosa sino los principios progresistas que asimilaron e hicieron suyos muchísimos curas y obispos para eludir la legislación y socavar el régimen desde dentro incluso cooperando con terroristas, con separatistas y con políticos enemigos de la España católica.
Decir que Franco simpatizaba con el liberalismo del Vaticano II cuando entre curas, obispos, Papa y Conferencia episcopal le acabaron matando a disgustos me parece un sarcasmo.
Como no quiero alargarme para rebatir todo eso que tan alegremente afirmas, solo te diré que aunque Franco fuera libre de hacer eso que dices (que no lo era) lo que si está claro es que los curas y obispos eran libres para ir a su propio aire.Franco no recibió "la orden" de ningún obispo o Papa de introducir la libertad de cultos. La acción política del gobernante católico, aunque debe inspirarse en las enseñanzas de la Iglesia, ha sido siempre independiente. Lo contrario sería cesaropapismo. La única amenaza de excomunión a Franco de la que hay constancia procedió del cardenal Tarancón en el 74 cuando fue arrestado un obispo separatista. El régimen de Franco, al que tanto parecía importar la unidad política de España (aunque abandonó posesiones españolas como Ifni y Fernando Poo), había roto la unidad católica de España como si nada, sin amenazas ni coacciones de ningún tipo y sin cuestionar las nuevas enseñanzas pastorales contradictorias con el dogma inmutable de la Iglesia.
Es decir: la Conferencia Episcopal, los obispos y los curas no sólo eran libres en su ámbito propio de afirmar y proteger la libertad religiosa del vaticano II, sino que según su propio ordenamiento y legalidad podrían ceder templos católicos para el culto a protestantes, judíos y musulmanes independientemente de Franco y obligados por Pablo VI y el Vaticano II, únicas autoridades para ellos.
Y por supuesto, predicar a favor de ella en las Iglesias y en todos los locales eclesíasticos y católicos de España y denunciar a Franco que la prohibía e incumplía el Vaticano II.
Si tú crees que ese estado de conflicto, que comportaría enemistad con Roma y con innumerables instituciones católicas a todos los niveles era lo mejor para España, nada hay que decir.
Pero tendría gracia querer mantener la "unidad católica de España" cuando las auténticas y supremas autoridades católicas de España (Conferencia episcopal española y obispos españoles) ya no querían esa unidad y hasta estaban obligados por Roma a deshacerla.
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