No me desvío, vivo en el mundo real y no en el de las esencias intangibles. La realidad del día a día es que España es roja y capitalista (al alimón) y que puede ser islámica en el futuro, lo cual está en manos de la divina Providencia.
Decir que España no puede ser ni roja, ni capitalista ni musulmana es tan ingenuo como creer que los españoles no pueden ser sinvergüenzas, traidores, maricones, etc. EL ESPAÑOL IDEAL NO DEBE SERLO PERO MUCHOS ESPAÑOLES REALES LO SON (cada día más) y en política hay que jugar con lo que hay no con lo que debería haber.
Marcadores