¡Carallo! Pues desde finales de los ochenta y hasta bien entrados los noventa la CTC del Señorío de Vizcaya compartió su círculo con EKA de Bilbao, con la natural salida de los carlistas que aún quedaban por la órbita de la CTC. Los mismos que cedieron el local a los ekarras fueron los que boicotearon el acto de Isusquiza que llegó a reunir a más de 500 personas a incios de los 90, dividiendo al carlismo vasco con la guinda de empezar a colaborar en el diario nacionalista peneuvero DEIA y mandando colaboraciones a la Fundación Sabino Arana en 1995 para confundir y marear aún más al gran público con el rollo de "carlismo-nacionalismo vasco".