El Muy Honorable, conocido popularmente por el “Botella”, ya tiene la fecha pensada para esa gran farsa que será la votación del nuevo Estatut para una Catalunya posmoderna, laica, heterofobica, abortista y eugenésica (la eutanasia será un asesinato legal junto con el aborto de no nacidos). Pero eso si: con aeropuerto autogestionado y Harry Potter traducido al catalán.
La maquinaria de información y propaganda de las sectas políticas que opositan en el Principado intentaran explicar a un electorado pre-playero esa pócima mágica llamada Estatut, que nos hará ser más guapos, más altos, más sanos… y sobre todo mucho más ricos al no tener que compartir con gallegos, navarros, vascos, canarios, andaluces, castellanos y extremeños NUESTRO TESORO, pues como a diario nos recuerdan los comisarios políticos de ERC y un tal Bargalló, todos aquellos que viven más allá del Ebro son unos zánganos que viven del esfuerzo de seis millones de catalanes –más un millón de indocumentados.
Ante la más que probable indiferencia de la ciudadanía catalana, las opciones que se nos presentan a los catalanistas hispánicos son tres:
-Votar que No,
-votar nulo, o
-irse a la playa a tomar el sol.
Votar que “No”, es la opción lógica que tenemos los catalanistas ante un texto insolidario con el resto de los pueblos de Las Españas, engendrado desde las catacumbas del laicismo más repugnante y opuesta a una concepción de Catalunya como una nación cultural, de profundas raíces cristianas e hispánica. Sin embargo, la misma opción de votar estaría legitimando una farsa montada por las cúpulas de las sectas políticas que desgobiernan y saquean Catalunya con su enchufismo y sus corruptelas.
Votar “nulo”, supone igualmente legitimar el chiringuito montado para ese día por parte de la burguesía del pelotazo y la zanahoria micro-nacionalista para justificar la creación de un cortijo donde los euros se los gasten sin dar explicaciones en las embajadas de Corea del Norte e Iral, y en bodrios del calibre “Fòrum de les cultures”.
Irse a la playa es sin duda la opción más inteligente de todas. Por una parte desautorizas al “Botella”, al Zetapé, al Montilla conversi y a todos los socios de triunvirato –que hace aguas por doquier. Además, te atrincheras tras un bocata de tortilla de patatas regada con un buen vino del Penedès y los pies metidos en el mar y a esperar los resultados. Pues como anda el patio con el tema de los toros y las flamencas, después del referéndum-farse los comisarios políticos de ERC prohibirán hasta la tortilla española.
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