Cita Iniciado por Ordóñez Ver mensaje
No hay hombre de Estado, por grande que sea, cuya obra no deshagan sus herederos. Toda construcción política es perecedera; tiene una duración limitada. Por eso resulta por lo menos grotesco el culto de tal o cual Constitución o Ley Fundamental, cuya letra ponen sus autores por encima del espíritu de la Nación, es decir, algo que es efímero por principio por encima de algo que es permanente por naturaleza.
Discurso típicamente conservador que considera tal o cual Ley Fundamental cual producto de tal Nación (Nación como una especie de ente sacro-cultural).
Un progresista (no es este el caso) concibe la Nación como un espacio de "libertades" garantizado por una Constitución, y en ese sentido consideran todo lo contrario: que es "permanente por naturaleza" esa Constitución y no la Nación, en el caso de que no las defienda. Nada de sacralizaciones culturales y metafísicas de "Nación" (al estilo del PNV o CIU por ejemplo)

Obviamente, es imposible entenderse.