La verdad es que si bien resulta penosa la defensa a ultranza de los judíos (contradictoria con el desprecio a los muslimes) y los ataques a la Inquisición, la Iglesia y a Isabel la Católica son detestables, también lo es el racialismo paneuropeista pagano filonazi. Supongo que cuando se intenta hacer política católica -y sobre todo antimahometana- para no católicos se acaba apuntando cualquiera.