Y además, las oenegés no son de fiar, porque suelen guardarse la mayor parte del dinero y las donaciones y es poco lo que llega de ayuda a los necesitados. Siempre es más seguro donar a Cáritas o alguna otra institución de la Iglesia. Las ONG no son otra cosa que una mala imitación, un sucedáneo de la verdadera caridad, un sustituto laico y pelagiano. No es caridad, sino mera filantropía o altruismo. No se hace por amor al prójimo sino por simple solidaridad o para hacer ver lo bueno que se es. No ven a Cristo en el prójimo necesitado.