Pues será volver también al mundo del blanco y negro, el mismo en el que con todos sus defectos y carencias se reconocía a Franco como Jefe del Estado y se mantenían relaciones diplomáticas normales con casi todos los países del mundo, con casi todos excepto con los que tenían tiranías rojas -¡huy! nota de color!-, aunque al final se rompió ese dique que nos trajo al
mundo de colorín de la época actual. Sin duda debe de ser mejor ver y supongo que asistir, a la semana gay en Madrid, con sus trapitos multicolores, o con sus vitolitas de lilas, morados, rojetes (el culo de un mandril tiene ese color), con sus tanguitas y bragas a la vista. Debe ser mejor el actual mundo del colorín con sus abortos, divorcios, cuernos publicados en las revistas del
"coeur". ¿Y qué decir, de los escándalos, estafas, choriceos, nuevas corrupciones a diario? las mismas que sed hacen a todo color. Hasta la misma indecencia moral de esta prensita a colorines es una evidencia de que el hoy es mejor que aquél ayer en el que España era España y los españoles eran españoles y no la panda de mierdas que son hoy, eso si, todos coloreaditos.
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