Dejando aparte la lamentable confusión entre "catalanismo" y "nacionalismo catalán", el artículo me parece muy válido.
Ya sé que el tema levanta ampollas y es más que polémico, pero me parece claro que si los valencianos quieren seguir, como siempre han hecho, considerando a su lengua como propia y distinta, tienen todo el derecho del mundo.
Como dice el artículo, es cierto que la distinción entre lengua y dialecto es subjetiva y a menudo sirve a intereses no lingüísticos.
Es cierto que el valenciano surge de la evolución directa del latín en el Reino de Valencia y no es consecuencia de la expansión del catalán hacia el sur: allí ya se hablaba una lengua romance antes de la reconquista cristiana, reconquista en la cual no solo participaron catalanes y tampoco lo hicieron en un número tan importante como para hablar de sustitución lingüística. Que ambas lenguas se parecen es también cierto, pero sueco y danés son mutuamente inteligibles y no por eso se los considera la misma lengua y, desde luego, a ningún sueco se le ocurre reclamar Dinamarca como parte de su territorio.
Y si hablamos de semejanzas lingüísticas y de razones históricas, ¿por qué no se considera al catalán un dialecto occitano? No olvidemos que durante siglos el catalán fue considerado una variedad del lemosín
Y por supuesto, no hay nada de verdad en la mentira esa de los Païasos Catalans. Ni histórica ni racial ni culturalmente. La única comunidad a la que pertenecemos aragoneses, valencianos, catalanes y mallorquines es a la Comunidad Hispánica.
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