Estoy de acuerdo con Don Cosme.
Pero desde mi punto de vista el problema se plantea con la instrumentalización política que se ha hecho de las bandras "inventadas" al calor de los nacionalismos emergentes (vasco aranista, andaluz Blas Infante, etc)
En la actualidad esas banderas no representan "a la totalidad de vascos o andaluces" y por el contrario si representan el instrumento aglutinador de una "minoría" política que arguementa que dicha bandera representa a TODA la comunidad, luego, si no aceptas la bandera (y con ello los principios ideológicos nacionalistas de esa minoría) no eres de esta o esa comunidad y estás "en contra de nosotros" los vascos o andaluces.
Lógicamente, las banderas están hechas para representar a la mayoría de una comuniad social (país o región) pero si la bandera española es levantada por los PPeros, los socialistas ven en este símbolo un argumento para escindirese de dicho elemento y no sentirse identificado con España, llevando en sus manifestaciones la bandera republicana, con tal de sentirse españoles, pero "no iguales a sus adeversarios políticos".
Y ahí andamos todas las comunidades y todos los españoles. Nos sentimos españoles, pero no podemos revindicar nuestra identidad sin que otra minoría exija que que paguemos el cánon o impuesto revolucionario (dígase el aceptar teorías secionistas o anexionistas). La mayoría social, ajena a estos movimientos se deja llevar, y ello es aprovechado por las minorías políticas de turno, violentas o fanáticas, para imponer sus criterios. Ello no quiere decir que todos acepten los postulados que se imponen, pero como quién calla otorga, estamos donde estamos.
Solución: Imposición de exibir la bandera española a todo partido político que se presente en España, independientemente de su "nacionalismo periférico" o ideario político, o de lo contrario ilegalización y cárcel.
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