Cataluña juzga por primera vez como atentado la agresión a dos profesoras

Una jueza eleva a delito las amenazas de unos padres a las maestras y el conserje de un colegio

Xiana Siccardi


Barcelona- Las recientes órdenes dadas por el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, sobre el hecho de que las agresiones a maestros y médicos deben ser tipificadas como atentado ya comienzan a dar sus frutos. La primera en posicionarse sobre este asunto ha sido la titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, que decidió ayer abrir una nueva investigación hacia unos padres por su presunta comisión de un delito de atentado por haber agredido al personal docente del instituto Eduard Marquina, situado en el distrito barcelonés de Sant Martí, el pasado octubre.

La jueza tenía previsto imputar inicialmente a estos padres una falta por amenazas y agresiones, pero el pasado martes decidió suspender el juicio para estudiar si abría una investigación por el delito de atentado, tras escuchar la instrucción interna del Fiscal Jefe, lo que finalmente ha hecho. El delito de atentado supone unas penas de entre 1 y 3 años de cárcel; y si resulta ser un atentado a la autoridad, las penas aumentan a entre 2 y 4 años de prisión, según los artículos 550 y 551 del Código Penal.

Lo hizo así atendiendo a las peticiones del fiscal y de la acusación particular, ejercida por la Generalitat en tanto a que el personal docente agredido forma parte del funcionariado público.

La jueza tiene previsto que en los próximos días declaren agresores y víctimas de este caso en particular. Los hechos sucedieron el 11 de octubre, cuando el hermano mayor de un niño de 4 años -que estudiaba Educación Infantil en este centro- llevó al pequeño a clase, pese a que éstas comenzaban una hora después. La criatura sólo podía entrar si sus padres pagaban una módica cantidad que, al parecer, no fue ingresada.

En la puerta aguardaban la directora del centro, la jefa de estudios y el conserje, que impidieron que el niño entrase si no iba acompañado por su madre. Ante la negativa, según la jefa de estudios, Gloria V., el hermano mayor del niño les dijo que «ahora va a venir mi madre y os va a romper las gafas a las dos». «Dos minutos después vinieron los padres y otro señor que luego supimos era el hermano de la madre, y nos intentaron colar por la fuerza al niño elevándolo por encima de nuestros hombros pese a que no le correspondía por ley», dijo. «Nos llamaba perras y peseteras y decía que el niño entraría porque era una escuela pública». Según Gloria V., el padre jaleaba a la madre diciendo «mátalas, mátalas, mátalas». «Luego dijo: “no las mates aquí, ya las veremos en la calle”, y me empezó a pegar en el hombro y a darme empujones».

Los padres dijeron ayer en declaraciones a Efe que los hechos que se les imputan son «mentiras». Según la versión del padre, Juan V., él y su mujer fueron a llevar al su hijo al colegio y «no dejaban entrar al niño y lo empujaban hacia afuera y mi mujer se puso nerviosa y les empujó (a los profesores), pero no hubo agresión ni nada».

«Había tres personas, no sé si fue la directora o quién, pero empujaban al niño hacia afuera y eso no son tratos a un niño de 4 años», explicó. Sobre las amenazas, dijo que «es mentira todo. ¿Cómo voy yo a amenazar de muerte a una mujer? Es su palabra contra la mía. ¿O es que ellos porque son profesores tienen más derechos que nosotros?», dijo.

http://www.larazon.es/noticias/noti_soc28587.htm