Ciertamente hay grandes diferencias y he de decir que no me gustan ni una ni otra. La de Los Ángeles porque me recuerda esas manifestaciones religiosas "lights" de shows televisivos típicos de los protestantes americanos. Y la segunda porque tengo la plena convicción, la plena seguridad, de que N.S. Jesucristo les diría "Aparta de mi Satanás! y el motivo es que parece cualquier cosa menos una misa. Lo primero a reprobar es que son cismáticos, es decir, se desligaron de la obediencia a la Iglesia fundada por Cristo; lo segundo, porque esos ropajes riquísimos, recamados hasta el extremo, tienen mucho de Sanedrín y muy poco de apóstoles y discípulos del Señor. Cuando entró en Jerusalén lo hizo a lomos de un burrito, no de un descendiente del caballo de Alejandro, y lo hizo rodeado de gentes que lo aclamaban portando palmas, no de gentes acoquinadas en un rincón con una velita. Y fue llevado al Calvario con ropas deshechas, sangrando, portando la Cruz=pecados del mundo sobre sus hombros, no paseándose alrededor de un altar con ropas de príncipe y con un pebetero en las manos. Y en otro orden de cosas, si se visualiza al patriarca lanzando anatemas a diestro y siniestro, se olvida de hacerlo con él mismo y los suyos. Esa no es la manera tampoco de acercar posturas entre católicos y ortodoxos:

"...habrá un sólo rebaño y un sólo pastor" (Jn. 10, 16)

No, amigo, no, ese no es Cristo. Y como decimos en España, "ni tanto, ni tan calvo, la virtud está en medio".