Re: Érase un país de pensamiento único
Pues mis desvelos han dado un fruto en un rato nada más. Resulta que sólo en Madrid hay 2'5 millones de desplazamientos por día, y que el promedio de personas en cada desplazamiento es de 1'35, según informa el diario La Vanguardia. Esto supone que al año "sólo" en Madrid se producen 912.500.000 desplazamientos y que el número de desplazados, dando por válida la cifra anterior, sería de 1.231.875.000 personas.
https://www.lavanguardia.com/local/m...vehiculos.html
En resumen, si la cifra de muertes se aplicase sólo a Madrid (hay que suponer que incluye también la provincia), habría un fallecido por cada millón doscientos treinta y un mil ochocientas setenta y cinco personas. Sabiendo que el censo de Madrid es de 6.640.000 habitantes (recuérdense todos los grupos que no están empadronados y que habría que añadirlos) esas mil víctimas representarían una por cada cinco millones trescientos mil. Cifra aproximada y estimada por el hecho de que la mayoría de los madrileños en un momento u otro se desplazan usando algún tipo de vehículo mecanizado.
https://datosmacro.expansion.com/dem...tonomas/madrid
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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