Europa será cristiana o no será
ENERO 10, 2019 BY GUERRILLA JUNIOR5 COMMENTS
Es habitual entre los nacionalistas blancos el atacar el Cristianismo. Es comprensible dado que la mayoría de las denominaciones cristianas de hoy han abandonado casi todos los valores del Cristianismo. El sacerdote o pastor típico ya no es un salvador de almas sino un progresista militante antiblanco. Preguntarse “¿El Papa es católico?” ya no es un chiste malo sino una pregunta real, una cuestión seria que no se puede responder sino negativamente. Millones de cristianos se aferran a una religión histórica atacada por el Cristianismo institucional de hoy día, la mayoría de las denominaciones protestantes llevan en declive espiritual desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la Iglesia Católica está perdida desde el Concilio Vaticano II. Incluso los baptistas sureños y los pentecostales y evangélicos han sucumbido a la nada del progresismo y el sinsentido del dispensacionalismo que apareja la idea de que de algún modo, los judíos aún son el Pueblo Elegido y que el poderoso Estado de Israel es una condición necesaria para la Segunda Venida de Cristo.
La Gran Restauración
La respuesta de muchos nacionalistas al colapso espiritual del Cristianismo en Occidente ha sido tachar la religión de sus vidas, como una reliquia inútil del pasado que no tiene lugar en su futura patria. Este punto de vista, creo, está bastante equivocado por muchas razones. Lo primero es que los nacionalistas tienen motivos para estar preocupados por la naturaleza orgánica del estado-nación; un etnoestado (España para los españoles, Alemania para los alemanes, Israel para los judíos, etc) es por definición algo que surge y se vertebra orgánicamente. Por tanto, es importante recordar que el Cristianismo ha sido un componente orgánico de la Civilización Occidental durante los pasados 2000 años. Es poco razonable pensar que venerar a Odín, Zeus o cualquier otro sustituto New Age del Cristianismo, va a tener más éxito que las pretensiones de los revolucionarios franceses de reemplazar el Cristianismo con el Culto a la Diosa Razón. Es importante también recordar que los países que han resistido más la tiranía del globalismo, como Hungría o Polonia, lo han hecho afirmando el Cristianismo como parte esencial y orgánica de su identidad nacional. Lo segundo es que sí, el Cristianismo institucional está corrupto, es inmoral, es hostil a los intereses de Occidente e intelectual y espiritualmente está en la bancarrota. Lo mismo que las universidades, las grandes empresas y casi toda institución de gobierno y eso no impedirá que siga habiendo universidades, empresas y un gobierno en el estado que los nacionalistas desean construir. Cualquier institución que se haya corrompido, se puede descorromper. Y el Cristianismo también.
Una historia de corrupción
La larga ocupación gramsciana de las instituciones empezó con la Iglesia, de hecho la larga ocupación de la Iglesia precede a la idea de Gramsci, la hegemonía cultural. En 1907 el papa Pío X escribió la encíclica Pascendi dominici gregis (Alimentando el rebaño del señor) que denunciaba enérgicamente los intentos de los modernistas dentro del seno de la Iglesia para sustituir la teología cristiana por ideología izquierdista. Los izquierdistas ganaron al final en 1962 cuando el Concilio Vaticano II destruyó toda la historia de la Iglesia de un plumazo. En el Protestantismo la gangrena había empezado antes a pudrir el cuerpo, y eso se puede ver fácilmente en el trabajo de los trascendentalistas, que aplicaron los postulados de la crítica literaria y reemplazaron la teología calvinista con la teología progre buenrollista de las emociones en la Iglesia Congregacionista que nos trajo a los unitarios y universalistas, una denominación que ni tiene Dios ni teología y que existe para poco más que como grupo de apoyo a lesbianas con sobrepeso, hombres afeminados y barbagrises progresores de universidad que se creen que Woodstock fue la Atenas de Pericles.
Con la corrupción de la Iglesia bien encaminada, fue un juego de niños para la Izquierda el atacar al sistema educativo. Por ejemplo en los EEUU la GI Bill (un sistema que permitía a los veteranos de guerra ir a la universidad en condiciones preferentes) tuvo horribles consecuencias para las universidades. Al terminar la segunda guerra mundial había cientos de miles de veteranos sin cualificación que de repente podían permitirse ir a estudiar a una universidad, mediante la inyección de miles de millones de dólares en las instituciones educativas se pudo subvertir la Universidad porque la Izquierda la conquistó para sí. El nivel académico y la exigencia cayó a finales de los años 40 del siglo XX y ha estado en declive desde entonces. La Guerra de Vietnam consolidó el liderazo de la Izquierda en las universidades porque los estudiantes podían librarse de la guerra. Cuando la política de reclutamiento cambió, los estudiantes de teología siguieron pudiendo librarse de ir a la guerra. Miles de radicales de izquierdas sin vocación religiosa se metieron en seminarios durante el conflicto vietnamita para evitar vestir de uniforme, su enorme número acabó subvirtiendo las instituciones religiosas en las que se ordenaron como hombres de iglesia.
En lenguaje llano, durante los pasados cincuenta años, los occidentales han carecido de liderazgo religioso e intelectual aunque sea una criatura religiosa. Anhela verdades intelectuales y espirituales. Una idea que ha permeado la conciencia de Occidente desde los antiguos griegos es La Búsqueda de la Verdad. Buscar la verdad es una de las características distintivas de Europa y su descendencia. “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” no es sólo una frase hecha de Jesús en el Evangelio de Juan, sino la base de todo nuestro sistema legal, el Método Científico e incluso de la libertad de expresión. La creencia cristiana en la naturaleza inmutable de Dios ha sido un factor importantísimo en el desarrollo de la Ciencia, la cual está basada en el descubrimiento de las leyes de esa naturaleza y que son universalmente aplicables.
Universalismo
Ahora llegamos al fetiche de los nacionalistas contra el Cristianismo, la palabra que empieza por U. O sea, Universal, definido como
UniversalDel lat. universālis, y este formado sobre el gr. καθολικός katholikós.
1. adj. Perteneciente o relativo al universo.
2. adj. Que comprende o es común a todos en su especie, sin excepción deninguno.
3. adj. Que lo comprende todo en la especie de que se habla.
4. adj. Que pertenece o se extiende a todo el mundo, a todos los países, a todoslos tiempos.
Sí, el Cristianismo es una religión que busca convertir a todos los humanos. En este sentido es universalista, pero no hay absolutamente nada en la teología cristiana que obligue, recomiende o incluso considere el concepto de un gobierno mundial o las fronteras abiertas. De hecho el Cristianismo es bastante ajeno a los gobiernos que ejercen el poder temporal, esto es, terrenal, dado que su énfasis está en la vida tras la muerte, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, es decir, obedecer las leyes. Difícilmente podría ser confundido con un llamamiento progre a que los antifas ataquen a sus oponentes políticos.
Hay una gran confusión entre los no cristianos y entre los cristianos también sobre el universalismo que supone ese mandato de Cristo para extender el Cristianismo por el mundo, por todas las naciones. La palabra nación siempre aparece en plural. No hay nada en la Biblia que apoye la inexistencia de las fronteras, la inmigración sin límites o negar el derecho de una nación soberana a controlar sus fronteras. De hecho encontraremos exactamente lo opuesto; la historia de La Torre de Babel por ejemplo, sugiere que la división de la Humanidad en lenguas, culturas, etnias y razas, sucede por designio divino.
También es divertido que donde sea que los izquierdistas traten de usar referencias bíblicas para apoyar su ideología, utilicen siempre la mitad del pasaje que quieren citar o copien cosas fuera de contexto. Sí, es cierto que Jesús, María y José tuvieron que huir de Nazaret y esconderse en Egipto una temporada. La estimación de su estancia en Egipto va desde unas pocas semanas hasta unos cuantos años, es decir, que se les podría considerar “refugiados”. Vale, pero se volvieron a casa y mientras estuvieron en Egipto se comportaron bien. No insultaron ni se aprovecharon de los egípcios ni intentaron reemplazar a los nativos llevando más judíos- Igualmente los izquierdistas olvidan cuando les interesa que durante la vida de Cristo, todo Oriente Próximo pertenecía al Imperio Romano y era esencialmente el mismo país, así que marcharse de Nazaret e irse a Egipto era más parecido a como cuando hay una catástrofe natural y la gente de una ciudad se tiene que ir provisionalmente a otra zona de su misma tierra. hasta que el peligro pase y la reconstrucción esté como mínimo, iniciada. La huida a Egipto por tanto no es ninguna evidencia que apoye la apertura de fronteras o la invasión de refugiados sin control ni límite.
Retorno a lo Eterno
No nos engañemos. La restauración de la cordura y el rigor teológico e intelectual en el Cristianismo institucional será una tarea ardua y penosa, igual que lo que nos espera para arreglar cualquier otra institución occidental que haya sido corrompida y utilizada como arma contra nosotros. Los beneficios de un Cristianismo restaurado son enormes, entre otros;
I – Énfasis renovado en la familia y los roles sexuales de siempre. La unidad familiar la componen padres de sexo opuesto, con padres dominantes, es la piedra angular de una sociedad cristiana. Esto reforzará la sociedad occidental en general y reducirá muchos de los problemas que hoy nos afectan debido al multiculturalismo. A diferencia del Islam, el Cristianismo no se misógino, sino que reconoce que hombre y mujer tienen distintos papeles en la vida que vienen de nuestra propia biología. Libres del feminismo, las mujeres cristianas serán capaces de ser femeninas y por tanto cumplir su deseo de ser madres. Más Cristianismo, más natalidad
II – La Cristiandad, tradicionalmente dominada por lo masculino, tenderá a minimizar la proliferación de cometofus y metrosexuales. La disforia de género se tratará como la enfermedad mental que es en realidad.
III – La restauración de la lo litúrgico y lo teológico a un alto nivel, hará mucho para incrementar el rigor intelectual en todos los aspectos de Occidente. Necesitamos que nos recuerden que las universidades comenzaron su andadura como escuelas catedralicias y que unas cuantas de las mejores obras del Hombre (occidental por supuesto) fueron escritas por gente como San Agustín y Santo Tomás de Aquino. Puede que sorprenda a muchos cristianos de hoy que en el pasado, grandes predicadores fueron conocidos también por su grandeza intelectual y que los sermones no sólo se publicaban por su rigor filosófico y teológico, sino por la calidad de su prosa. Por supuesto tenemos también la enorme cantidad de obras de arte que ha inspirado y ha utilizado el Cristianismo poniéndolas a su servicio, sea música, pintura, escultura o arquitectura. La salud espiritual de las naciones de Occidente mejorarán cuando los cristianos abandonen la música con guitarras en iglesias que parecen sacadas de la época soviético-brutalista y en lugar de eso se dediquen a interpretar las cantatas de Bach en las parroquias, bellas y sublimes al tiempo. La gente expuesta cada semana a esas grandes obras de pintura, de escultura y de música, acabará despreciando la cultura musical actual dominada por los negros, que tanto ha hecho para destruir los standards éticos.y estéticos.
IV – La restauración del Cristianismo institucional trabajará activamente contra la subversión llevada a cabo por los intereses de los judíos. Cuando los cristianos dejen de pensar en que hay que apoyar a Israel y se vuelvan a dar cuenta de que los judíos fueron responsables de la muerte de Cristo y de que el pacto de Dios con los judíos ya no existe, entonces volverá la cordura a la política exterior de Occidente. También será más fácil crear leyes anti monopolio para contener y revertir la perniciosa influencia judía en cuanto a su papel de dueños absolutos del panorama mediático, las farmacéuticas, las finanzas y la pornografía.
V – La restauración del Cristianismo institucional también será un retorno a la racionalidad y el rechazo al sentimentalismo. Irónicamente, el sentimiento de lo sagrado es todo menos emocional y hay una gran diferencia entre lo místico y lo sentimental. La verdadera experiencia religiosa es llegar a la conclusión racional de que uno no posee todas las respuestas y que no puede ir por la vida como un individuo separado de la comunidad, sea en comunión con los santos o parte de su comunidad humana. A largo plazo, “la búsqueda de la comunidad” como Robert Nisbet apuntaba es el núcleo de los esfuerzos de los nacionalistas. Un sentido de lo que es misterio no es sólo parte y parcela de la experiencia religiosa, sino que también está tras todo lo intelectual, Ciencia incluída. Creo que cuando escucho a los físicos discutir sobre la mecánica cuántica o la teoría de cuerdas, estoy oyendo discusiones más metafísicas que otra cosa. Para el hombre blanco racional, ese sentimiento de lo maravilloso, esa curiosidad por lo desconocido y el darse cuenta de la vastedad y la complejidad del Universo, le dan al mismo tiempo el querer saber más y pone a su propia experiencia individual en perspectiva. La bajada del nivel intelectual provocada por los izquierdistas ha llevado a una situación en la que las ideas no se discuten racionalmente y como niños de dos años, la gente experimenta la existencia de forma solipsística. La gente siente más que piensa y ningún problema se ha resuelto alguna vez con sentimentalismos. El circo político, las iglesias y las instituciones educativas ya no son centros donde las ideas y las soluciones se discuten con el objetivo de buscar la verdad, en lugar de eso se han convertido en “safe spaces” donde las mentiras se cuentan ex profeso para ahorrar a los frágiles adultos con madurez emocional de niños pequeños, las verdades incómodas de la vida. Para estos adultos, auténticos inútiles emocionales, no hay comunidad que valga. No se puede experimentar lo sagrado así, para ellos sólo existe la continua aspiración de la satisfacción de sus deseos y el responder con violencia y llantos cuando sus exigencias no se cumplen.
Al final, creo que será más difícil crear un país para los blancos sin Cristianismo que con una Iglesia restaurada como institución. Los pueblos blancos necesitamos todas las instituciones que nos puedan unir. Necesitamos la comunidad que una Iglesia fuerte pueda sostener y necesitamos una visión del mundo compartida que una Iglesia restaurada pueda inspirar. Sobre todo necesitamos instituciones comprometidas con la verdad, todas las verdades; teológicas, filosóficas, políticas y biológicas.
Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres…He aquí un lema y una divisa para los patriotas de Occidente
Cristianismo y Nacionalismo
http://disidencia.info/europa-sera-cristiana-o-no-sera/
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