800 años de cultura árabe...No fueron 800 exactamente, y en el reino de Sevilla, no se llega a los seis siglos, salvando las incursiones de los salvajes benimerines y alguna revuelta morisca puntual. Pero bueno, 800 años de cultura árabe....Por supuesto, lo que hablamos los andaluces nada tiene que ver con el latín. Y el gallego es una mezcla de celta y romano. Toma ya.

800 años de cultura árabe. No de bereber, siria, muladí, eslavona o negra, no, árabe exactamente. Tan exacto como un idioma andaluz independiente, o como una moro-Andalucía unida. Y quien diga lo contrario es un mal andaluz. La ignorancia es muy atrevida, y la soberbia pedante llega lejos. La imaginación de mentes calenturientas que forjó un romanticismo extranjero que nunca comprendió estas tierras se está haciendo cada vez más doctrina política. Los insoportables cuentos son educación para la ciudadanía, y para varias generaciones ya. Generaciones que cada 28 de febrero cantaban vagamente el asqueroso himno de Infante mientras se quejaban de que a los niños antiguamente se les sacaba en los colegios a cantar el cara al sol.


Pero aquí no hay debate ni sobre la figura de Blas Infante. Es el padre de la patria. Es como nuestro Bolívar. Qué importarán San Isidoro, San Fernando, Rodrigo de Bastidas, los Ponce de León, Cabeza de Vaca, Rodrigo Caro, Rodrigo de Triana, los Pinzones, Bailén....Qué importarán ni Ben Hafsún ni Barrau ni Fal-Conde; Aquí que lo que importan son los azulejos de los palacios abderramánicos. Todo es alegría, villa-alegría. Jamás hubo debate sobre eso y de derecha a izquierda se ha configurado un ente de autonosuya donde la izquierda siempre lleva la de ganar. Si es que la derecha no es más tonta porque no se entrena.


Y a seguir pagando todos. Modalidad lingüística andaluza, algo tremendamente inexacto, se enseña desde hace tiempo en los colegios. Desde hace más tiempo, a Blas Infante como padre de la patria, a celebrar el día, su ideología masónica y su vaga simbología islamófila, que incluso ridiculizó el escudo de Cádiz. Lo próximo será eso, idioma andaluz, proveniente del árabe y a la mierda la Bética y la lengua castellana que no son sino símbolos de opresión, como que fuéramos puerto y puerta de las Américas. A eso nos obligó la maldad castellana, a exterminar indios y todo lo que se moviera, mientras nos privó de la cultura paradisíaca omeya, almorávide, almohade, o vaya usted a saber.


Y ya ven la Andalucía unida y tolerante que nos han fabricado estos ideologuillos. Se respira en el ambiente que estamos más unidos que nunca, hasta en el fútbol. No se fomentan rivalidades absurdas y sí se fomenta la cultura.



Como si lo estuviera viendo: Ya mismo se quejará de la dictadura franquista pero por supuesto nuestros problemas nada tienen que ver con 3 décadas de califato sociata.



Eso: Que vayámonos tomando en serio el tema. Porque al final no es sólo el bolsillo, que también.