Podemos tomarlo a chirigota, por ejemplo preguntarnos acerca del cociente intelectual de la muchachita, o podemos usarlo como un ejemplo más de la barbarie que se ha apoderado de los españoles en las últimas décadas. Y es que está demostrándose que cuanto mayor es el grado de escolarización, mayor es el nivel de estulticia.

De ahí podemos concluir que, realmente, el cociente promedio de un buen sector de la población española da para muy poquito y lo que hace el sistema educativo es ponerlo de manifiesto. Así, antes, cuando un individuo decía una burrada, se le atribuía a su ignorancia; ahora, a su deficiencia.