Por supuesto que un niño sometido a la corrupción moral a la que ese pobre niño está expuesto exige muchísimo cariño. Pero jamás el perverso y falso cariño podrído de la mano de uno de los políticos que es responsable de esa infamia a la que nos referimos. Es como si viniera Hitler en persona a acariciar la cabecita de un niño instantes antes de entrar con su mamá y su papá a darse una duchita de gas... Creo que esta vez tu y Kontra sois los que, quizás por un error de raíz 'buenista', os estáis columpiando un poquito demasiado más de la cuenta...
¿Acaso no veis de quien es la mano del pervertidor que le acaricia?.
Marcadores