Me parece razonable lo que decís de que la situación francesa no es la misma que la española, con lo que algunas cuestiones no serían aplicables. Con todo, creo que conviene atender a todo lo que dice S. A. R. Don Sixto, porque tiene un conocimiento de Francia y del mundo árabe de primera mano. Seguramente no se guía por lo que se publica en Internet y, por otra parte, conoce a fondo el mundo tradicionalista y contrarrevolucionario, donde esta postura era más común hace más de una década. El grueso de la argumentación de Don Sixto, en el sentido de no buscar enfrentamientos gratuitos con los musulmanes, no demonizarlos o incluso contemplarlos como aliados en algunas luchas políticas, sí es aplicable a España.
No es la primera vez que S. A. R. Don Sixto se manifiesta en este sentido. En la entrevista que traduje había un enlace a otra entrevista de 2016. Para los que no entiendan el francés, traduzco ahora la parte relevante de esa otra entrevista de 2016, pues creo que aporta aspectos muy interesantes que ayudan a comprender la postura de Don Sixto:
En su inmensa mayoría, esta comunidad, generalmente en Francia de origen magrebí, ha permanecido extraña a la penetración de esta doctrina [wahabita]. Esto es cierto hasta tal punto que constatamos que una importante fracción de la población «radicalizada», que va a «hacer la yihad» a Siria, está constituida por conversos recientes, a menudo siendo numerosos entre ellos los franceses «de pura cepa».
La erradicación de la progresión del pensamiento wahabita pasa, por tanto, por la normalización de las relaciones entre los diferentes componentes religiosos que cohabitan en Francia, para evitar que la reacción epidérmica de algunos contribuya a arrojar a los musulmanes en brazos de un extremismo hoy en día clara y definitivamente condenado por sus propias instituciones religiosas.
Precisamente es esto lo que persiguen todos aquellos que, siguiendo a gente como BHL o Attali, intentan después de décadas que los cristianos y los musulmanes se alcen los unos contra los otros.
Se constata que los medios cristianos, particularmente aquellos que se reclaman de «la tradición» en la esfera católica, acogen muy favorablemente estos discursos, por desgracia.
Es sintomático observar hoy en día cómo ciertos eclesiásticos de renombre demonizan el Islam sin cesar.
Es increíble ver cómo ciertas familias del nacionalismo cristiano acogen con los brazos abiertos a esta gente que propaga un pensamiento que les resulta extraño en su fondo, cuando no franca y fundamentalmente hostil en su esencia.
El mejor ejemplo de esta colusión ideológica, de las más dañinas que me vienen a la cabeza, es la invitación realizada en septiembre a las Journées de Chirée –elevado lugar del pensamiento de la derecha de tradición católica y monárquica– a los líderes de Respuesta Laica, representantes emblemáticos del pensamiento judeomasónico laïcarde tan primario y sectario como laicista, como Pierre Cassen y Christine Tasin. Resulta aterrador ver que aquellos que se reclaman del pensamiento de Maurras y se presentan como herederos de Henri Coston –cuyo cartel proclama orgullosamente «1966-2016 cincuenta años de difusión del pensamiento francés»– invitan a estas gentes. Me pregunto qué habría dicho sobre esto Henri Coston.
También es sintomática de este clima nocivo y estúpidamente islamófobo la importancia concedida en estos medios al nuevo gran ídolo mediático de la derecha que se dice nacional: Éric Zemmour. Un personaje socarrón, con un pensamiento primario por no decir primitivo, más bien lamentable, que agita los lugares comunes sin el menor interés de los que están trufados sus libros.
Si verdaderamente hoy en día no se encuentra a otros referentes intelectuales para dar lecciones de nacionalismo que los personajes de esta calaña, o personas como Alain Finkielkraut, hay motivos para inquietarse.
Y es lo que se constata al ver el recibimiento agradable que sistemáticamente prodigan estos medios a personajes como Hervé Mariton o Yvan Rioufol.
Sería bueno recordar a todas estas personas, que por cierto lo saben muy bien pero sobre todo no quieren verlo, que si el Islam es por su naturaleza extranjero a nuestra cultura cristiana occidental, ésta se ha codeado con él a lo largo de la Historia, desde sus orígenes.
Ciertamente esto no ha tenido lugar sin fricciones y enfrentamientos, pero la realidad de los hechos nos lleva a comprender que, si bien el Islam es adversario del cristianismo, políticamente no siempre ha sido de manera global y sistemática el enemigo del cristianismo.
Silvestre II, papa en el año mil, gran erudito, será el primero que tienda un puente entre ambas culturas e introduzca en Occidente los conocimientos filosóficos y científicos transmitidos en aquel entonces por el Islam. (Incluso el curso de la Historia verá el establecimiento de alianzas entre el rey de Francia y el sultán de Constantinopla, como la alianza de Francisco I y Solimán el Magnífico contra Carlos Quinto.)
Los musulmanes muy a menudo han respetado a los cristianos y han coexistido con ellos, de la misma forma que el Corán –si bien contiene frases juzgadas «inquietantes»– tiene palabras muy respetuosas hacia Cristo (incluso si no es reconocido como la encarnación de Dios) o hacia la Virgen.
¡Está muy lejos de las palabras injuriosas y repugnantes hacia los mismos que inundan el Talmud!
La prueba es que los Santos Lugares Cristianos de Palestina, en particular el Santo Sepulcro, situado legalmente bajo la custodia de los musulmanes después de la partida de los cruzados, han atravesado ocho siglos de Historia musulmana sin dificultades.
Recordemos que esta Palestina, islamizada prácticamente desde el inicio de la conquista hasta la creación del Israel moderno, comprendía prácticamente un 50% de cristianos (mayoritariamente vinculados a la ortodoxia). De ellos hoy en día no queda más del 5%.
Recordemos, finalmente, que cinco siglos de tutela otomana no han impedido jamás el desarrollo de la ortodoxia en Grecia y en los Balcanes, incluso si la basílica de Santa Sofía, «sede» emblemática de la Cristiandad en el Imperio de Oriente, fue transformada por razones políticas en mezquita para destruir el símbolo después de la conquista en 1453.
En todos los grandes combates librados recientemente en Francia por los medios católicos, como en la denuncia de las exposiciones blasfemas del tipo «Pischrist», del matrimonio gay o de la difusión en las escuelas de la teoría de género, se ha visto a gran cantidad de musulmanes que se han unido a los cristianos, quienes por desgracia no siempre lo han comprendido.
Hay una convergencia evidente, en la fe, entre estas dos religiones.
Esperemos que el conocimiento de este sínodo de Grozni permita volver a traer cierta serenidad en las relaciones entre las comunidades.
Indiscutiblemente, el mundo religioso musulmán ha asumido en Grozni su responsabilidad y las medidas que eran necesarias.
Era una necesidad si no se quiere ver triunfar a la larga a estos instigadores de la guerra que, utilizando el nihilismo de los wahabitas, atizan aposta el odio entre las comunidades de Occidente después de treinta años, al igual que desestabilizan el Oriente Próximo a través de la realización del plan Yinon.
Entonces se puede comprender el extraordinario sigilo mediático que ha rodeado a este sínodo.
Habría mucho que decir sobre la repercusión del wahabismo en «la creación del Estado Islámico», en las relaciones entre el Daesh y sus satélites, incluido Israel, ya sea en lo que concierne a Siria o a Libia, pero eso excede de largo el marco de esta entrevista.
Podremos tratar de ello después del viaje a esta zona que tengo que realizar próximamente.
Como decía Averroes, mucho antes de la eclosión del wahabismo pero ya consciente del peligro de la tentación fundamentalista de la que ni siquiera se han librado judíos ni cristianos, por ejemplo en tiempos de Cromwell: «Ellos han arrojado a la gente en brazos del odio… y han dividido totalmente a los hombres».
FUENTE: Le "synode de Grozny" contre la stratégie du choc des civilisations - Egalite et Réconciliation
No estoy del todo de acuerdo con algunos pasajes de la entrevista, pero he creído que era preferible traducir todo el bloque. Pido disculpas de nuevo si la traducción no es todo lo fidedigna que debería.
Los intelectuales franceses a los que critica S. A. R. Don Sixto son muy citados por la derecha y por los católicos tradicionalistas en España. Convendría tomar nota de esto y actuar en consecuencia.
* * *
Como decía, esta postura viene de lejos. En 2011 la página de Respuesta Laica (organización identitaria que utiliza el lema de "El fascismo islámico no pasará") se hizo eco de una intervención de Don Sixto en la radio. Los de esta organización quedaron escandalizados ante todo lo que S. A. R. Don Sixto expuso sobre el islam. No tengo acceso al audio, por lo que traduzco la reseña que hace Respuesta Laica, advirtiendo que seguramante contendrá exageraciones:
Vengo de oír en la tarde del martes 18 de enero de 2011 la emisión casi íntegra en Radio-Courtoisie del Libre Journal de la Nuit des Enjeux Actuels presentada por Arnaud Guyot-Jeannin: «Amalgamas y confusiones sobre el islam», con una intervención por teléfono del príncipe Sixto Enrique de Borbón-Parma, y como invitados el Padre Michel Lelong, Christian Brosio, y Pierre Le Vigan. Era manifiestamente el movimiento católico y monárquico el que se expresaba y sostenía un discurso muy diferente del se escucha habitualmente en esta radio sobre el islam. Pero Radio Courtoisie quiere ser la radio de todas las derechas, y ciertos padrinos de la emisión, hostiles a la islamización, habían invitado a Sylvie François, Radu Stoenescu, Christine Tasin, Myriam Picard, Jacques Myard, etc.
En la emisión de esta tarde se trataba de denunciar el clima «de islamofobia en Francia», instrumentalizado según ellos por asociaciones laïcardes o de «néo-cons» a las órdenes de los americanos o de los israelíes, de recordar la política de buena vecindad entre Francia y los países musulmanes, después de las cruzadas en las que adversarios valerosos habrían podido llegar a estimarse (Balduino de Jerusalén y Saladino, más tarde San Luis impresionó a los musulmanes), pasando por Francisco I, etcétera, elogiando la política árabe de Francia. El príncipe de Borbón-Parma lamentó la ley sobre el burka y aseguró, de acuerdo con Guyot-Jeannin, que el velo no integral era una velo de dignidad, que era el mismo atuendo que portaban las francesas de hace un siglo, dando a entender que las actuales europeas no son decentes. Les inquieta que la prohibición del burka termine por volverse contra los velos de las religiosas…
Habría peligro en que los jóvenes musulmanes pierdan sus vínculos con el islam, que sería el mejor muro contra la delincuencia; se recordó que no fue la policía la que puso fin a los disturbios de 2005, sino la predicación de un imán que recomendaba a los jóvenes que retornasen a la mezquita. Parece que justamente harían falta más mezquitas.
El Padre Lelong enumeró todas las citas de «tolerancia» contenidas en el Corán, recordó que los musulmanes respetan a la Virgen María y a Jesús; relativizó las violencias contra los cristianos de Oriente al situarlas en el contexto del resentimiento árabe contra los israelíes y los americanos; explicó que todos los libros sagrados contienen pasajes violentos y finalmente deploró la actitud de Marine Le Pen que estigmatiza el islam al contrario que su padre. ¡Todos estos tradicionalistas cristianos me parecen tan endiabladamente atraídos por la religión de amor, tolerancia y paz que me pregunto por qué no se convierten! Y al mismo tiempo todo este mundillo tan tolerante fustiga la inmigración masiva y propone que «cada uno en su casa», pero admitiendo la dificultad de expulsar a millones de inmigrantes a sus países, con lo que habría que conformarse con sus costumbres y religiones.
FUENTE: https://ripostelaique.com/Ces-cathol...t-l-islam.html
En fin, yo creo que conviene tomar nota de todo lo que dice S. A. R. Don Sixto aunque se discrepe en algunos aspectos. Tiene un conocimiento directo de todas estas cuestiones y no habla por hablar. Que al menos nos sirva para poner un poco en duda la tosca manera de enjuiciar estos problemas que ahora predomina en el ámbito patriótico.
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