Bienvenido, Mexicano. Si le gusta venerar a la Virgen y rezar el rosario, estupendo. Por ese lado va bien encaminado. No es que tenga el corazón dividido. Sólo necesita que le aclaren un poco las ideas. Claro que hay que amar a Dios sobre todas las cosas. Es el primer mandamiento. Sobre todas las cosas. Y si se ama a Dios, ¿cómo no amar a su Madre? A Dios se lo ama sobre todas las cosas. Se lo adora. Y luego, a su Madre y a los santos se los venera, que es un grado menor de culto, pero no está reñido en absoluto con adorar a Dios. Todo lo contrario. Además, por la Madre se llega al Hijo, así que no hay pérdida. Eso no quita que algunas personas mal formadas puedan llegar a extremos.

Que María es corredentora no es de sabiduría popular. La propia Iglesia lo enseña. Lo que no entiendo es que quiera usted pasar la eternidad en el veneratorio. Es imprescindible que haya lugares donde se venere a la Virgen y a los santos. Pero la eternidad es para pasarla en el Cielo viendo al Señor y a su Madre cara a cara. Allí no necesitaremos imágenes ni lugares de culto porque tendremos el Original. Es normal tener y contemplar fotos de seres queridos ausentes. Pero siempre preferimos estar presentes con ellos a contentarnos con un retrato, ¿no? Seguro que usted prefiere estar con su Madre (la del Cielo o la terrenal) que contentarse con una foto, por muy linda que esté en la foto, ¿no? Por ahora nos contentamos con las imágenes y fotos (y gracias a eso la Iglesia ha sido generadora de arte, no como las religiones iconoclastas). Pero fíjese bien: si con la ayuda de Dios llegamos a buen puerto, algún día contemplaremos el original. Y si algunas imágenes talladas amorosamente por manos humanas han alcanzado tales cotas de perfección y belleza, imagínese cómo será el original.

¡Viva la Virgen de Guadalupe!