Arzobispo se enojó porque los jóvenes andan por la calle en ojotas y sin remera.
La máxima autoridad eclesiástica de La Plata, Héctor Aguer, cuestionó algunas costumbres de los jóvenes. Alertó por los modos de vestir dentro de la Iglesia. "Hay pérdida del sentido de lo sagrado", dijo

El monseñor platense expresó que "es frecuente ver ahora por la calle a muchachos con el torso desnudo y la remera en la mano. Mucha gente, incluso por el centro de las ciudades, caminando en ojotas. Esto no se daba antes". Es curioso que en el siglo XXI se sorprenda por este tipo de vestimenta... en pleno verano. A su modo de ver las cosas, esta moda representa "una pérdida del sentido de lo sagrado".

Según indica el diario platense Hoy, el prelado Héctor Aguer se escandalizó "por lo que tiene que ver con el modo de vestir en la iglesia. Se observa cada vez más frecuentemente este fenómeno, que se da en la ciudad en el verano y también en los templos”.

Y dijo más: "Uno se encuentra con señoras jóvenes y no tan jóvenes con un atuendo que parece más adecuado para tomar sol en la terraza o en el patio de su casa. Muchachos y no tan muchachos que van prácticamente ‘en patas’ y en pantalones cortos o bermudas. He llegado a ver algunos en pantalón de baño". Quizás será que los fieles tienen demasiado calor en el interior de las iglesias. O quizás habrá que instalar más ventiladores dentro de ellas.

En opinión del arzobispo, "ya no se advierte más que esa visita a la iglesia es ir a un lugar sagrado a vivir un tiempo sagrado. No se advierte que la fiesta litúrgica de la misa tiene una relevancia singular y que también la expresamos con nuestra manera de vestir”. En fin, lo que parece más sagrado para los fieles ante tanto calor son las ojotas, las bermudas y el pecho descubierto.
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"La corrupción comienza por los detalles".