Llamar “error” a la independencia de Portugal me parece un error gravísimo.
Se podrá decir lo que se quiera de Don Afonso Henriques, entre otras cosas que era astuto y que tenía ambiciones. Sin duda. También es cierto que hace 800 ó 900 años no se tenía el concepto de nación que se tiene hoy día, pero sí que existía una identidad. Pero Dios se vale de causas segundas para sus obras.
Voy a decir de antemano que no comparto las elucubraciones gnóstico-míticas de uno de los contribuyentes a este foro que voy a abstenerme de calificar por cortesía. Ni voy a entrar en desmontar la estupidez de lo del Reino Suevo como fundamento de Portugal (que se desmonta fácilmente), ni en esa otra falacia de tanto predicamento en Portugal de que España es poco menos que una tiranía castellana sobre un conjunto de regiones (o naciones variopintas). Vamos a los hechos:
Afirmo que puede ser bueno, y que de hecho lo es, desde un punto de vista metapolítico que haya dos Patrias en el viejo solar ibérico. Y que eso nos hace más fuertes, no menos. En el plano de lo humano es sólo cuestión de coordinarse, de ahí la necesidad de una política exterior y una defensa coordinada. Por lo demás la historia, la idiosincrasia y los hechos nos enseñan dos cosas: (1) Tenemos muchísimo en común, el patrimonio de una Reconquista y de una Evangelización de medio mundo y (2) aunque nuestra misión fue y sigue siendo común nuestros caminos van separados, aunque paralelos. Una nación y una Patria como Portugal no puede ser un error de la Santísima Providencia, como tampoco lo es esa otra nación y patria de las Españas. Una franca colaboración conjunta para afirmarnos más como Portugal y como España es la ruta a seguir para volver a la batalla por el Reinado de Nuestro Señor Jesucristo.
- Portugal es reconocida por la Santa Sede como una Monarquía en una fase más bien temprana de las formaciones nacionales y estatales en Europa. ¿Acaso nada dice la sanción del Papado?
- La independencia de Portugal amenazada por una Castilla decadente, pero todavía poderosa, es salvada cuasi-milagrosamente por un Beato, quiera Dios pronto Santo: el Beato Nuno Alvares Pereira. ¿No dice esto algo de una nación en comparación a otras naciones fundadas por perseguidores de Cristo y su Iglesia, como Bismarck o Garibaldi?
- Todas las intromisiones de Castilla en Portugal (Aljubarrota, Lisboa, etc.) han acabado malparadas, así como han acabado malparadas los múltiples intentos de Portugal por meterse en Castilla o España (Toro, León, etc.). ¿No dice esto algo?
- Si bien es verdad que Felipe II, injustamente denostado en Portugal, tenía un derecho legítimo a reclamar el trono portugués y que respetó en todo al Reino portugués, en sus instituciones y en sus idiosincrasias, los portugueses siempre lamentaron no tener su propia dinastía. ¿No dice esto algo? Pongo aparte el hecho de que los sucesores de Felipe II no estuvieron a la altura de tan grande estadista y no tuvieron el mismo respeto hacia el Reino portugués que tuvo Felipe II y que los portugueses hacían bien en sacudirse un orden que propendía a la iniquidad y que no respetaba la subsidiariedad.
- A diferencia de lo que ocurre en toda España, los portugueses no han tenido un sentimiento mayoritario de adhesión a España nunca, sino a ellos mismos, a Portugal. Esto es muy distinto de lo que ocurre en Cataluña o las Vascongadas. En estas regiones españolas la historia demuestra que ha habido una gran adhesión histórica a España, como las pruebas demuestran. Los catalanes se contaron entre los más fieros defensores de la integridad de España durante la Guerra de la Independencia o los Almirantes de Castilla fueron siempre vascos prácticamente sin excepción, por poner dos ejemplos bien claros. ¿Cuándo ha habido un sentir general en Portugal de adhesión a España o a las Españas? ¿No dice esto algo también, a pesar de los sarampiones independentistas de nuevo cuño que hoy afligen España, y que son todos productos de malas ideologías decimonónicas?
- En modo alguno es no-deseable, mucho menos malo, que haya dos naciones y dos Patrias asentadas sobre la península ibérica. También Francia e Inglaterra tenían muchos motivos para haber sido una nación, o un Reino si se quiere, único. Si Francia no se hubiera separado de Inglaterra gracias a la labor de Santa Juana de Arco la herejía anglicana hubiera acabado por penetrar en el corazón de la Cristiandad. También por historia las islas británicas hubieran podido ser todas lo mismo y, empero, Irlanda, se separó de la entonces potencia hegemónica contra todo pronóstico para salvaguarda de la Cristiandad.
- En Fátima, una visión aprobada por la Iglesia, se habló de Portugal como una nación distinta. Dejando aparte las alusiones al Angel de Portugal, ¿no dice esto algo?
- Aquellos más grandes defensores portugueses de la Alianza Peninsular, entre los que destaca António Sardinha, ninguno de ellos contemplaba que Portugal fuese independiente.
Rafael Castela Santos
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