Re: "El Fin del mundo"
Lo que en realidad dijo el loco de Harold Camping fue que el 21 de mayo no era el fin del mundo, sino la Parusía y que el fin del mundo vendría el 21 de octubre. El grave error de Camping, además del obvio de intentar predecir la fecha y la hora del fin (cosa que sólo el Padre lo sabe), es que para él Parusía y Día del Juicio sin lo mismo, y que el 21 de octubre sería simplemente el fin del mundo.
Como el 21 de mayo no pasó algo, entonces Harold dijo que la Parusía fue algo "invisible" y espiritual; y eso es un rotundo error, porque Jesucristo vendrá visiblemente y derrotará al Anticristo. ¿Dónde está el Anticristo ahora? ¿No se dió cuenta Harold de que todavía el Anticristo no se dió a conocer? Además el 21 de mayo, no resucitaron los muertos justos ni nada.
Todo lo que dice en el Apocalipsis debe interpretarse de forma literal, no veo otra. Para mí son tonterías eso de decir que la Segunda Venida de Cristo será "invisible", que el Anticristo es algo "simbólico" y que la marca de la bestia es algo "espiritual" y no un código de barras tatuado en la mano o en la frente como es lo más lógico (puede ser otra clase de marca también, pero yo soy partidario de la "teoría del código de barras"). El Anticristo aparecerá con la consolidación del Nuevo Orden Mundial y creo que como dice Valmadian, los grandes prodigios del mismo no serán mayores que las de la propia tecnología. Pero cuando todo parezca perdido, Jesucristo bajará de los cielos, resucitará a los muertos y vencerá al Anticristo. Todas las personas ateas, que no creen más que en sí mismos, se van a sorprender muchísimo, por los hechos que van ocurrir...Y algo me dice que esto sucederá más o menos pronto. Debemos seguir resistiendo y con la Esperanza en la Resurrección y Restauración de todo lo bueno, para que Cristo reine. ¡MARANATHA!
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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