Esta mañana estuve en la celebración en Sevilla, en esa joya barroca que es la capilla franciscana de San José. La misa no la ofició uno de los frailes capuchinos, sino el padre Fernando Reyes, que es quien celebra la misa tradicional en latín los domingos por la mañana en la parroquia de San Bernardo. La capilla estaba llena hasta rebosar. Y después tuve oportunidad de conversar bastante rato con Ordóñez y conocer a bastantes correligionarios de Sevilla mientras disfrutábamos de un desayuno de chocolate o café con churros en la contigua Casa de Soria.