Pues, queridos amigos, he recibido un jarro de agua fría. Resulta que en el año 1991 adquirí un soberbio ejemplar de Misal Hispano-Mozárabe, en latín y encuadernación de lujo. Bueno, si su contenido no es fiable y ha sido "reformado" al menos resulta decorativo en mi biblioteca. ¡Que le vamos a hacer!
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