Parece que hay personas dispuestas y que ya no se conforman con las palabras. Pasamos de la resistencia virtual a la acción directa.
Es curioso lo preocupados que se encuentran los genocidas por la fachada de un edificio de piedra, y la nula consideración que se tiene por la vida humana. Más cínico no se puede ser.
Micilia Catalana, hace ahora quince años, también realizó una acción de sabotaje contra una clínica abortista en el día de los Santos Inocentes. La clínica Dexeus, conocida fábrica de asesinatos se quedo sin fachada a causa de la onda expansiva.
Es importante ir acumulando datos de los criminales porque no hay que tener dudas de que llegará el momento que serán juzgados por crimenes contra la humanidad. Esos no prescriben.
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