Estimado Don Cosme: Tenga compasión de mí, que llevo un día del que estoy harto y deseoso de echarme a descansar. Pero al ver que había respuesta de Vd. no quise pasar por aquí sin mostrarle mis respetos.
Hoy -pues no doy para más hoy- le diré que, en cuanto a los presupuestos éticos de Smith, no hay que irse a "La riqueza de las naciones" (que tampoco he tenido la osadía de leerme), sino que más bien hay que ir a la "Teoría de los sentimientos morales" (1759). Ahí Adam Smith refleja esas cuestiones que Vd. aduce que tal vez yo haya extraído, tras un oneroso ejercicio de excavación profunda en los sustratos de "La riqueza de las naciones". Lo que sí creo es que el pensamiento de un autor puede separarse en libros y en volúmenes, pero si es un filósofo todo tiene que encajar; cosa de la que estamos exentos los que no somos filósofos, a Dios gracias. En ese ensayo moral cuyo título cito Smith expone el proceso de "simpatía".
En cuanto a lo del progreso, y tantas y tantas preguntas que tan socráticamente me hace... Trataré de responderlas otro día en que esté menos fatigado.
Ruego que acepte mis disculpas, pero más tarde o temprano trataré de mantener el diálogo con Vd.
Reciba un cordial saludo.
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