Rajoy "El Cobarde" y Mas "El Felón"
Asistimos atónitos a un espectáculo indecente donde los haya. Hay dos tipos que se están cargando España y aquí no hay nadie con dos cojones capaz de solucionarlo. Un felón, -desleal, traidor-, escuchó una vez a un tarado afirmar que no se sabía si España es una nación -obviamente no lo sabía él que afirmaba que la tierra es del viento...
-, y se lo creyó a pies juntillas. A raíz de ahí el felón se afianzo en su cuento tartárico y empezó a apretar las tuercas al Estado español, como si ese "Estado" no fuese la administración político-burocrática de España. Y mientras Arturo Mas, FELÓN I se dedicaba a llevar a cabo toda clase de felonías, lo que es propio de los felones, en la "capital del Estado", que no "capital de España" llegó a la Moncloa un cobarde, un tipo que ha dejado sin agujeros los cinturones de los españoles a través de impuestos -ríase usted del "diezmo" medieval que para mis contribuciones y gastos los quisiera en vez del IVA-, pero que es incapaz de, por cobardía e ineptitud, aplicar simplemente la Ley.
Y qué fácil hubiera sido hacer cumplir esto:
"la Constitución se fundamente en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas."
CONSTITUCIÓN de 1978. Título Preliminar Art. 2º
"Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Cosntitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la probación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general."
Constitución, Tit., VIII, Art. 155º
Así las cosas, no hay que dotar al Tribunal Constitucional de medidas de carácter coercitivo; no hay que esperar a que "el pueblo" con sus votos le saque a usted, Sr. RAJOY, las castañas del fuego; y, no hace falta enviar "los tanques", como dicen "los pardales analfaburros separatistoides". ¡NO! no hace falta, lo que si es menester es tener los "güevos" para aplicar la ley. Esos mismos que le faltan a usted, ¡Sr. Rajoy!, a usted y al nefasto partido que preside.
Pero en justicia debe haber leña para todos, y no me refiero a ese mindundi que manda en el P$OE, sino a todos, porque ya hace tiempo que una "Puerta del Sol permanente de españoles cabreadísimos tenía que haber estado funcionando en TODA ESPAÑA." Para la mierda del fútbol mucha banderita, para España ni un recuerdo. Cuando todo este proceso de destrucción acabe ¿qué nos va a quedar, "Castilla La Grande" añorando su Imperio?
¡RAJOY, cobarde!, y tú MAS y toda tu tropa de bufones, ¡felones!
Última edición por Valmadian; 21/09/2015 a las 15:34
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores