Jasarhez. Jose Antonio Primo de Rivera quiso superar la dialéctica entre derechas e izquierdas. Es cierto. Pero de lo que no se daba cuenta es que la verdadera dialéctica es entre Tradición española y Revolución importada del extranjero.
Primo de Rivera quiso superar la Revolución... con más Revolución (igual que los demócratas quieren superar la democracia... con más democracia). Y eso es imposible (resultan, en este sentido, clarividentes las fuentes revolucionarias en las que se inspiró -fascismo político italiano, filosofía orteguiana, etc...- así como su misma dialéctica revolucionaria).
De ahí las críticas que él lanzaba contra los tradicionalistas (que eran -y son- los que plantean correctamente los términos del problema que venimos sufriendo en los últimos 180 años), a los cuales no entendió ni quiso entender (Víctor Pradera, en su intento de conciliación, trataba de hacerle comprender que lo bueno que pudiera haber en su doctrina falangista-nacionalsindicalista ya estaba y era defendido en el legitimismo tradicionalista español, pero él no quiso escuchar).
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