Cita Iniciado por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN Ver mensaje
Por otra parte, tampoco condena Dios el afán de conocimiento. No puede haber condenado la inclinación natural de la inteligencia que es conocer, por la sencilla razón de que Él la creo con ese propósito.
Lo que condena es el afán de autonomía moral, lo que he indicado más arriba-no es hallazgo mío, lo enseña la Iglesia-; en definitiva, de construirse cada cual su propia moral.

EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
Yo creo que no lo condena mientras no sea desmedido. Es decir, mientras queramos entender mejor la creación de Dios para maravillarnos de ella sin pretender captarla enteramente, siendo consciente de lo limitado de nuestra inteligencia, y contentándonos con la fe para encarar los misterios de Dios, todo está bien. Pero en el momento en que pretendemos captarlo todo, racionalizarlo, como si necesitaramos saberlo todo para poder creer en ÉL, entonces no está bien. Ya no hablo siquiera de los que intentan acumular ansiosamente el conocimiento terrenal, en vez del espiritual.
Pero sí, en este caso yo creo que es una cuestión de mesura, de reconocer nuestra humildad. El conocimiento es peligroso porque puede volvernos engreídos y pretenciosos.