Jacobo o Santiago de Nisbis

Citas aportadas por el artículo:
“La fe está compuesta y compactada de muchas cosas. Es como un edificio, porque se construye y completa con mucha esperanza. No ignoras que se ponen grandes piedras en los fundamentos de un edificio, y entonces todo lo que es edificado encima tiene sus piedras unidas entre sí, y así se eleva hasta que se completa la obra. Así, de toda nuestra fe, nuestro Señor Jesucristo es el firme y verdadero fundamento; y sobre esta roca se establece nuestra fe. Por tanto, cuando alguno ha venido a la fe, es puesto sobre una roca firme, la cual es nuestro Señor Jesucristo. Y, a llamar a Cristo una roca, no digo nada por mí mismo, pues los profetas lo han llamado antes una roca.”
Sermón 1, Sobre la Fe 1,13
Otro texto que armoniza perfectamente con la doctrina católica y que es presentado como si fuera contrario. Omite sin embargo que el mismo Jacobo de Nisbis afirma que fue Pedro quien fue llamado Roca en virtud de su fe:
James of Nisibis, Serm. i. De Fide, n.i.13, Galland, tom. v.p.9), in Charles F.B. Allnatt, ed., Cathedra Petri-The Titles and Prerogatives of St. Peter, (London: Burn & Oates, 1879),18
“Simón, quien fue llamado roca, fue merecidamente llamado roca por causa de su fe”
El doctor Saraví tampoco comenta que Jacobo de Nisibis reconoce a Pedro como cabeza de los apóstoles y le llama explícitamente la fundación y la roca del edificio de la Iglesia:
“Y Simón, el jefe de los apóstoles, el que negó a Cristo, diciendo que no lo había visto, y maldijo y juró que no lo conocía, desde el momento en que ofreció a Dios contrición y penitencia, y lavó sus pecados en las lágrimas de su dolor, nuestro Señor lo recibió y le hizo la fundación, y le llamó la roca del edificio de la Iglesia”
James of Nisibis, Orat. Vii. De Paenit. no. 6,p.lvii. Galland.t.v.p.lxxxiv., in Colin Lindsay, The Evidence for the Papacy, (London: Longmans, 1870),27
¿Como puede colocarse a Santiago de Nisibis como ejemplo de un padre que rechazaba la interpretación donde Pedro es la piedra cuando hace uso de ella?. Solo se puede concluir o que el doctor Saraví desconocía estos textos, o los omitió deliberadamente.
Ambrosiaster
Citas aportadas por el artículo:
Pablo escribe sobre las órdenes eclesiásticas; aquí se ocupa de los fundamentos de la Iglesia. Los profetas prepararon, los apóstoles establecieron los fundamentos. Por lo cual el Señor le dice a Pedro: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia», esto es, sobre la confesión de fe católica estableceré en vida a los fieles.
Comentario sobre Efesios (PL 17:380)
Se repite la misma historia, y se omite mencionar que Ambrosiaster reconocía a Pedro como el primer apóstol, y a quien el Señor dió las llaves:
“El primer apóstol, a quien el Señor dio las llaves del reino de los cielos”
Ambrosiaster, Com. In Ep. Ad Falat. ii. II, Ap. Op. St. Ambros.), in Charles F.B. Allnatt, ed., Cathedra Petri-The Titles and Prerogatives of St. Peter, (London: Burn & Oates, 1879), 33
“...todos fueron incluidos en Pedro, porque él fue constituido su cabeza, que sería el pastor del rebaño del Señor ...”
Ambrosiaster, Quast. 75, ex N. Test. In App. St. August. Tom. iii. 2894), in Charles F.B. Allnatt, ed., Cathedra Petri-The Titles and Prerogatives of St. Peter, (London: Burns & Oates)
En el siguiente texto Ambrosiaster declara la primacía jurisdiccional de Pedro sobre las Iglesias:
“Es correcto que en efecto, él [Pablo], debía estar ansioso de ver Pedro, porque fue el primero de los apóstoles, y fue encargado por el salvador con el cuidado de las iglesias”
Ambrosiaster, Comm. On Galatians, Migne Patr. Lat., vol. 17,col.344),in Michael M. Winter, Saint Peter and the Popes, (Baltimore: Helicon, 1960),62
También se refiere al Papa Dámaso como el que gobierna la Iglesia:
“Considerando que todo el mundo es de Dios pero es la Iglesia dice ser su casa, la cual Dámaso en el día de hoy gobierna”.
Ambrosiaster, Comment. In Epist. i. Ad Tim. Inter. Op. S. Ambros.), in Charles F.B.Allnatt, ed., Cathedra Petri-The Titles and Prerogatives of Sst. Peter, (London: Burn & Oates, 1879),107.
Eusebio de Cesarea
Citas aportadas por el artículo:
“Empero, no errarás en absoluto del ámbito de la verdad si supones que «el mundo» es en realidad la Iglesia de Dios, y que su «fundamento» es en el primer lugar, aquella inefablemente sólida roca sobre la cual está fundada, como dice la Escritura: «Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella»; y en otra parte: «La roca, además, era Cristo». Pues, como el Apóstol indica con estas palabras: «Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Cristo Jesús». Entonces, también, luego del Salvador mismo, puedes rectamente juzgar que los fundamentos de la Iglesia son las palabras de los profetas y los apóstoles, de acuerdo con la afirmación del Apóstol: «Edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular».”
Comentario sobre los Salmos (PG 23:173, 176)
Eusebio era uno de los padres que utilizaban ambas interpretaciones de Mateo 16,18 de acuerdo al contexto de la predicación. En su más célebre obra (Historia eclesiástica) afirma que sobre Pedro fue construida la Iglesia:
“Y Pedro, sobre el cual la Iglesia de Cristo es construida, contra las cuales las puertas del infierno no prevalecerán”
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea, Libro VI,25; NPNF 2, Vol. I, 273
Así, Eusebio, quien supuestamente rechazaba la interpretación católica donde Pedro es la piedra de Mateo 16,18, nos deja desde el pasado suficientes pruebas para rechazar que se distorsione su pensamiento.
El historiador en varias ocasiones referencia la estancia y predicación de Pedro en Roma (Historia Eclesiástica, Libro VI.14), también llama a Pedro guía de los otros apóstoles y capitán de Dios :
”...una Providencia llena de gracia envió a Roma al grande y poderoso Pedro, escogido por sus méritos como guía de los otros apóstoles. Como un noble capitán de Dios, él 15. Proclamaba el Evangelio de la luz y l Palabra que salva las almas.”
Historia Eclesiástica, por Eusebio de Cesárea. Libro II.14. Simón el mago y Pedro
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 72
“Se convirtió [Cristo] en un extraño a estos sus hermanos (Salmo LXVIII, 9), en el momento de su pasión, cuando todos sus discípulos le abandonaron, y el jefe de los apóstoles, Pedro, le negó tres veces”
Eusebius, Comm. In Ps. Lxix. t. i. p. 373, Nov. Collect.( in Joseph Berington, John Kirk, eds, and James Waterworth, rev, The Faith of Catholics eds., and James Waterworth, rev., The Faith of Catholics, vol. 2, (New York: Pusted & Co., 1884), 13.
También reconoce a los obispos de Roma como sucesores de Pedro. En su libro III en 1-2 menciona como Lino sucedió a Pedro como obispo de Roma. Lo mismo hace en III.21. Es importante también la reseña que hace de que Orígenes en su comentario sobre el génesis sobre la muerte de Pedro en Roma.
“…Pretenden que todos sus predecesores y los mismos apóstoles enseñaron como ellos y que la verdadera enseñanza fue preservada hasta la época de Víctor, el decimotercer obispo de Roma después de Pedro…”
Tomado de Eusebio. Historia de la Iglesia. Paul L. Maier. Pág. 201
Hilario de Poitiers

Citas aportadas por el artículo:
“Una creencia de que el Hijo de Dios es Hijo sólo de nombre, y no en naturaleza, no es la fe de los Evangelios y de los Apóstoles ... por lo cual pregunto, ¿fue que el bendito Simón bar-Jonás le confesó, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente? ... Si Él era Hijo por adopción, ¿en dónde descansa la bendición de la confesión de Pedro, la cual ofreció un tributo al Hijo para el cual, en este caso, no hubiese tenido más derecho que cualquier miembro de la comunidad de los santos? La fe del Apóstol penetró en una región cerrada al razonamiento humano... Y esta es la roca de confesión sobre la cual la Iglesia se edifica ... que Cristo no debe ser solamente nombrado, sino creído, como Hijo de Dios.”
Sobre la Trinidad, VI,36 (NPNF2 9:111)
”Esta fe es aquella que es el fundamento de la Iglesia; a través de esta fe las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella. Esta es la fe que tiene las llaves del reino de los cielos. Cualquier cosa que esta fe haya desatado o ligado en la tierra será desatada o ligada en el cielo ... La razón misma por la cual él es bendecido es que confesó al Hijo de Dios. Esta es la revelación del Padre, este es el fundamento de la Iglesia, esta es la seguridad de la permanencia de ella. De aquí que ella tiene las llaves del reino de los cielos, de aquí el juicio en el cielo y el juicio en la tierra ...”
Sobre la Trinidad, VI,37 (NPNF2 9:112)
”Así nuestro único inconmovible fundamento, nuestra única bendita roca de fe, es la confesión de la boca de Pedro, Tú eres el Hijo del Dios viviente. Sobre ella podemos basar una respuesta a toda objeción con la cual el ingenio pervertido o la amarga traición puedan atacar la verdad.”
Sobre la Trinidad, II,23 (NPNF2 9: 5
El doctor Saraví cita extractos de la obre de San Hilario sobre la Trinidad, y antes de comenzar a analizar dichos textos, es importante entender el contexto de la obra. San Hilario no está hablando aquí específicamente del primado de Pedro, sino que está defendiendo la doctrina trinitaria contra los herejes arrianos. Allí no niega el primado de Pedro, sino estableciendo que Pedro fue elegido para este ministerio en virtud de su confesión de fe.
Esto puede comprobarse en lo que dice líneas después:
“el que en el silencio de todos los apóstoles, al reconocer, por revelación del Padre, al Hijo de Dios, mereció una gloria excelsa, que supera toda la debilidad humana, con la confesión de su fe bienaventurada!.”
Tomado de La Trinidad, San Hilario de Poitiers, VI,20, BAC 481, pág 280-282
“...Por esto tiene las llaves del reino de los cielos, por eso sus juicios terrenales son celestiales. Aprendió, por una revelación, un misterio oculto desde la eternidad, expresó la fe, anunció la naturaleza divina de Cristo, lo confesó como Hijo de Dios. El que niegue esto confesando que es una criatura, tiene que negar primero el apostolado de Pedro, su fe, su bienaventuranza, su sacerdocio, su testimonio; y después de todo esto sepa que se ha alejado de Cristo, porque Pedro mereció todas estas cosas por confesarlo como Hijo.”
Tomado de La Trinidad, San Hilario de Poitiers, VI,20, BAC 481, pág 280-282
La fuerza del argumento de de San Hilario contra los arrianos es hacerles entender que negar a Cristo en su divinidad, implicaba negar aquello por lo cual Pedro mereció escuchar esas gloriosas palabras y por la cual fue elegido para su ministerio.
Pero quienes citan estos textos nunca citan otros (incluso en la misma obra) donde San Hilario se refiere a que Pedro fue establecido como la piedra-fundación de la Iglesia, y que demuestran que para él, y a diferencia de la perspectiva protestante, no solo ambas interpretaciones no son excluyentes, sino complementarias:
“y el bienaventurado Simón, que después de su confesión sostiene el edificio de la Iglesia y ha recibido las llaves del reino de los cielos”
San Hilario de Poitiers La Trinidad, VI,20
Tomado de La Trinidad, San Hilario de Poitiers BAC 481, pág 259
El texto en ingles traducido por Philip Schaff (protestante) en The Early Church Fathers en NPNF2-09 dice: “and blessed Simon, who after his confession of the mystery was set to be the foundation-stone of the Church, and received the keys of the kingdom of heaven, lo cual traducido es aún más claro y explícito: “el bienaventurado Simón, quien luego de la confesión del misterio fue establecido para ser la piedra-fundación de la Iglesia y recibió las llaves del reino de los cielos”
Otros texto donde mantiene la misma idea:
“Pedro creyó primero, y es el príncipe del apostolado”
San Hilario de Poitiers, Comentario sobre Mateo 7,6 en Berington and Kirk, Faith of Catholic, 2:15
Traducido de Upon This Rock, Stephen K. Ray, pág 202
“El miedo exitó a los apóstoles por su bajeza de la pasión (de modo que incluso la roca firme sobre la cual la Iglesia iba a ser construida tembló)” (6)
San Hilario de Poitiers, Tract. In Ps. 141,8 in Berington and Kirk, Faith of Catholics, 2:15
Traducido de Upon This Rock, Stephen K. Ray, pág 203
“Él [Jesús] tomó a Pedro, a quien poco antes había dado las llaves del reino de los cielos, sobre quien estaba a punto de construir la Iglesia, contra la cual las puertas del infierno no podía en modo alguno prevalecer, quien aquello que atara o desatara en la tierra quedaría desatado en los cielos. Este mismo Pedro, el primer confesor de el Hijo de Dios, la fundación de la Iglesia, el portador de las llaves del reino celestial, y en su juicio sobre la tierra, un juicio sobre del cielo”
Tract. In Ps. 131,8, in Berington and Kirk, Faith of Catholics, 2:14-15
Traducido de Upon This Rock, Stephen K. Ray, pág 203. También puede ser encontrado en Jesús, Peters & Keys, por Butler, Dahlgren y Hess, pág. 231.
Si todo esto no fuera suficientemente claro, el siguiente texto el mismo San Hilario explica con claridad como la confesión de Pedro obtuvo la recompensa de haber sido designado portador de las llaves y fundación de la Iglesia, lo cual quedó expresado con su cambio de nombre.
“Y en la cierta confesión de Pedro obtuvo una digna recompensa...Oh, por tu designación de un nuevo nombre, feliz fundación de la Iglesia, y una roca digna de la creación de lo que era la dispersión de leyes infernales, y las puertas del infierno, y todos los bares de la muerte! Oh el Beato poseedor de entonces puerta del cielo, a cuya disposición se entregan las llaves de la entrada en la eternidad; cuya juicio en la tierra es una autoridad de un juicio previo en el cielo, a fin de que las cosas que son atadas o desatadas en la tierra, también lo son en el cielo...”
San Hilario de Poitiers, Commentary in Matthews, 7,6 in Berington and Kirk, Faith of Catholic, 2:15
También reconoce al obispo de Roma como sucesor de Pedro y su jurisdicción sobre todas las provincias. Al Papa San Julio I escribe:
“Y usted, el más apreciado y amado hermano, aunque ausente de nosotros en cuerpo, presente en el mismo pensamiento y voluntad... Para ello se considera que lo mejor y consecuente, si a la cabeza, que es la silla del apóstol San Pedro, los sacerdotes del Señor informan (o, consultan) desde cada una de las provincias”
San Hilario de Poitiers, Fragment 2 ex opere Historico (ex Epistle Sardic. Concil. Ad Juliaum) n.9, p. 629
Atanasio de Alejandría

Citas aportadas por el artículo:
“Por esto debemos buscar antes que todas las cosas, si Él es Hijo, y sobre este punto escudriñar especialmente las Escrituras: «pues esto fue, cuando los apóstoles fueron preguntados, que Pedro respondió, diciendo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente” ... esta es la verdad y el principio soberano de nuestra fe ... Y como Él es un fundamento, y nosotros piedras construidas sobre él .. La Iglesia está firmemente establecida; está fundada sobre la roca., y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella ... Y porque esta es la fe de la Iglesia, que ellos de alguna manera entiendan que el Señor envió a los Apóstoles y les mandó hacer de esto el fundamento de la Iglesia. “
Cuatro Cartas a Serapión 1:28.
Como hemos visto, confesar que la fe es el fundamento de la Iglesia no es un rechazo al primado de Pedro. Tampoco puede asumirse porque haga uso de esta interpretación que rechace la otra donde Pedro figura como Piedra. Un estudio de la vida y obras de San Atanasio permiten descartar cualquier insinuación de que este padre rechazara el primado de Pedro.
En sus controversias con los arrianos, Atanasio fue muy perseguido por defender la fe del concilio de Nicea, incluso depuesto de su sede en Alejandría y desterrado recurre al obispo de Roma, a quien le reconoce la primacía y la autoridad capaz de reponerle en su cargo (lo cual hizo el Papa Julio).
“Cuando dejé Alejandría, no fui a la sede de sus hermanos, ni a ninguna otra persona, sino solo a Roma, y habiendo puesto mi caso ante la Iglesia (era lo único que me importaba), dediqué mi tiempo a la adoración pública”
Athanasius (Defence before Constantius 4, NPNF 2, Vol. IV, 239)
En el concilio de Sárdica (concilio donde participó Atanasio y se juzgó su caso), se reconoció el primado del obispo de Roma y se decidió que si algún obispo hubiere sido juzgado o depuesto podía apelar al obispo de Roma honrando así la memoria del apóstol Pedro.
”Can. 3 [Isid. 4]. Osio obispo dijo: También esto, que un obispo no pase de su provincia a otra provincia donde hay obispos, a no ser que fuere invitado por sus hermanos, no sea que parezca que cerramos la puerta de la caridad. —También ha de proveerse otro punto: Si acaso en alguna provincia un obispo tuviere pleito contra otro obispo hermano suyo, que ninguno de ellos llame obispos de otra provincia. —Y si algún obispo hubiere sido juzgado en alguna causa y cree tener buena causa para que el juicio se renueve, si a vosotros place, honremos la memoria del santísimo Apóstol Pedro: por aquellos que examinaron la causa o por los obispos que moran en la provincia próxima, escríbase al obispo de Roma; y si él juzgare que ha de renovarse el juicio, renuévese y señale jueces. Mas si probare que la causa es tal que no debe refregarse lo que se ha hecho, lo que él decretare quedará confirmado. ¿Place esto a todos? El Concilio respondió afirmativamente.
(Isid. 5) El obispo Gaudencio dijo: Si os place, a esta sentencia que habéis emitido, llena de santidad, hay que añadir: Cuando algún obispo hubiere sido depuesto por juicio de los obispos que moran en los lugares vecinos y proclamare que su negocio ha de tratarse en la ciudad de Roma, no se ordene en absoluto otro obispo en la misma cátedra después de la apelación de aquel cuya de posición está en entredicho, mientras la causa no hubiere sido determinada por el juicio del obispo de Roma.
[Can. 3 b] (Isid. 6) El obispo Osio dijo: Plugo también que si un obispo hubiere sido acusado y le hubieren juzgado los obispos de su misma región reunidos y le hubieren depuesto de su dignidad y, al parecer, hubiere apelado y hubiere recurrido al beatísimo obispo de la Iglesia Romana, y éste le quisiere oír y juzgare justo que se renueve el examen; que se digne escribir a los obispos que están en la provincia limítrofe y cercana que ellos mismos lo investiguen todo diligentemente y definan conforme a la fe de la verdad. Y si el que ruega que su causa se oiga nuevamente y con sus ruegos moviere al obispo romano a que de su lado envíe un presbítero, estará en la potestad del obispo hacer lo que quiera o estime: y si decretare que deben ser enviados quienes juzguen presentes con los obispos, teniendo la autoridad de quien los envió, estará en su albedrío. Mas si creyere que bastan los obispos para poner término a un asunto, haga lo que en su consejo sapientísimo juzgare.”
Concilio de Sárdica, Canon 3
Atanasio también llama a Roma el “El trono apostólico” (Hist. Arian. ad. Monarch, 35)
Basilio el Grande

Citas aportadas por el artículo:
Y la casa de Dios, ubicada en los picos de las montañas, es la Iglesia según la opinión del Apóstol. Pues él dice que uno debe saber «cómo comportarse en la casa de Dios». Ahora, los fundamentos de esta Iglesia están sobre las montañas sagradas, ya que está construida sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Una de estas montañas era ciertamente Pedro, sobre la cual roca el Señor prometió construir su Iglesia. Verdaderamente por cierto y por el mayor derecho son las almas sublimes y elevadas, almas que se elevan sobre las cosas terrenales, llamadas «montañas». El alma del bendito Pedro fue llamada una alta roca porque él tenía un fuerte asidero en la fe y soportó constante y valientemente los golpes inflingidos por las tentaciones. Todos, por tanto, quienes han adquirido un entendimiento de la divinidad – por causa de la amplitud de la mente y de aquellas acciones que proceden de ella- son los picos de las montañas, y sobre ellos se edifica la casa de Dios.
Comentario sobre el Profeta Isaías, 2:66 (PG 30:233)
Es difícil entender como este texto puede utilizarlo El doctor Saraví como aval de que Basilio el Grande rechazaba que Pedro fuera la piedra de Mateo 16,18, cuando más bien el mismo texto lo afirma. ¿Es acaso contrario a la posición católica que Pedro fue elegido y llamado roca en virtud de su fe? Es esa precisamente la exégesis católica, distinta a la de Saraví que sostiene que la roca fue la fe de Pedro excluyendo a Pedro mismo, pero eso no es lo que sostiene aquí Basilio.
Hay otros textos donde Basilio mantiene la misma idea:
“Quien (refiriéndose a Pedro), a cuenta de la preeminencia de su fe, recibió en sí mismo la construcción de la Iglesia”
Basil, Adversus Eunomius 2:4 Migne, Patr. Graec. Vol. 29 col. 577), in Michael M. Winter, Saint Peter and the Popes, (Baltimore: Helicon, 1960),55.
“el bendito Pedro, quien fue preferido antes de todos los demás discípulos, quien solo recibió un más grande testimonio y bendición que el resto, y a quien fueron confiadas las llaves del reino de los cielos”
Basil, T. ii. p.1. Procem de Judic. Dei, n.7,p.221), in Colin Lindsay, The evidence for the Papacy, (London: Longmans , 1870),35
Gregorio de Nisa

Citas aportadas por el artículo:
La calidez de nuestras alabanzas no se extienden a Simón [Pedro] en cuanto él era un pescador; más bien se extiende a su firme fe, la cual es al mismo tiempo el fundamento de toda la Iglesia.
Panegírico sobre San Esteban (PG 46:733)
Gregorio de Nisa es otro padre que armoniza y hace uso de ambas interpretaciones. En el mismo panegírico sobre San Esteban también escribe:
"Pedro, que es la cabeza de los apóstoles ... él es el más firme y la roca, sobre la cual el salvador construyó su Iglesia." (Panegyric on St. Stephen, 3; Winter, 56)
Otro padre que no menciona el artículo es precisamente otro Gregorio (Nacianceno), quien también usa la interpretación donde Pedro es la Piedra en Mateo 16,18:
“Observa que de los discípulos de Cristo, todos de los cuales fueron exaltados y merecedora de elección, uno es llamado roca, y se le confía la fundación de la Iglesia”
Gregory Nazianzen (Oration 32, 18; Winter, 56)
Ambrosio de Milán

Citas aportadas por el artículo:
La fe, pues, es el fundamento de la Iglesia, pues no fue dicho de la carne de Pedro, sino de su fe, que «las puertas del Hades no prevalecerían contra ella» ... ¡Haz un esfuerzo, por tanto, en ser una roca! ¡No busques la roca fuera de ti, sino dentro de ti! Tu roca es tu obra, tu roca es tu mente. Sobre esta roca se construye tu casa. Tu roca es tu fe, y la fe es el fundamento de la Iglesia. Si eres una roca, estarás en la Iglesia, porque la Iglesia está sobre una roca. Si estás en la Iglesia las puertas del infierno no prevalecerán contra ti.
Comentario sobre Lucas VI,98 (CSEL 32:4)
Otro texto perfectamente católico, sin embargo nuevamente en este caso Saraví omite textos donde Ambrosio se refiere a Pedro explícitamente como la Piedra en la cual Cristo edifica su Iglesia:
"Hasta que, después de haber sido tentado por el diablo, sobre Pedro se fija la Iglesia".
Ambrosio, Comentario sobre los Salmos, 43:40 (AD 397), en GILES, 145
“Es al mismo Pedro a quien Él dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», donde está la Iglesia, no hay muerte sino vida eterna... Beato Pedro, contra quien las puertas del infierno no prevalecerán, ni fueron las puertas del infierno cerradas contra él, sino quien, por el contrario, destruyó los porches del infierno y abrió lugares celestiales”
Ambrose, T.i.In Ps.xl.n.30,p.879,880 in Colin Lindsay, The Evidence for the Papacy,(London:Longmans,1870),37
“Pedro es llamado «roca» porque, como una inamovible roca, el sostiene las articulaciones y la masa del entero edificio cristiano”
Ambrose, Sermon 4, in The Great Commentary of Cornelius Lapide, II, Catholic Standard Library, trans, Thomas Mossman, (John Hodges & Co., 1887), 220, in Michael Malone, ed., The Apostolic Digest, (Irving, TX:Sacred Heart,1987),248
Habla de la comunión con los obispos católicos como sinónimo con la comunión con la Iglesia de Roma:
“Pero él no era tan ansioso como para dejar de lado precaución. Llamó al obispo, y estimando que no puede haber verdadera gratitud sino la primavera de verdadera fe, el orador pregunta si está de acuerdo con los obispos católicos, es decir, con la Iglesia Romana”
Ambrose (The Death of his Brother Satyrus, 1, 47; NPNF 2, Vol. X, 168 )
”Donde está Pedro, allí está la Iglesia. Y donde está la Iglesia, no hay muerte sino vida eterna.. “
Ambrose (Commentaries on Twelve of David's Psalms, 40, 30; Jurgens, II, 150)
Un extracto de la carta de Ambrosio el grande al emperador Graciano es muy interesante para el tema que tratamos, porque reconoce en Roma la cabeza de toda la cristiandad:
“Su gracia no debe permitir que nada perturbe a la Iglesia de Roma, la cabeza de todo el mundo romano y la más sagrada fe apostólica, de la cual fluye hacia todos los lazos de la sagrada comunión”
Ambrose (Letter to Emperor Gratian, Epistle 11:4; Winter, 160)
Dídimo el Ciego
Citas aportadas por el artículo: (completado porque estaba truncado):
Cuán poderosa es la fe de Pedro y su confesión de que Cristo es el Dios unigénito, el Verbo, el verdadero Hijo de Dios, y no meramente una criatura. Aunque él vio a Dios sobre la tierra vestido de carne y sangre, Pedro no dudó, pues estaba dispuesto a recibir lo que «carne y sangre no te han revelado». Más aún, reconoció al consubstancial y coeterno retoño de Dios, glorificando de este modo aquella raíz increada, aquella raíz sin comienzo, la cual le había revelado la verdad. Pedro creyó que Cristo era una misma deidad con el Padre; y así fue llamado bendito por aquel quien solo es el bendito Señor. Sobre esta roca la Iglesia fue construida, la Iglesia a la cual las puertas del infierno –esto es, los argumentos de los herejes- no vencerán: a él fueron dadas las llaves del cielo”
Sobre la Trinidad, I, I,30 (PG 39:416)
Aquí Didimo está hablando de Pedro, y es a él al que llama roca y a quien se entregan las llaves. En la cita de Saraví no se percibe con claridad porque la frase “sobre esta roca la Iglesia fue construida...” fue truncada, sin embargo, examinándola completa se observa que la roca a la que se refería era a Pedro, a quien se entregan las llaves. Podría decirse que Dídimo sostiene que Pedro es llamado roca por reconocer la divinidad de Cristo (el mismo argumento que utiliza Hilario de Poitiers contra los arrianos).
Epifanio de Salamis
Citas aportadas por el artículo:
Esto es, ante todo, porque él confesó que «Cristo» es «el Hijo del Dios
viviente», y se le dijo, «Sobre esta roca de fe segura edificaré mi Iglesia» -pues él claramente confesó que Cristo es el verdadero Hijo.
Panarion, II-III
Otro texto que tampoco niega la interpretación donde Pedro es la piedra en Mateo 16,18, sino que explica la causa de ese nombre, el reconocimiento de Cristo como hijo de Dios.
Hay otros textos nuevamente omitidos por el doctor donde Epifanio desarrolla la idea con claridad: Ambos son la roca, tanto la fe en la cual se edifica la Iglesia, tanto Pedro, quien se convierte en una roca firme de la construcción y fundación de la casa de Dios:
“Y el beato Pedro, que negó por un tiempo el Señor, quien fue el jefe de los apóstoles, quien vino a ser para nosotros en verdad una firme roca sobre la cual se basa la fe del Señor, en la que la Iglesia está construida en todos los sentidos: en primer lugar, en que confesó que Cristo era el hijo del Dios viviente, y escuchó que en esta roca firme de la fe edificaría mi iglesia... Además, también se convirtió en una roca firme de la construcción y fundación de la casa de Dios, en que después de haber negado a Cristo, y habiéndose convertido nuevamente, siendo encontrado por el Señor y digno de oir «apacienta mis ovejas y alimentar a mis corderos».
Epiphanius, Adv. Haeres. p.500,in Colin Lindsay, The Evidence for the Papacy, *London: Longmans, 1870),35-36
“Los santos son llamados templo de Dios, porque el Espíritu Santo habita en ellos, como jefe de los apóstoles testifica, el que fue encontrado de ser bendecido por el Señor, porque el «Padre se lo había revelado». A él, el Padre reveló su verdadero hijo, y él es bendecido; y él mismo (Pedro) revela el Espíritu Santo. Esto se corresponde en primer lugar por ser el primero de los apóstoles, la roca firme sobre la cual la Iglesia de Dios es construida, y «las puertas del infierno no prevalecerán contra ella». «Las puertas del infierno» son los herejes y heresiarcas. En todos los sentidos la fe es confirmada en él, que recibió las llaves del cielo, quien ata en la tierra y se une en el cielo....Él escuchó de el mismo Dios, Pedro, «apacienta mis ovejas», a el fue confiado el rebaño; él los conduce de manera admirable en el poder de su propio maestro”
Epiphanius, T.ii.in Anchor.n.9.p.14,15 in Colin Lindsay, The Evidence for the Papacy, (London: Longmans,1870),36
Juan Crisóstomo

Citas aportadas por el artículo:
Por tanto Él añadió esto, «Y te digo, tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; esto es, sobre la fe de su confesión ... Pues Cristo no le añadió nada más a Pedro, sino que como si su fe fuera perfecta, dijo, que sobre esta confesión Él edificaría la Iglesia, pero en el otro caso [Juan 1:49-50] no hizo nada parecido, sino lo contrario ...
Homilías sobre el Evangelio de Juan XXI,1 (NPNF 14:73)
Su significado [1 Cor 3:11] es este: He predicado a Cristo, os he entregado el fundamento. «Pues ningún otro fundamento puede un hombre poner, que aquel que está puesto». Sobre éste entonces edifiquemos, y como un fundamento adhirámonos a él, como una rama a una viña; y que no haya distancia entre nosotros y Cristo.
Homilías sobre 1 Corintios VIII, ver. 11 (NPNF 12:47)
De ambos textos que se dan de Crisóstomo, ninguno puede usarse como prueba de un rechazo al primado de Pedro.
En el primer texto Crisóstomo hace uso de la popular interpretación usada por el arrianismo donde la se enfatiza que Pedro fue elegido en virtud de su confesión de fe, sobre la que se edifica la Iglesia, y como hemos visto, esto no implica un rechazo en sí mismo al primado ni una oposición a la otra interpretación.
En el segundo Crisóstomo comentan 1 Corintios 3,11, (no Mateo 16,18-19). Ambas son metáforas distintas donde los elementos metafóricos tienen a su vez significados distintos. En 1 Corintios 3 la metáfora se refiere a la vida del creyente, donde cada quién la va construyendo con sus obras. Estas obras pueden estar edificadas sobre el fundamento del evangelio (Cristo) o fuera de él, recibiendo recompensa o castigo (1 Corintios 3,14-15), en Mateo 16,18 la metáfora se refiere a la Iglesia como un edificio espiritual formado por piedras (creyentes), y donde Pedro es llamado la piedra sobre la que se edifica la Iglesia en virtud de su fe.
Pero así como Crisóstomo hace uso frecuente de la interpretación donde la piedra de Mateo 16,18 es la fe, también hay otros textos donde hace uso de la interpretación donde Pedro es la piedra.
"Pedro, el líder del coro, la boca del resto de los discípulos, la cabeza de la hermandad, aquel colocado sobre el universo entero, la fundación de la Iglesia”
Chrysostom, In Illud, hoc Scitote,n.4.p.282),in Colin Lindsay, The evidence for the Papacy,(London: Longmans,1870),41
“El primero de los apóstoles, la fundación de la Iglesia, el CORO del coro de los discípulos”
Chrysostom (Ad eos qui scandalizati sunt, 17, vol III, 517[504])
“La fundación de la Iglesia, el vehemente amante de Cristo,…”
Chrysostom, (In illud, Vidi dominum, 3, vol VI, 123[124])
"Pedro, la base, el pilar..."
Chrysostom. Hom Quod frequenta conueniendum sit, 5, vol XII, 466[328]
“El Coro, Pedro, el fundamento de la fe, Pablo el buque de la elección”
Chrysostom (Contra ludos et theatra, 1, vol VI, 265[273])
"El fue hecho la fundación de la Iglesia”
Chrysostom (Hom 3 in Matt 5, vol VII, 38[42])
“Pedro mismo, la cabeza o corona de los Apóstoles, el primero en la Iglesia, el amigo de Cristo, que recibió la revelación no de hombre sino del Padre .... este Pedro, y cuando digo Pedro, quiero decir a la Roca irrompible, la inquebrantable fundación, el gran apóstol, el primero de los discípulos, el primer llamado, el primero en obedecer”
(Chrysostom, T.ii.Hom.iii. De Paenit.n.4,p.300), in Colin Lindsay, The Evidence for thhe Papacy,(London:Longmans,1870),41
Textos como estos abundan, por lo que es inexplicable la omisión de los mismos por parte del doctor Saravi. ¿Estaba San Crisóstomo contra la exégesis católica actual? No creo que pueda sostenerse sino pretendiendo que la Iglesia Católica rechaza la interpretación donde la piedra es la confesión de fe (lo cual hemos visto es falso) y ocultando estos textos claros donde Crisóstomo se refiere a Pedro como la fundación de la Iglesia y el jefe de los apóstoles.
Es importante resaltar que Juan Crisóstomo afirma que Pedro, Santiago y Juan excedían al resto de los apóstoles, pero reconoce a Pedro como la cabeza de todos.
“Él (Jesús) no dijo a Pedro ‘Si me amas, haz milagros, sino ‘apacienta mis ovejas’ y en todo el mundo dándole más honor que el resto, con Santiago y Juan, por lo que, dime, ¿el lo prefirió?”
Chrysostom (Hom 46[47] in Matt 3, vol VII, 480[485] )
“En el Reino, por lo tanto, el honor no fue igual, ni fueron iguales todos los discípulos, sino los tres que estuvieron sobre el resto, y sobre estos tres también había una gran diferencia…y todos fueron apóstoles, todos se sentarán sobre doce tronos, y todos dejaran sus posesiones, y todos estarán con Cristo, y todavía él seleccionó esos tres. Y, de nuevo, entre los tres, él dijo que alguien debía sobresalir. Para, «sentarse en mi mano derecha y mi izquierda», dijo, «no está en mi darlo, sino a aquel para quien está preparado».Y él colocó a Pedro antes de ellos diciendo: «¿Me amas más que estos? » Y a Juan lo amó más que el resto..."
Chrysostom (Hom 32, in Rom 4, vol IX, 672[750])
En otros textos enfatiza como San Pablo da a Pedro el primer lugar (Hom 4 in Acta 3, vol IX, 46[37]; Hom 65[66] in Matt 4, vol VII, 622[648], ibid Hom 50[51], 506[515]; Hom 35 in 1 Cor 5, vol X, 303[329]; Hom 8 in Acta 1, vol IX, 71-72[64-65]).
“Quisiera pedir a aquellos que desean reducir la dignidad del Hijo: ¿Cuáles son los mayores regalos, los que el Padre ha dado a Pedro, o aquellos que el Hijo le dio? El Padre dio a Pedro la revelación del Hijo, y el Hijo le dio a él, la misión de llevar al Padre y a Él mismo a todo el mundo, y a un hombre mortal El confió el poder sobre todo lo que está en los cielos, dando las llaves a él quien extendió la Iglesia en todo el mundo, y se mostró más fuerte que el mundo”
Crisóstomo " (Hom 54[55] in Matt VII, 531[546] seq)
Cristóstomo también reconoce que a Pedro se le dio la jefatura de la Iglesia universal (¿Puede haber un reconocimiento más explícito de su primado?):
“Después de que una grave caída (ya que no hay pecado igual a la negación), después de un pecado tan grande, Él lo trajo de vuelta a su antiguo honor y le confió la jefatura de la Iglesia universal, y, más que todo, él nos mostró que él tenía un mayor amor por su maestro que cualquiera de los otros apóstoles, porque fue dicho de él: ‘Pedro, ¿Me amas más que estos?”
Crisóstomo (Hom 5 de Poen 2, vol II, 308[311])
Explica que La razón de que Pablo deseara ver a Pedro más que al resto de los apóstoles, era porque era el jefe de los apóstoles:
"Él le dijo «Apacienta mis ovejas» ¿Por qué pasar por alto que los demás y hablar de las ovejas a Pedro? Fue el elegido de los apóstoles, la boca de los discípulos, y el jefe del coro, por esta razón, Pablo fue a verlo en lugar de los demás…"
Crisóstomo (Hom 88[87] in Joann 1, vol VIII, 477-9[525-6])
“Y si alguien dijera ¿Como Santiago recibió la silla de Jerusalén?, le respondería que él comisionó a Pedro como maestro no de una silla, sino del mundo…”
Crisóstomo (Chrysostom, on John, Homily 88, Migne PG 59:478, Giles page 164)
Es preciso detenernos aquí, porque la cantidad de textos donde Crisóstomo habla del primado de Pedro son demasiado abundantes. En el siguiente artículo St. John Chrysostom on the Apostle Peter Rome Papacy se examinan 90 pasajes de Crisóstomo relacionados a la primacía petrina (para quienes entiendan ingles, les va a ser muy útil).
Jerónimo

Citas aportadas por el artículo:
Empero, aunque tu grandeza me aterra, tu amabilidad me atrae. Del sacerdote demando el cuidado de la víctima, del pastor la protección debida a las ovejas ... Mis palabras son dirigidas al sucesor del pescador, al discípulo de la cruz. Así como no sigo a otro líder que a Cristo, no comulgo con otro que con vuestra bendición, esto es, con la cátedra de Pedro. ¡Pues esta, yo sé, es la roca sobre la cual se edifica la Iglesia! Esta es la sola casa donde el cordero pascual puede justamente ser comido. Esta es el arca de Noé, y quien no se encuentre en ella perecerá cuando prevalece el diluvio.
Carta al papa Dámaso, XV, 2 (NPNF2 6:1)
Si, entonces, el Apóstol Pedro, sobre quien el Señor ha fundado la Iglesia, ha dicho expresamente que la profecía y la promesa del Señor fueron entonces y allí cumplidas, ¿cómo podemos afirmar otro cumplimiento por nuestra cuenta?
Epístola a Marcela XLI, 2 (NPNF2 6:55)
Pero, dices, la Iglesia fue fundada sobre Pedro: aunque en otra parte lo mismo se atribuye a todos los Apóstoles, y ellos reciben todos las llaves del reino del cielo, y la fuerza de la Iglesia depende de todos ellos por igual, empero uno de entre los doce es escogido de modo que cuando una cabeza hubo sido dispuesta, no hubiese ocasión para cisma. ¿Pero por qué no fue elegido Juan, que era virgen? Se le prestó deferencia a la edad, porque Pedro era el mayor: uno que era joven, casi diría un muchacho, no podía ser puesto por sobre hombres de edad avanzada; y un buen maestro que estaba dispuesto a quitar toda ocasión de contienda entre sus discípulos ... no ha de pensarse que daría causa de envidia contra el joven que había amado... Pedro es un Apóstol, y Juan es un Apóstol; pero Pedro es solamente un Apóstol, mientras que Juan es un Apóstol, y un Evangelista, y un profeta. Un Apóstol, porque escribió a las Iglesias como maestro; un Evangelista, porque compuso un Evangelio, cosa que ningún otro de los Apóstoles, excepto Mateo, hizo; un profeta, porque vio en la isla de Patmos, donde había sido exiliado por el emperador Domiciano como un testigo del Señor, un Apocalipsis conteniendo los ilimitados misterios del futuro... El escritor virgen expuso misterios que no pudo exponer el casado, y para resumir brevemente todo y mostrar cuán grande fue el privilegio de Juan, la Madre virgen fue confiada por el Señor virgen al discípulo virgen.
Contra Joviniano I, 26 (NPNF2 6:366)
El fundamento singular que el arquitecto apostólico puso es nuestro Señor Jesucristo. Sobre este estable y firme fundamento, el cual ha sido depositado sobre terreno sólido, se edifica la Iglesia de Cristo ... Pues la Iglesia fue fundada sobre una roca ... sobre esta roca el Señor estableció su Iglesia; y el Apóstol Pedro recibió su nombre de esta roca (Mt 16,18 ) ... Ella, que con una firme raíz está fundada sobre la roca, Cristo, la Iglesia católica, es la única paloma; ella se yergue como la perfecta, y cercana a Su diestra, y nada siniestro tiene en ella ... La roca es Cristo, quien concedió a sus discípulos que ellos también fuesen llamados rocas, «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia».
Comentario sobre Mateo 7:25; Epístola 65:15; Sobre Amós VI,12-13
Poco hace falta agregar sobre Jerónimo, ya que los textos que suministra el doctor Saraví son bastante claros en sí mismos.
En el primero texto citado (la carta al Papa Dámaso), claramente Jerónimo afirma que la Iglesia fue fundada sobre Pedro (Lo mismo hace en su epístola a Marcela), por lo cual ya aquí hay una prueba de que Jerónimo tampoco puede contarse como aquellos que se oponen a ver en Pedro la piedra de Mateo 16,18.
Al dirigirse al Papa le reconoce al obispo de Roma como el sucesor del “pescador” y afirma que la Iglesia fue construida sobre la silla de Pedro, a la que compara con el arca de Noé.
“Mis palabras hablan al sucesor del pescador, al discípulo de la cruz. Como yo no sigo líder salvo Cristo, no me comunico con nadie excepto su bienaventuranza, que está con la silla de Pedro. Por que esta, yo se, es la roca sobre la que la iglesia está construida!. Esta es la casa donde solamente se puede comer con razón el cordero pascual. Esta es el arca de Noé, y el que no se encuentra en ella perecerá cuando venga la inundación”
Jerome, Letters 15 [ca. 375 A.D.]), in Philip Shaff and Henry Wace, eds.,Nicene and Post-Nicene Fathers-Jerome:Letters and Select Works,2nd series,vol 6,(Peabody,MA:Hendrickson,1994),18
En el pensamiento de Jerónimo, Pedro es justamente llamado Roca porque ha recibido su nombre de Cristo, la Roca, y es correcto decir que se Cristo construyó su iglesia sobre él:
“«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Como Él mismo dio luz a los apóstoles para que se les llamara ' luz del mundo' y los demás nombres que fueron repartidos por el Señor, así también a Simón, que creía en Cristo como roca, se le da generosamente el nombre de «Piedro», y según la metáfora de la voz de «piedra», se le dice correctamente: «Edificaré mi Iglesia sobre tí»”
Jerome, Ib. 1. iii. Comm. In Matt. Patr. Lat. i. Col. 74), in Colin Lindsay, The Evidence for the Papacy (London:Longmans,1870),40.
También en Comm. On Matthew III,16,18,Migne, Patr. Lat., vol. 26, col. 117),in Michael M. Winter, Saint Peter and the Popes, (Baltimore:Helicon,1960),63.
“si, entonces el apóstol Pedro, sobre la cual el Señor ha fundado la Iglesia, ha expresamente dicho que la profecía y la promesa del Señor ocurrió entonces y fue completamente cumplida (Hechos 2,14-18 ), ¿como podemos nosotros pedir otro cumplimiento para nosotros mismos?”
Jerome, Letters 16[385 A.D.], in Philip Schaff and Henry Wace,eds.,Nicene and Post-Nicene Fathers-Jerome:Letters and Select Works,2nd series,vol.6,(Peabody,MA:Hendrickson,1994),55
Pero más claro que todo es leer al mismo San Jerónimo explicando que no solo Cristo es llamado Roca sino también Pedro:
“Cristo no es el único en ser llamado roca, porque él concedió al apóstol Pedro que él debía ser llamado roca”
Jerome,Comm.on Jeremias 3:65,corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (Vienna),vol 59,202[415 A.D.], in Michael Winter, Saint Peter and the Popes (Baltimore:Helicon,1960),63
Con estos textos debería ser suficiente para demostrar que Jerónimo tampoco es otro de los padres de la Iglesia que se oponen a reconocer a Pedro como la roca.
La siguiente cita que aporta el doctor (contra Joviniano) es bastante importante para comprender el pensamiento de Jerónimo. Para él los obispos tienen exactamente las mismas competencias de sus ordenaciones, cualquiera que sea la diferencia en su jurisdicción. Es así lógico que entienda porqué Cristo elige uno de ellos para ponerlo a la cabeza, para evitar futuros cismas y divisiones.
Alguien podría alegar que Jerónimo está reconociendo aquí a Pedro solamente una primacía de honor y no de jurisdicción, pero esto no tiene mucho sentido. Si para evitar el cisma entre los apóstoles a Pedro se le dió solamente una supremacía de honor, no podría exigir a los obispos sujeción para precisamente evitar el cisma. Se hace necesaria una primacía jurisdiccional para poder cumplir con ese propósito.
Mateo 16,18, el primado de Pedro y los Padres de la Iglesia
Marcadores