Los libros que empezaron a publicarse legalmente sobre teoría comunista o teoría liberal (etc) eran de interés estrictamente ACADÉMICO y además yo veo bien que el Régimen lo permitiera (al principio solo en el ámbito universitario) porque al enemigo, para VENCERLE primero hay que conocerle bien. Eso lo saben perfectamente los comunistas, que me consta tenían las Obras Completas de Jose Antonio entre sus manuales de estudio. Uno de los que se las leyó fue Fidel Castro.La lista no es exhaustiva. Y Marx posiblemente no es lo peor que se haya editado durante el franquismo. Algunos libros terribles se editaron incluso en editoriales vinculadas al Movimiento. Algún día podemos hablar, por ejemplo, de quién introdujo en España el pensamiento de Simone de Beauvoir y en qué fecha. Por cierto, se os ha escapado que María Rosa Urraca Pastor habla claramente de «autodemolición», no de demolición efectuada por agentes externos:
No es nada nuevo; por ejemplo la Iglesia siempre tuvo acceso a este tipo de manuales, y aunque publicaba la lista de libros prohibidos (el famoso "Índice") en la biblioteca vaticana (por ejemplo) existían para poder estudiarlos. Lo que NO CONSENTÍA EL RÉGIMEN es que se hicieran LOAS de esas obras. Es decir, que si uno coge uno de esos libros, está la teoría como tal, pero no "propaganda" en dicho libro A FAVOR de esas teorías, como es lógico, porque estaba prohibido. Son ediciones "asépticas".
Sí existían EDICIONES ILEGALES, como la que ha dicho Alacrán, que se podían pillar "de extranjis" con toda la propaganda del mundo en el prólogo o en el epílogo o en aparato crítico; como existía también una radio frecuencia antifranquista en pleno franquismo: la "pirenaica".
Y es que hay que ser muy tontorrón, o muy ingenuo, para pensar que no se debía tener ningún acceso a las teorías del enemigo ya a mediados del siglo XX; porque de esa manera se estaría dando un arma al otro bando, que siempre puede decir (con razón) que en realidad NO CONOCEMOS de primera mano esas ideas que decimos combatir, y que por tanto como ignorantes no sabemos por lo que luchamos.
Marcadores