Detienen a dos musulmanes por una agresión cuando oraban en la Mezquita

Los detenidos formaban parte de un grupo de 118 turistas austríacos que se dispusieron a rezar en la parte de Abderramán I guiados por un imán · La policía les intervino un cuchillo y varios 'walkie talkies'
Gema N. Jiménez | Actualizado 01.04.2010 - 01:00
Varios nazarenos a su paso por la Puerta del Perdón de la Mezquita Catedral.




Dos turistas de nacionalidad austríaca fueron ayer por la tarde detenidos por agredir a una pareja de guardas de seguridad de la Mezquita, que les llamaron la atención porque estaban rezando junto a más de un centenar de personas, según el rito musulmán, dentro del templo. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía de Córdoba informaron de que los hechos ocurrieron sobre las 19:40 cuando los vigilantes llamaron la atención a todo el grupo de visitantes, indicándoles que estaba totalmente prohibido. Dos de ellos reaccionaron de forma agresiva y se enfrentaron directamente con el personal del templo, llegando incluso a amenazarles con un cuchillo de grandes dimensiones. Los vigilantes avisaron al Cuerpo Nacional de Policía, que se personó rápidamente en la Mezquita. Al intentar llevar a cabo la detención de la pareja de turistas que habían increpado a los guardias de seguridad, se produjo un forcejeo en el que los visitantes reaccionaron con patadas y puñetazos, lo que causó heridas de carácter leve a los policías.

Los dos detenidos formaban parte de un grupo más amplio de turistas austríacos compuesto por 118 personas, según detallaron fuentes del Cabildo. Uno de ellos, sobre las 17:00, se encargó de la compra de todas las entradas para acceder al monumento, aunque sin llegar a entrar todos juntos sino de forma escalonada en parejas o tríos y dispersándose en el interior. En la entrada, los vigilantes, al sospechar de sus intenciones, les informaron de las normas de comportamiento que se deben de seguir en el interior del templo y avisándoles de que en cualquier momento podían ser expulsados si no las seguían.

Aproximadamente dos horas más tarde, el grupo de turistas, que en todo momento se mantuvieron en contacto a través de unos walkie-talkies, se congregaron en la parte de Abderramán I. Un vez allí, guiados por un imán, se distribuyeron en varias filas mirando hacia el mihrab. Otro grupo de ocho personas se distribuyeron alrededor del grupo para vigilar la llegada de algún guarda mientras los demás oraban.

En el momento en el que aparecieron los vigilantes, la mayoría de los turistas se dispersaron rápidamente, quedando tan sólo un grupo reducido de seis personas, que no dudaron en enfrentarse a ellos con violencia. Dos de ellos fueron los que protagonizaron los altercados más fuertes, ya que amenazaron a los vigilantes el arma blanca que posteriormente fue intervenida por la policía.

Los vigilantes de seguridad, tras la actuación de las fuerzas policiales aún mostraban su sorpresa por todo lo ocurrido y aseguraron que las consecuencias podían haber sido mucho más graves.

La Diócesis de Córdoba también quiso mostrar su indignación antes los hechos ocurridos en la Mezquita a través de un comunicado. En el documento lamentaba el "desagradable" incidente ocurrido en el recinto de la Santa Iglesia Catedral, protagonizado por más de un centenar de visitantes extranjeros que de "manera organizada" habían protagonizado "un reprobable episodio de violencia". Asimismo, se indicaba que el grupo fue advertido -como marca el protocolo de visita turística del templo catedralicio- de que no podían celebrar ningún acto de culto musulmán en el recinto, y que se les invitó a continuar la visita o a abandonar el templo. Ante esta advertencia de los responsables de seguridad, aseveran que los turistas agrediendo a dos de los guardias, lo que hizo que tuviera que actuar la Policía Nacional "para poder desalojarlos y garantizar la seguridad de las personas". Por último, la Diócesis premia la labor de los vigilantes por "el impecable cumplimiento de su deber profesional".

Es la primera vez que tiene lugar un hecho de estas características con el debate de fondo del uso compartido del templo de la Mezquita-Catedral, que la Iglesia rechaza. Todas las protestas que se habían llevado a cabo hasta el momento, como las de la Junta Islámica, se habían desarrollado de forma pacífica, fuera del templo.








Grave incidente en la Mezquita por un rezo organizado de musulmanes - Tema del día - www.diariocordoba.com







EL SUCESO, OCURRIDO SOBRE LAS 19.30 HORAS, FINALIZO CON DOS DETENCIONES Y UN VIGILANTE Y UN POLICIA HERIDOS LEVES.

Grave incidente en la Mezquita por un rezo organizado de musulmanes

Más de cien personas accedieron por distintas puertas y se comunicaban con walkie--talkies.Dos turistas fueron detenidos y uno que portaba un cuchillo fue acusado de tentativa de homicidio.

01/04/2010 P.C./ M.R./ AGENCIAS
Interior de la Mezquita de Córdoba.
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La Mezquita--Catedral de Córdoba fue ayer el escenario de un enfrentamiento violento entre vigilantes, policías y turistas musulmanes que trataron de rezar en el interior del templo. De este modo, la polémica sobre la posibilidad de convertir el recinto en ecuménico ha experimentado un nuevo incidente protagonizado, según destacaron fuentes de la Policía Nacional, por algunos visitantes austríacos.
El Obispado de Córdoba informó a este periódico en un comunicado de que el grupo estaba compuesto por un total de 118 turistas extranjeros "que provocaron de manera organizada un reprobable episodio de violencia". Según informó la Policía Nacional, este incidente, en el que también intervino la Policía Local, finalizó con dos personas detenidas y una de ellas era una mujer.
La Policía también indicó que el incidente comenzó cuando seis turistas austríacos trataron de realizar sus oraciones bajo el culto musulmán dentro de la Mezquita--Catedral. Los agentes afirmaron que dos de los visitantes se enfrentaron a la vigilancia privada del templo y a las propias Fuerzas de Seguridad. Así, un total de quince agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional de la Comisaría de Córdoba se desplazaron hasta el lugar y detuvieron a los dos visitantes que fueron más agresivos.
De acuerdo con las declaraciones de fuentes policiales, uno de estos turistas portaba un cuchillo de grandes dimensiones y amenazó a uno de los profesionales de la seguridad privada y también a un agente, por lo que se le imputó un delito de tentativa de homicidio. El enfrentamiento finalizó con un agente y un vigilante de seguridad heridos leves.
La Diócesis de Córdoba afirmó en su nota que lamentaba "el desagradable incidente ocurrido esta tarde en el recinto de la Santa Iglesia Catedral", y aseguró que los guardias de seguridad cumplieron el protocolo del centro de informar a los turistas sobre la prohibición de realizar actos de culto musulmán en el interior del recinto. En este sentido, según manifestaron fuentes del Obispado, la seguridad privada de la Mezquita invitó a los visitantes a continuar el recorrido o abandonar el edificio, pero estos turistas "respondieron agrediendo a dos de los guardias".
Además, desde la Diócesis señalaron que "los dos guardias de seguridad han sufrido serias lesiones físicas en sus personas". La Iglesia pide a los cristianos "que recen en estos días santos para que ninguna persona o institución legitime el uso de la violencia por ninguna causa". Las mismas fuentes solicitaron que estos incidentes no vuelvan a repetirse en el futuro e insistieron en que lo ocurrido ayer "no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica".












La Policía desaloja a cien musulmanes de la Catedral por intentar rezar en ella




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RAFAEL CARMONA El incidente, en el que intervino la Policía, se produjo a primera hora de la tarde


A. M. / R. A.. CÓRDOBA
No exageró el nuevo obispo, Demetrio Fernández, al recordar durante su reciente toma de posesión que en la Catedral no se podía permitir el rezo compartido. No se trató de una afirmación gratuita, sino necesaria a tenor de los hechos que se vivieron ayer en el templo diocesano sobre las seis de la tarde.
Un grupo de 118 turistas de nacionalidad austriaca, procedentes de Málaga y de credo musulmán, compraron sus entradas para acceder a la antigua Mezquita y, al poco, comenzaron a rezar en una de las naves del interior del edificio religioso dirigidos por uno de ellos que hacía de imán. Los vigilantes privados del templo les llamaron la atención y les conminaron a dejar de orar, ya que sólo está permitido si se sigue el rito católico.
Guardias lesionados
Los turistas no hicieron caso a las advertencias de los guardias jurado y, ocho de ellos, se enfrentaron a los vigilantes, primero de palabra y, al momento, físicamente, de tal modo que se produjo un forcejeo y dos de los guardias de seguridad resultaron heridos, tal y como detalló ayer el Obispado a través de una nota de prensa. Uno de los turistas esgrimió un cuchillo, por lo que los responsables de la seguridad del recinto sagrado llamaron a la Policía Nacional, que acudió a los pocos minutos y desalojó a los visitantes empeñados en rezarle a Alá. Fuentes de la Policía informaron a Efe que este grupo de turistas había planeado esta acción, ya que contaban con distintos «walkie-talkies» para estar conectados entre sí y entraron por diferentes puertas del templo. La evacuación de los turistas no fue pacífica.
En plena Semana Santa
Un agente de la Policía Nacional resultó herido leve a consecuencia de una patada que le propinó uno de los alborotadores y, además, fue precisa la detención de dos de los organizadores de la oración prohibida, según informaron a ABC fuentes de citado cuerpo de seguridad del Estado.
No es la primera vez que la Catedral se convierte en escenario de situaciones tensas por la insistencia de ciertos colectivos islámicos de rezar en su interior, pero quizás lo más significativo es que ahora ha acontecido en plena Semana Santa. Pocos minutos después de la intervención de la Policía Nacional pasaba junto a la Catedral la procesión de la cofradía de El Perdón y, ya por la noche, las puerta del templo matriz se abrían para que penetrara en él el cortejo de Pasión. El Obispado, a través del comunicado a los medios de comunicación por la noche, subrayó que «deploramos el daño [que actos como éstos] pueden hacer a la imagen de nuestra ciudad, y a la cotidiana y pacífica convivencia de sus ciudadanos y visitantes».
La autoridad eclesiástica dejó claro «que este incidente puntual no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica». El Obispado recordó que el ex obispo Juan José Asenjo ya escribió en diciembre de 2006 que «el uso compartido de la Catedral por católicos y musulmanes no contribuiría a la convivencia pacífica de los diferentes credos».