Tema bastante interesante, que deberiamos tratar en sus justos términos sin caer en mitificaciones desmedidas ni en justificaciones ácratas o excesivamente economicistas de algunos episodios de bandidaje. El genio y espíritu español es indómito y se manifiesta especialmente en aquellos lugares en que el terreno lo propicia y las circustancias lo generan. Así se vió también en los episodios de la guerra de la Independencia. Hubo españoles que se negaron a reconocer a los poderes fácticos, a los que no les quedó más remedio que "quedarse en el monte", muchos de los cuales se ganaron el aprecio y la admiración de las gentes de esas tierras. Ese fue el caso del carlista Ramón Roche en las sierras albacetenses. También en el monte habia vividores, delincuentes, granujas e indeseables, que robaban a los ricos porque a los pobres no tenian nada que robarles para quedarselo ellos. Ese fue el caso, en la sierra de Alcaraz, del llamado Pernales.