No hay que decir más "Yavhé": el sínodo adopta esta disposición
Una carta de la congregación romana para la liturgia
ROMA, Viernes, 24 de octubre de 2008 (ZENIT.org) - Por respeto al Nombre del Dios, a la Tradición de la Iglesia, al Pueblo Judío, y a razones filológicas, no hay que pronunciar más el nombre del Dios diciendo "Yavhé".
El sínodo de los obispos sobre el Discurso de Dios en la vida y la misión de la Iglesia puso en práctica esta nueva disposición de la Congregación romana para el culto divino que pide - « por directiva del Santo-Padre » - que no se emplee más la transcripción de las cuatro consonantes hebreas - «el Tetragrama sagrado " - vocalizadas como "Yavhé" o "Yahweh", en las traducciones, « las celebraciones litúrgicas, en los cantos, y en las oraciones » de la Iglesia católica.
Es lo que le reveló esta mañana al Vaticano, Mgr Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo pontificio de la cultura, biblista, y presidente de la comisión del Mensaje del sínodo de los obispos, al presentar este mensaje a la prensa y respondiendo a las preguntas de los periodistas. A una pregunta de Zenit sobre sobre este punto, Mgr Ravasi reveló que algún miembro del sínodo había empleado esta palabra y que entonces se recordó esta nueva disposición. Mgr Ravasi subrayó la importancia de respetar el uso de la comunidad Judía sobre este punto y adelantó las razones filológicas.
En efecto, las cuatro letyras hebreas designando el nombre del Dios, revelado a Moisés (Cf. Éxodo 3), son cuatro consonantes, "Tetragrama" (Yod-Heh-Waw-Heh, a menudo transcritas en nuestro alfabeto: IHWH). Estas cuatro consonantes son impronunciables porque se ignora cómo este nombre era vocalizado. O aun, en la tradición del Antiguo Testamento, el nombre de Dios es impronunciable.
Sólo el gran sacerdote podía pronunciarlo, una vez al año, cuando penetraba en a Santo de los Santos del Templo de Jerusalén. La vocalización ha sido guardada así secreta y perdida. Algunos hasta sugieren que nunca hubo vocalización, ya que nadie podía aspirar a alcanzar a Dios pronunciando su nombre.
El libro del Eclesiastes por ejemplo dice del gran sacerdote Simón: « Entonces él bajaba y levantaba las manos hacia toda la asamblea de los hijos de Israel, para dar en voz alta la bendición del Señor y tener el honor de pronunciar su nombre » (Eclesiastes, c. 50, v. 20).
Mgr Ravasi recordó que la traducción de la Biblia del hebreo a griego por los "Setenta " sabios Judíos (72 traductores, hacia 270 a. C.), había reemplazado al Tetragrama por la palabra griega « Kurios », significando "el Señor ". La traducción de « Vetus latina » y "Vulgate" de san Jerónimo tiene tradujo "Dominus" por "el Señor ", como lo recuerda el documento de la Congregación romana que pide pues volver a este uso de decir "el Señor ", cada vez que el texto emplea el Tetragrama.
En su Carta en las conferencias de los obispos del mundo entero sobre el Nombre del Dios, la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos pide así la supresión de esta transcripción del tetragrama en los libros destinados a la lectura litúrgica.
Este documento, de fecha de 29 del junio, ha sido publicado en la revista " Notitiae" de la Congregación. Está firmado por el prefecto de esta congregación, el cardenal Francis Arinze, y Mgr Albert Malcom Ranjith, secretario del mismo dicasterio.
La congregación recuerda su documento « Liturgiam Authenticam », de 2001, sobre las traducciones litúrgicas, donde se pide que « el nombre del Dios todopoderoso », expresado por el « tetragrama hebreo » y llevado al latín como la palabra « Dominus », sea devuelto « en las lenguas vernáculas » por una palabra de significado equivalente.
Ahora bien, la práctica se difundió de « pronunciarle el nombre propio al Dios de Israel », de vocalizarlo en la lectura de los textos bíblicos de los leccionarios litúrgicos, pero también en los himnos y en las oraciones: "Yahweh", "Jahweh" o "Yehovah".
En Francia, los textos litúrgicos no utilizan la vocalización " Yavhé «, pero aparece en las traducciones de la Biblia - que no son normativas para la liturgia - o cantos.
Después de una argumentación escriturística, el documento afirma: « La omisión de la pronunciación del tetragrama del nombre del Dios por parte de la Iglesia tiene pues su razón de ser. Además de un motivo de orden puramente filológico, existe también el de permanecer fiel a la tradición eclesial ya que el tetragrama sagrado nunca fue pronunciado en el contexto cristiano ni traducido en ninguna de las lenguas en que se tradujo la Biblia".
Las diferentes corrientes del judaísmo moderno mantienen esta tradición de que el Tetragrama sólo puede ser pronunciado por el Gran Sacerdote en el Templo, y aun que éste lo pronunciaba generalmente sólo en Yom Kippur (el día del Gran Perdón, de las "Expiaciones").
Al haber sido destruido el Templo de Jerusalén, este Nombre nunca es pronunciado por los Judíos ni en el momento de los rituales religiosos, ni en conversaciones privadas. En la oración, el Tetragrama es reemplazado por "Adonaï" (" el Señor "), y en la conversación corriente por HaShem (" el Nombre ").
(Traducción por mi cuenta de Zenit en francés)
Marcadores