En esta cuestión histórico-jurídico-teológica tan absolutamente trascendental, y que afectaría a millones de personas que vivieron aquél tiempo, ni doy ni quito razones pues me faltan elementos de juicio por todos lados. Dios sabrá que habitantes de Judea, Galilea, Samaria y Perea serían responsables del hecho de su condena y quienes no; y doy gracias de que no corresponde a mi persona ninguna competencia sobre tales enormidades.En las enseñanzas de la Iglesia, de los Santos Padres, en Teología y en el Nuevo Testamento: tanto pueblo como jerarquía judías vienen metidos en el mismo bloque condenatorio.
En cualquier caso hemos de recordar la frase de Nuestro Señor en la cruz: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" (Lc 23, 33-34) y tendríamos que analizar si se refiere sólo a los que estaban allí al pié de la cruz en un sentido restrictivo, o a todos los que habían tomado parte en el proceso, o a todo el pueblo judío en su conjunto.
Cuestiones estas de calado, y que están más allá de lo que entiende la mayoría. El alcance de la auto-maldición "caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos" (Mt 27, 25) y su previsible castigo constituyen para mí un enigma sobre el cual vería incluso peligroso pronunciarme. Hay que recordar, que la responsabilidad penal de los judíos por los acontecimientos de la Pasión no forma parte del DOGMA católico.
Marcadores