De acuerdo con usted. Todas. Y desgraciadamente en ninguna hay una obediencia a Dios.
Los católicos como antaño los primeros cristianos debemos obedecer las leyes, participar en el trabajo del pais, y también pagar impuestos, tasas, y lo que quieran denominar para el sostenimiento social, humano, de desarrollo, etc.
Pero lo que no podemos ni debemos hacer es consentir ni afirmar ninguna ley que contradiga a Dios. Puesto que Dios, está por encima de las leyes mundanas. ÉL Es la Ley.
Pero pasa, que hoy dia, es más moderno, culto y asumido por la masa ciudadana el darle justificacion o desaprobar las leyes de estos individuos que nos gobiernan, formados en la misma mayoria de masa ciudadana; donde a todo hay que darle una grandilocuente explicación, pero vacua; que finalmente no deriva en una verdadera justicia social, sino en un materialismo/individualismo sobreviviente que ha ido destrozando la virtud del hombre y de la mujer; para despues lamentarnos de como se nos escaparon o en que momento perdimos el control de nuestros jóvenes que deberian ser quienes recogiesen nuestro testigo.
Es un abandono de Dios simple y llanamente. Doloroso, para los que sí creemos. Y una incertidumbre fea que se nos cierne. Pero bueno. La esperanza tambien debe ser fuerte como una roca. El todo lo puede.
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