Con Franco y el Régimen que presidió con el apoyo y concurso de la inmensa mayoría de los españoles, se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo, lo que no se puede, lo que es una indecencia y una falta total de moral, es intentar desmontarlo y ocultar su realidad histórica a todos los españoles que no vivieron aquellos años. Y es más indecente e inmoral todavía que lo estén haciendo muchos que son hijos y nietos del franquismo, gente que ha vivido, estudiado, becado, disfrutado, favorecido, de todos los beneficios que les dio aquella etapa. ¿Acaso esos mismos renuncian a sus títulos académicos, a su Seguridad Social, a sus pagas extraordinarias, tal vez a sus jubilaciones...? ¡para nada! ¿verdad? pues hay que estar a las duras y a las maduras, y sí no lo mejor es callar e intentar, sí es que se puede, mejorar todo aquéllo, ¿a que no hay lo que hay qué tener? Basta con echar un vistazo a la Prensa diaria para comprobar lo pedazo de mierdas que son, el paso atrás cada día, la debacle nacional, o, como algunos otros, las manos en los bolsillos sin hacer nada positivo pero con la boca llena de descalificaciones.