Yo, que visito Portugal siempre que puedo, puedo dar fe de que en ese país hermano y vecino, SIEMPRE (y resalto lo de siempre...) me he sentido mucho mas en casa que en mis pocas vistas a Vascongadas o a Cataluña, por poner dos ejemplos concretos. Además, Portugal es un país adorable donde, los que amamos la tradición, podemos sentir su presencia. Portugal no está enferma (o al menos, no lo está tanto como España) de la estúpida enfermedad de la "modernitis" y el "nuevismo". Portugal es grande en historia y viva en sus tradiciones. Como digo, adoro Portugal. Ojalá aprendiéramos un poquito de los portugueses, nosotros, los españoles.
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