Re: Gracias por Sánchez
Han pasado años desde que uno en una reunión de amigos y ante mi afirmación de que yo era carlista, me dijo: ¡ah! ¿pero eso existe aún? En la medida de lo posible le dije que si, e intenté explicarle algunos aspectos que venían a demostrar que, en efecto, seguía habiendo Carlismo aunque no se hablara de él en la Prensa.
Hoy la pregunta la reformulo por cuanto no me queda otro remedio: "hay carlistas, si, pero ¿hay Carlismo todavía?. Y es que no es igual ser carlista como convicción personal, adscripción a un Ideario, tener un referente en una Causa secular, y otras razones de peso, que afirmar que se es carlista porque hay una buena razón política y social organizada que realiza el Carlismo en la práctica. Me temo que una web, unas cenas y unas charlas, no son Carlismo. Son carlistas, pero no son requetés. El movimiento nació como reivindicación contra una injusticia, pero ya desde sus comienzos tuvo su impronta contrarrevolucionaria. El Carlismo ha sido siempre Requeté en el combate y participe de todos los regímenes liberales habidos y por haber durante el XIX y el XX hasta Montejurra-76. En esa fecha el Carlismo empezó a diluirse y en la actualidad sigue sin haberse repuesto de aquél nefasto día.
Lamentablemente, y nadie es responsable, la cuestión dinástica no tiene un referente con todas las garantías posibles: un "reclamante" pleno de derechos, casado, con familia, hijos varones y encabezando la Causa desde el exilio, que es como la legitimidad mejor actúa y se hace visible a través de su sacrificio ante sus fieles. Pero no se dan tales circunstancias, hay un príncipe eso es verdad, pero ya es mayor y es soltero y no tiene hijos ni varones, ni hembras, y no hay nadie más que sea aceptado por todos gracias a sus indubitables e incuestionados derechos dinásticos.
Queda un remanente de cabezas pensantes, pero de las que no destaca ninguna en lo político, en la acción cotidiana que haga presente el Carlismo ante la sociedad de nuestros días. Sociedad, que como muy acertadamente ha señalado Fidelitas, es homogénea en los criterios que están en boga. Lo cierto es que a la gente le da igual quien se sienta en la Moncloa, porque la cuestión es de matices generalmente económicos. Al PP lo hundieron primero Aznar y después el "trío calavera RASOMON", Rajoy-Soraya-Montoro, y su modelo de Estado-cajero, no su Estado-Nación. Y la gente paga por las cosas más raras: el coletudo bufón de Galapagar amenaza con meter 90 mil millones de euros en las arcas de ese Estado-registradora a base de impuestos, y sus perroflautas le votan como si ellos, que son unos mindundis de nada la mayoría, nadasen en la misma abundancia que su jefe. Les van a quitar unos 1.900 euros del bolsillo y les da igual, porque votan sin conciencia, porque votan con las tripas, porque votan con el odio y la envidia, porque votan sin principios morales, ni causa real.
Y los del PSOE hacen lo propio, el tipo que los dirige ha incurrido en los habituales mantras, en las mismas imbecilidades de siempre, ha dicho, es verdad que lo ha hecho, en uno de sus aquelarres mitineros, que había riesgo real de que ganase la derecha, la derecha que él temía le quitase la poltronaza monclovita, se estaba hundiendo mientras partida por la mitad: PP, C's
Y excluyo aquí a VOX porque bajo esas siglas se han agrupado tendencias de todo tipo y condición con un denominador común: el hartazgo hasta la náusea que nadie más les alivia. Es un partido liberal-conservador, claro que si, y a nadie de aquí se le escapa ese hecho y demostrado está en el tema que lo ha tratado a lo largo de todo un año, http://hispanismo.org/politica-y-soc...-congreso.html, y ha asaltado el Congreso, y lo ha logrado (en el Senado ni uno, mientras las fuerzas rompedoras de España, nada menos que 20 senadores, nuevamente gracias por lo mismo) Y ha demostrado que se puede ser "homófobo", como lo acusan muchos derechitas, mientras su icono pepero se queda sin acta, porque no se trata de homofobia, sino que poniendo etiquetas hablaremos de heterofilia, o amor por el derecho natural que Dios nos ha otorgado. Y porque han proclamado abiertamente el amor por la Patria, y resulta que si, que hay patriotas y no sólo pasotas paletos, porque eso es lo que son en realidad esas legiones de orcos con DNI. Y porque si bien no se han manifestado católicos abiertamente, al menos cumplen algunos requisitos que los hacen preferibles a los demás, y no son razones que yo exponga, sino según los criterios que según S.S. Benedicto XVI debe reunir un partido para ser mínimamente aceptable según la Doctrina cristiana:
https://infovaticana.com/2019/04/26/...-los-partidos/
Y no son necesarias más reflexiones, pues todos sabemos leer y hay sobreabundancia de letra impresa. Y llegamos así al punto del comienzo, ¿pero todavía existe el Carlismo?. Pienso que se impone ya una reflexión de todos los que si son carlistas acerca de la imperativa necesidad de hacerse visibles nuevamente en la sociedad. Pero con otras premisas, desde la base y fundamento de algo que nunca puede desaparecer, de algo que no está sometida a las modas, de aquello que sabemos quienes profesamos la religión de Cristo que estará presente en el momento final: la Tradición.
Sin más etiquetas, sin más adornos verbales, es la hora de fundar un partido político cuyo ideario sea La Tradición, católico y español en plenitud de sentidos. Que sea monárquico por razones históricas, aunque no señale a ninguna línea, y que sea contrarrevolucionario. Gente hay, veremos si hay capacidad.
Última edición por Valmadian; 29/04/2019 a las 12:43
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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